jnani

Interlocutor: Así pues, un jnani sabe lo que está haciendo solo cuando vuelve su mente hacia ello; de otro modo únicamente actúa, sin estar implicado. Maharaj: El hombre ordinario no es consciente de su cuerpo como tal. Es consciente de sus sensaciones, sentimientos y pensamientos. Incluso éstos, una vez que comienza el desapego, se alejan del centro de la consciencia y acontecen espontáneamente y sin esfuerzo. Lo Supremo, la Mente y el Cuerpo

Interlocutor: En mis acciones diarias muchas funcionan por hábito, automáticamente. Soy consciente del propósito general, pero no de cada movimiento en detalle. A medida que mi consciencia se ensancha y profundiza, los detalles tienden a receder, dejándome libre para las tendencias generales. ¿No le acontece lo mismo a un jnani, pero mucho más? Maharaj: En el nivel de la consciencia – sí. En el estado supremo, no. Este estado es enteramente uno e indivisible, un bloque de realidad sólido y simple. El único modo de conocerlo es serlo. La mente no puede alcanzarlo. Para percibirlo, no se necesitan los sentidos; para conocerlo, no se necesita la mente. Lo Supremo, la Mente y el Cuerpo

Interlocutor: El jnani – ¿es el presenciador o lo Supremo? Maharaj: Es lo Supremo, por supuesto, pero también puede ser considerado como el presenciador universal. Lo Supremo, la Mente y el Cuerpo

Interlocutor: ¿Es la vitalidad, la energía de la vida, la vida misma? Maharaj: La energía viene primero. Pues todo es una forma de energía. La consciencia está muy diferenciada en el estado de vigilia. Menos en el sueño con sueños. Todavía menos en el sueño profundo. Es homogénea – en el cuarto estado. Más allá es la realidad monolítica inexpresable, la morada del jnani. Lo Supremo, la Mente y el Cuerpo

Interlocutor: ¿Quién es el jnani? ¿El presenciador o lo supremo? Maharaj: El jnani es lo supremo y también el presenciador. Es a la vez ser y presenciación. En relación a la consciencia es presenciación. En relación al universo es ser puro. El Jnani

Interlocutor: Un niño va a la escuela y aprende muchas cosas, que no le serán de ninguna utilidad más tarde. Pero en el curso del aprendizaje crece. De igual modo, nosotros pasamos a través de innumerables experiencias y las olvidamos todas, pero mientras tanto crecemos siempre. ¡Y qué es un jnani sino un hombre con un genio para la realidad! Este mundo mío no puede ser un accidente. Tiene sentido, debe haber un plan detrás de él. Mi Dios tiene un plan. Maharaj: Si el mundo es falso, entonces el plan y su creador también son falsos. La Discriminación conduce al Desapego

Interlocutor: Debe haber alguna diferencia. Maharaj: Dios es el Omnihacedor, el jnani es un no hacedor. Dios mismo no dice: «Yo estoy haciendo todo». Para Él las cosas acontecen por su propia naturaleza. Para el jnani todo es hecho por Dios. No ve ninguna diferencia entre Dios y la naturaleza. Tanto Dios como el jnani saben de sí mismos que son el centro inmutable de lo mutable, el presenciador eterno de lo transitorio. El centro es un punto de vacío y el presenciador un punto de presenciación pura; saben de sí mismos que son nada, por lo tanto nada puede resistirlos. Dios es el Omnihacedor, el Jnani es un No hacedor

Interlocutor: ¿Y cómo ayuda usted al mundo entero? Maharaj: Gandhi está muerto, y sin embargo su mente impregna la tierra. El pensamiento de un jnani impregna la humanidad y trabaja sin cesar por el bien. Siendo anónimo, viniendo desde dentro, es más poderoso y eficaz. Así es como el mundo mejora – lo interior ayuda y bendice a lo exterior. Cuando un jnani muere, él ya no es, en el mismo sentido en el que un río ya no es cuando se sumerge en el mar; el nombre, la forma, ya no son, pero el agua permanece y deviene una con el océano Cuando un jnani se une a la mente universal, toda su bondad y su sabiduría devienen la herencia de la humanidad y elevan a todos los seres humanos. Dios es el Omnihacedor, el Jnani es un No hacedor

Interlocutor: Sharada Devi, la esposa de Sri Ramakrishna Paramahansa, solía reñir a sus discípulos por esforzarse demasiado. Los comparaba a mangos en el árbol a quienes se arranca antes de que estén maduros. «¿Por qué apresurarse?», solía decir. «Esperad hasta que estéis plenamente maduros, en sazón y dulces». Maharaj: ¡Cuanta razón tenía! ¡Hay tantos que toman el amanecer por el mediodía, una experiencia momentánea por la plena realización y que destruyen así aún lo poco que ganan por un exceso de orgullo! La humildad y el silencio son esenciales para un sadhaka, por muy avanzado que esté. Solo un jnani plenamente maduro puede permitirse la completa espontaneidad. La Personalidad, un Obstáculo

Interlocutor: ¿Acaso no es así? El Yogi tiene miedo de la vida y busca la paz, mientras que el Bhogi es aventurero, está lleno de ánimo y de ímpetu. El Yogi está limitado por un ideal, mientras que el Bhogi está siempre dispuesto a explorar. Maharaj: Todo es cuestión de desear mucho o de estar satisfecho con poco. El Yogi es ambicioso mientras que el Bhogi es meramente aventurero. Su Bhogi parece ser más rico y más interesante, pero en realidad no es así. El Yogi es agudo como el filo del cuchillo. Tiene que serlo – para cortar profunda y llanamente, para penetrar infaliblemente las múltiples capas de lo falso. El Bhogi adora en muchos altares; el Yogi no sirve a nadie excepto a su propio Sí mismo verdadero. Es enteramente vano oponer el Yogi al Bhogi. La vía de salida (pravritti) precede necesariamente a la vía de retorno (nivriti). Sentarse a juzgar y a repartir calificaciones es ridículo. Todo contribuye a la perfección última. Algunos dicen que hay tres aspectos de la realidad – Verdad-Sabiduría-Dicha. El que busca la Verdad deviene un Yogi, el que busca la Sabiduría deviene un jnani y el que busca la felicidad deviene un hombre de acción. Lo que es sin Comienzo Comienza Siempre

Interlocutor: Tengo otra pregunta que hacer: Algunos Yogis alcanzan su meta, pero no es de ninguna utilidad para los demás. No saben compartir, o no son capaces de hacerlo. Aquellos que pueden compartir lo que tienen, inician a otros. ¿Dónde está la diferencia? Maharaj: No hay ninguna diferencia. Su manera de entenderlo es errónea. No hay ningunos otros a quienes ayudar. A un hombre rico, cuando traspasa toda su fortuna a su familia, no tiene ni un céntimo para dar a un mendigo; así es el hombre sabio (jnani) despojado de todos sus poderes y posesiones. Nada, literalmente nada, puede decirse sobre él. No puede ayudar a nadie, pues él es todo. Él es el pobre y también su pobreza, el ladrón y también su robo. ¿Cómo puede decirse que ayuda, cuando él no está separado? Quien se piensa a sí mismo como separado del mundo, que ayude al mundo. Lo que es sin Comienzo Comienza Siempre

Interlocutor: ¿Muere un jnani? Maharaj: El jnani es más allá de la vida y de la muerte. Lo que nosotros tomamos como inevitable – nacer y morir – a él le parece solo como un modo de expresar el movimiento en lo Inmutable, el cambio en lo sin cambio, el fin en lo sin fin. Para el jnani es evidente que nada nace y nada muere, que nada dura y nada cambia, que todo es como es – atemporal. Todo Acontece por Sí mismo

Interlocutor: Usted dice que el jnani es más allá. ¿Más allá de qué? ¿Más allá del conocimiento? Maharaj: El conocimiento tiene su amanecer y su ocaso. La consciencia llega a ser y deja de ser. Es una cuestión de ocurrencia y de observación diaria. Todos nosotros sabemos que a veces somos conscientes y a veces no. Cuando no somos conscientes, eso se nos aparece como una oscuridad o como un vacío. Pero un jnani se sabe a sí mismo como ni consciente ni inconsciente, sino puramente presente, un presenciador de los tres estados de la mente y de sus contenidos. Todo Acontece por Sí mismo

Interlocutor: ¿Cuándo comienza esta presenciación? Maharaj: Para un jnani nada tiene comienzo ni fin. Lo mismo que la sal se disuelve en el agua, así todo se disuelve en el ser puro. La sabiduría está negando eternamente lo irreal. Ver lo irreal es sabiduría. Más allá de esto está lo inexpresable. Todo Acontece por Sí mismo

Interlocutor: ¿Por qué iba a tener miedo? Maharaj: Es la ignorancia de usted mismo lo que le hace tener miedo y también lo que le hace a usted no presenciador de que tiene miedo. No intente no tener miedo. Derribe primero el muro de la ignorancia. Las gentes tienen miedo de morir, debido a que no saben lo que es la muerte. El jnani ha muerto antes de su muerte, ha visto que no había nada de qué tener miedo. En el momento en que usted conoce su ser real, usted no tiene miedo de nada. La muerte da libertad y poder. Para ser libre en el mundo, debe morir al mundo. Entonces el universo es suyo propio, deviene su cuerpo, una expresión y una herramienta. La felicidad de ser absolutamente libre está más allá de descripción. Por otra parte, el que tiene miedo de la libertad no puede morir. Todo Acontece por Sí mismo

Interlocutor: ¿De ello se sigue que si usted se salva, el mundo se salva? Maharaj: Como un todo el mundo no necesita salvarse. El hombre comete errores y crea aflicción; cuando entra en el campo de la presenciación, de la consciencia de un jnani, se reordena. Tal es la naturaleza del jnani. Todo Acontece por Sí mismo

Interlocutor: El otro día hubo una conversación sobre el uso por el jnani de pieles de animales para la meditación etc. No me quedé convencido. Es fácil justificar todo haciendo referencia a la costumbre y a la tradición. Las costumbres pueden ser crueles y la tradición corrupta. Ellas explican, pero no justifican. Maharaj: Nunca he dado a entender que la licencia siga a la realización de sí mismo. Un hombre liberado es extremadamente apacible. Pero sus leyes son las leyes de su sí mismo real, no las de su sociedad. Las leyes de su sociedad las observa, o las rompe de acuerdo con las circunstancias y la necesidad. Pero nunca será caprichoso ni desordenado. Matar Daña al Matador, no al Matado

Interlocutor: Los occidentales que ocasionalmente vienen a verle a usted se enfrentan con una dificultad peculiar. La noción misma de un hombre liberado, de un hombre realizado, de un conocedor de sí mismo, de un conocedor de Dios, de un hombre más allá del mundo, es desconocida para ellos. Todo lo que tienen en su cultura cristiana es la idea de un santo: un hombre piadoso, respetuoso de la ley, temeroso de Dios, amante de su prójimo, dado a la oración, inclinado a veces a los éxtasis y confirmado por unos pocos milagros. La idea misma de un jnani es ajena a la cultura occidental, algo exótica y más bien increíble. Incluso cuando se acepta su existencia, se le considera con sospecha, como un caso de euforia autoinducida causada por posturas físicas y actitudes mentales extrañas. La idea misma de una nueva dimensión en la consciencia a ellos les parece implausible e improbable. Lo que les ayudaría es la oportunidad de escuchar a un jnani contar su propia experiencia de realización, sus causas y sus comienzos, sus progresos y sus logros y su práctica efectiva en la vida diaria. Mucho de lo que dice el jnani puede permanecer extraño, incluso carente de sentido, sin embargo quedará una sensación de realidad, una atmósfera de experiencia efectiva, inefable, y sin embargo real, un centro desde el que puede vivirse una vida ejemplar. Maharaj: La experiencia puede ser incomunicable. ¿Puede uno comunicar una experiencia? La Práctica Espiritual es Voluntad Sostenida y Resostenida

Interlocutor: Por supuesto. Debe haber un receptor. Pero si el transmisor no transmite, ¿de qué utilidad es el receptor? Maharaj: El jnani pertenece a todos. Se da incansable y completamente a todo el que viene a él. Si no es un dador, no es un jnani. Todo lo que tiene, lo comparte. La Práctica Espiritual es Voluntad Sostenida y Resostenida

Interlocutor: ¿No es una sensación? Maharaj: Una sensación es también un estado de la mente. Lo mismo que un cuerpo sano no reclama atención, así es lo no condicionado cuando no hay experiencia. Tome la experiencia de la muerte. El hombre ordinario tiene miedo de morir, debido a que tiene miedo del cambio. El jnani no tiene miedo porque su mente ya está muerta. Él no piensa: «yo vivo». Sabe: «hay vida». En ello no hay ningún cambio ni tampoco ninguna muerte. La muerte aparece como un cambio en el tiempo y en el espacio. Donde no hay ni tiempo ni espacio, ¿cómo puede haber muerte? El jnani ya está muerto al nombre y a la forma. ¿Cómo puede afectarle su pérdida? El hombre en el tren viaja de un lugar a otro, pero el hombre fuera del tren no va a ninguna parte, pues no está sujeto a ningún destino. No tiene a dónde ir, no tiene nada que hacer, no tiene nada que devenir. Aquellos que hacen planes nacerán para llevarlos a cabo. Aquellos que no hacen planes no necesitan nacer. Por Sí mismo Nada tiene Existencia

Maharaj: El mundo no es más que un espectáculo, brillante y vacío. Es, y sin embargo no es. Está ahí solo mientras yo quiero verlo y tomar parte en él. Cuando dejo de interesarme, se disuelve. No tiene ninguna causa y no sirve a ningún propósito. Solo acontece cuando estamos distraídos. Aparece exactamente como aparece, pero no hay en él ninguna profundidad, ni significado. Sólo el espectador es real, llámele Sí mismo o Atma. Para el Sí mismo el mundo es solo un espectáculo colorido del que goza mientras dura y que olvida cuando acaba. Lo que acontece en la escena le hace temblar de terror o revolcarse de risa, sin embargo él siempre está presente al hecho de que es solo un espectáculo. Sin deseo ni miedo, él lo goza, como acontece. Interlocutor: La persona inmersa en el mundo tiene una vida de muchos sabores. Llora, ríe, ama y odia, desea y teme, sufre y goza. ¿El jnani sin deseo y sin miedo, qué vida tiene? ¿No se ha quedado seco en su distanciamiento? Maharaj: Su estado no es tan desolado. Saborea una dicha pura, no causada y no diluida. Es feliz y es plenamente consciente de que esa felicidad es su naturaleza misma y de que no necesita hacer nada, ni esforzarse por nada para asegurarla. Ella le sigue, más real que el cuerpo, más cerca que la mente misma. Usted imagina que sin causa no puede haber ninguna felicidad. Para mí, la dependencia de algo para la felicidad es una miseria completa. El placer y el sufrimiento tienen causas, mientras que mi estado es mío propio, totalmente no causado, independiente, inexpugnable. Solo el Sí mismo es Real

Interlocutor: Todos nosotros nos hacemos viejos. La vejez no es agradable – todo son achaques y sufrimientos, debilidad y el final que se acerca. ¿Cómo se siente un jnani en tanto que anciano? ¿Cómo ve su sí mismo interior su propia senilidad? Maharaj: A medida que envejece deviene cada vez más feliz y apacible. Después de todo, está regresando a casa. Como un viajero que se acerca a su destino y que recoge su equipaje, él deja el tren sin ningún pesar. Solo el Sí mismo es Real

Interlocutor: Ciertamente hay una contradicción. Se nos ha dicho que el jnani es más allá de todo cambio. Su felicidad ni crece ni mengua. ¿Cómo puede devenir más feliz a medida que envejece, y eso a pesar de la debilidad física y de todo lo demás? Maharaj: No hay ninguna contradicción. La madeja del destino está llegando a su fin – la mente está feliz. La niebla de la existencia corporal se disipa – el fardo del cuerpo decrece día a día. Solo el Sí mismo es Real

Interlocutor: Digamos que el jnani está enfermo. Ha cogido alguna gripe y todas las articulaciones están doloridas y febriles. ¿Cuál es su estado de mente? Maharaj: Toda sensación es contemplada con perfecta ecuanimidad. No hay ningún deseo ni rechazo de ellas. Son como son y él las mira con una sonrisa de afectuoso desapego. Solo el Sí mismo es Real

Interlocutor: El jnani parece ser un ser muy solitario, todo por sí mismo. Maharaj: Él es solo, pero él es todo. No es ni siquiera un ser. Él es la eseidad de todos los seres. Ni siquiera eso. Ninguna palabra conviene. Él es lo que es, el terreno donde todo crece. Solo el Sí mismo es Real

Interlocutor: ¿No siente dolor un jnani cuando muere su hijo, no sufre? Maharaj: Sufre con aquellos que sufren. El evento mismo es de poca importancia, pero el jnani está lleno de compasión por el ser que sufre, bien esté vivo o muerto, en el cuerpo o fuera de él. Después de todo, el amor y la compasión son su naturaleza misma. Él es uno con todo lo que vive y el amor es esa unidad en acción. Desarrolle la Actitud de Presenciador

Interlocutor: Las gentes tienen mucho miedo de la muerte. Maharaj: El jnani no tiene miedo de nada. Pero compadece al hombre que tiene miedo. Después de todo, nacer, vivir y morir es natural. Tener miedo no. Al evento, por supuesto, se le presta atención. Desarrolle la Actitud de Presenciador

Interlocutor: ¿Qué hay sobre las oraciones por los muertos? Maharaj: ¡Oh sí!, rece usted por los muertos. Les complace muchísimo. Les halaga. El jnani no necesita sus oraciones. Él es la respuesta a sus oraciones. Desarrolle la Actitud de Presenciador

Interlocutor: ¿Cómo le va al jnani después de la muerte? Maharaj: El jnani está ya muerto. ¿Espera usted que muera de nuevo? Desarrolle la Actitud de Presenciador

Interlocutor: Ciertamente, la disolución del cuerpo es un evento importante incluso para un jnani. Maharaj: No hay ningún evento importante para un jnani, excepto cuando alguien alcanza la meta más alta. Solo entonces se regocija su corazón. Todo lo demás carece completamente de importancia. El universo entero es su cuerpo, toda vida es su vida. Como en una ciudad iluminada, cuando se funde una bombilla, no afecta a la red, así tampoco la muerte de un cuerpo afecta al todo. Desarrolle la Actitud de Presenciador

Interlocutor: Lo particular puede no importar al todo, pero importa a lo particular. El todo es una abstracción, lo particular, lo concreto, es real. Maharaj: Eso es lo que usted dice. Para mí puede ser lo contrario – el todo es real, la parte viene y va. Lo particular nace y renace, cambiando de nombre y de forma, el jnani es la Realidad Sin Cambio que hace posible lo que cambia. Pero él no puede darle a usted la convicción. Ella debe venir con su propia experiencia. Conmigo todo es uno, todo es igual. Desarrolle la Actitud de Presenciador

Interlocutor: ¿Cómo puedo provocarla? Maharaj: Usted no puede hacer nada para provocarla; pero puede evitar crear obstáculos. Observe su mente, como viene al ser, como funciona. Cuando usted observa su mente, se descubre a usted mismo como el observador. Cuando usted permanece inmóvil, solo observando, se descubre a usted mismo como la Luz detrás del observador. La fuente de la luz es obscura, lo no conocido es la fuente del conocimiento. Solo esa fuente es. Retorne a esa fuente y more ahí. No está en el cielo ni en el omnipenetrante éter. Dios es todo lo que es grande y maravilloso; yo no soy nada, no tengo nada, no puedo hacer nada. Sin embargo todo sale de mí – la fuente es mí mismo; la raíz, el origen es mí mismo. Cuando la realidad estalla en usted, puede llamarlo experiencia de Dios. O, más bien, es Dios experimentándole a usted. Dios le conoce cuando usted se conoce a usted mismo. La realidad no es el resultado de un proceso; es una explosión. Está definitivamente más allá de la mente, pero todo lo que usted puede hacer es conocer bien su mente. No es que la mente vaya a ayudarle, pero conociendo su mente usted puede evitar que su mente le incapacite. Usted tiene que estar muy alerta, o su mente le engañará. Es como vigilar a un ladrón – no es que usted espere nada de un ladrón, sino que no quiere ser robado. De la misma manera usted presta suma atención a la mente sin esperar nada de ella. O tome otro ejemplo. Nosotros tenemos la vigilia y el sueño. Después del trabajo de un día viene el sueño. Ahora, ¿voy yo a dormir o es la inadvertencia – característica del estado de sueño – la que viene a mí? En otras palabras – nosotros estamos despiertos debido a que estamos dormidos. Nosotros no nos despertamos a un estado de despertar real. En el estado de vigilia el mundo emerge debido a la ignorancia y le introduce a uno dentro de un estado de vigilia soñado. Tanto el sueño como la vigilia son nombres mal dados. Nosotros solo estamos soñando. El verdadero despertar y el verdadero dormir solo los conoce el jnani. Nosotros soñamos que estamos despiertos, nosotros soñamos que estamos dormidos. Los tres estados son solo variedades del estados de sueño. Tratar todo como un sueño libera. Mientras usted da realidad a los sueños, es su esclavo. Al imaginar que usted ha nacido como fulano, deviene un esclavo para fulano. La esencia de la esclavitud es imaginarse a usted mismo como un proceso, tener pasado y futuro, tener historia. En realidad, nosotros no tenemos ninguna historia, no somos un proceso, no nos desarrollamos, ni decaemos; de modo que vea todo como un sueño y permanezca fuera de él. La Realidad no puede ser Expresada

Interlocutor: ¿Qué es la realización? ¿Qué es un hombre realizado? ¿Por qué se le reconoce al jnani? Maharaj: No hay ninguna marca distintiva de jnana. Solo la ignorancia puede ser reconocida, pero no jnana. Un jnani tampoco pretende ser algo especial. Todos aquellos que proclaman su propia grandeza y singularidad no son jnanis. Están tomando equivocadamente algún desarrollo inusual por la realización. El jnani no muestra ninguna tendencia a proclamarse a sí mismo un jnani. Se considera a sí mismo perfectamente normal, fiel a su naturaleza real. Proclamarse a uno mismo la deidad omnipotente, omnisciente y omnipresente es un claro signo de ignorancia. La Ignorancia puede ser Reconocida, no Jnana

Interlocutor: ¿Puede el jnani transmitir su experiencia al ignorante? ¿Puede transmitirse jnana de un hombre a otro? Maharaj: Sí, puede. Las palabras de un jnani tienen el poder de disipar la ignorancia y la obscuridad en la mente. No son las palabras lo que importan, sino el poder detrás de ellas. La Ignorancia puede ser Reconocida, no Jnana

Interlocutor: Muchos están practicando samadhis (estados de absorción extática). En los samadhis la consciencia es muy intensa, y sin embargo no resultan en nada. Maharaj: ¿Qué resultados espera usted? ¿Y por qué debe ser jnana el resultado de algo? Una cosa conduce a otra, pero jnana no es una cosa que esté sujeta a causas y resultados. Es enteramente más allá de la causalidad. Es morar en el sí mismo. El Yogi llega a conocer muchas maravillas, pero permanece ignorante del sí mismo. El jnani puede parecer y sentirse completamente ordinario, pero conoce bien el sí mismo. La Ignorancia puede ser Reconocida, no Jnana

Interlocutor: Altibajos en la sadhana son inevitables. Sin embargo, el buscador serio avanza laboriosamente a pesar de todo. ¿Qué puede hacer el jnani por un buscador tal? Maharaj: Si el buscador es serio, puede darse la luz. La luz es para todos y está siempre aquí, pero los buscadores son pocos, y entre esos pocos, aquellos que están listos son muy raros. La madurez de corazón y de mente es indispensable. La Ignorancia puede ser Reconocida, no Jnana

Interlocutor: Pero el ahora no tiene ninguna dimensión. ¡Devendré un nadie, una nada! Maharaj: Exactamente. Como nada y nadie usted está a salvo y feliz. Usted puede tener la experiencia preguntando. Inténtelo. Pero volvamos a lo que es accidental y a lo que es espontáneo, o natural. Usted ha dicho que la naturaleza es ordenada mientras que el accidente es un signo de caos. Yo he negado la diferencia y he dicho que nosotros llamamos a un acontecimiento accidental cuando sus causas no pueden ser rastreadas. No hay ningún lugar para el caos en la naturaleza. Solo en la mente del hombre hay caos. La mente no abarca el todo – su foco es muy estrecho. Ve solo fragmentos y no llega a percibir el cuadro. Lo mismo que un hombre que oye sonidos, pero que no comprende el lenguaje, puede acusar al orador de cháchara sin sentido, y de estar enteramente equivocado. Lo que para uno es una corriente de sonidos caótica, es un bello poema para otro. El rey Janaka soñó una vez que era un mendigo. Al despertar preguntó a su Gurú – Vasishta: «¿Soy un rey que sueña que es un mendigo o un mendigo que sueña que es un reyEl Gurú respondió: «Tú no eres ni uno ni otro, eres ambos. Tú eres, y no obstante no eres lo que piensas que eres. Eres debido a que te comportas como si lo fueras; no eres debido a que ello no dura. ¿Puedes ser siempre un rey o un mendigo? Todo está sujeto al cambio. Tú eres lo que no cambia. ¿Qué eres tú?» Janaka dijo: «Sí, yo no soy ni un rey ni un mendigo, yo soy el presenciador desapasionado». El Gurú dijo: «Ésta es tú última ilusión, la de que tú eres un jnani, la de que eres diferente y superior al hombre común. De nuevo te identificas a ti mismo con tu mente, en este caso una mente de buen comportamiento y en todo modo ejemplar. Mientras que veas la más mínima diferencia, eres un extraño para la realidad. Estás en el nivel de la mente. Cuando el “yo soy mí mismo” parte, el “yo soy todo” viene. Cuando el “yo soy todo” parte, el “yo soy” viene. Cuando el “yo soy” parte, solo la realidad es y en ella cada “yo soy” es preservado y glorificado. La diversidad sin separatividad es lo último que la mente puede tocar. Más allá todas las actividades cesan, debido a que en ello se alcanzan todas las metas y se cumplen todos los propósitos». La Mente Causa Inseguridad

Interlocutor: ¿Y qué hay sobre el jnani? Maharaj: El jnani no muere debido a que nunca ha nacido. Al Surgir la Consciencia, Surge el Mundo

Interlocutor: Se lo ruego, hablemos claramente: ¿es usted consciente o inconsciente? Maharaj: El iluminado (jnani) no es ni lo uno ni lo otro. Pero en su iluminación (jnana) está contenido todo. La presenciación contiene toda la experiencia. Pero el que es presenciación es más allá de todas las experiencias. Él es más allá de la presenciación misma. Al Surgir la Consciencia, Surge el Mundo

Interlocutor: Un niño solo crece. No hace planes de crecimiento, ni tiene un modelo; no crece por fragmentos, una mano aquí, una pierna allí; crece integralmente e inconscientemente. Maharaj: Se debe a que está libre de imaginación. Usted también puede crecer así, pero no debe consentirse a usted mismo tener previsiones ni planes, nacidos de la memoria y de la imaginación. Una de las peculiaridades de un jnani es que no está interesado en el futuro. El interés de usted por el futuro se debe al temor del dolor y al deseo del placer, pero para el jnani todo es dicha: es feliz con todo lo que le acontece. La Materia es la Consciencia misma

Interlocutor: Ciertamente, hay muchas cosas que harían miserable incluso a un jnani. Maharaj: Un jnani puede encontrarse con dificultades, pero no le harán sufrir. Criar a un niño desde el nacimiento a la madurez puede parecer una tarea dura, pero para una madre los recuerdos de esas fatigas son un gozo. No hay nada malo en el mundo. Lo que está mal es la manera en que usted lo mira. Es su propia imaginación lo que le extravía. Sin imaginación no hay ningún mundo. Su convicción de que usted es consciente de un mundo es el mundo. El mundo que usted percibe está hecho de consciencia; lo que llama materia es la consciencia misma. Usted es el espacio (akash) en el que ella se mueve, el tiempo en el que ella dura, el amor que le da vida. Corte la imaginación y el apego ¿y qué queda? La Materia es la Consciencia misma

Interlocutor: ¿Pero él le reconocería a usted como un hombre liberado? Maharaj: Por supuesto. Lo mismo que un hombre reconoce a un hombre, así también un jnani reconoce a un jnani. Usted no puede apreciar lo que no ha experimentado. Usted es lo que usted mismo piensa que usted es, pero no puede pensar que usted es lo que usted no ha experimentado. Dios es el Fin de Todo Deseo y Conocimiento

Interlocutor: ¿Cuánto tiempo me llevará liberarme de la mente? Maharaj: Puede llevarle un millar de años, pero en realidad no se requiere ningún tiempo. Todo lo que necesita es una seriedad verdadera. Aquí la voluntad es la obra. Si es sincero, usted la tiene. Después de todo, es una cuestión de actitud. Nada le detiene de ser un jnani aquí y ahora, excepto el miedo. Tiene miedo de ser impersonal, del ser impersonal. Todo es muy simple. Apártese de sus deseos y temores y de los pensamientos que crean, y está inmediatamente en su estado natural. Lo que es Puro, Sin mezcla, Sin apego, es Real

Interlocutor: ¿Desde cuál punto de vista son idénticos? Maharaj: Cuando se han dicho las palabras, hay silencio. Cuando lo relativo acaba, queda lo Absoluto. El silencio anterior a que se digan las palabras, ¿es diferente del silencio que viene después? El silencio es uno, y sin él las palabras no podrían haberse escuchado. Está siempre aquí – detrás de las palabras. Cambie su atención de las palabras al silencio y usted lo escuchará. La mente está sedienta de experiencia, y el recuerdo de la experiencia lo toma por conocimiento. El jnani es más allá de toda experiencia y su memoria está vacía de pasado. Está enteramente desvinculado de todo lo particular. Pero la mente está sedienta de formulaciones y de definiciones, siempre ansiosa de comprimir la realidad dentro de una forma verbal. De todo quiere una idea, pues sin ideas la mente no es. La realidad es esencialmente sola, pero la mente no quiere dejarla en paz – y en lugar de ello trata de lo irreal. Y sin embargo es todo lo que la mente puede hacer – descubrir lo irreal como irreal. La Muerte de la Mente es el Nacimiento de la Sabiduría

Interlocutor: Cuando pregunto cómo sabe que usted es un jnani, usted responde: «yo no encuentro ningún deseo en mí». ¿No es esto una prueba? Maharaj: Aunque yo estuviera lleno de deseos, siempre habría sido lo que yo soy. La Muerte de la Mente es el Nacimiento de la Sabiduría

Interlocutor: El conocedor y su conocimiento, ¿son uno o dos? Maharaj: Son ambos. El conocedor es lo no manifestado, lo conocido es lo manifestado. Lo conocido está siempre en movimiento, cambia, no tiene ninguna forma suya propia, ningún lugar de morada. El conocedor es el soporte inmutable de todo conocimiento. Cada uno necesita al otro, pero la realidad está detrás. El jnani no puede ser conocido, debido a que no hay nadie a quien conocer. Cuando hay una persona, usted puede decir algo sobre ella, pero cuando no hay ninguna identificación de sí mismo con lo particular, ¿qué puede decirse? Usted puede decir a un jnani cualquier cosa; la pregunta del jnani siempre será: «¿sobre quién está usted hablando? No hay ninguna persona tal». Lo mismo que usted no puede decir nada sobre el universo debido a que éste incluye todas las cosas, así tampoco puede decirse nada sobre un jnani, pues él es todo y a la vez nada en particular. Usted necesita un clavo para colgar de él su imagen; cuando no hay ningún clavo, ¿sobre qué colgará su imagen? Para localizar una cosa usted necesita espacio, para localizar un acontecer necesita tiempo; pero lo atemporal y aespacial desafía todo manejo. Hace que todo sea perceptible, mientras ello mismo es más allá de la percepción. La mente no puede conocer lo que es más allá de la mente, pero la mente es conocida por lo que es más allá de ella. El jnani no conoce ni el nacimiento ni la muerte; la existencia y la no existencia son lo mismo para él. La Muerte de la Mente es el Nacimiento de la Sabiduría

Interlocutor: La persona parte y solo queda el presenciador. Maharaj: ¿Quién queda para decir: «¿yo soy el presenciador?». Cuando no hay ningún «yo soy», ¿dónde está el presenciador? En el estado atemporal no hay ningún sí mismo para refugiarse. El hombre que lleva un paquete está ansioso de no perderlo – es consciente del paquete. El hombre que ama la sensación «yo soy» es consciente de sí mismo. El jnani no se aferra a nada y no puede decirse que es consciente. Y sin embargo no es no consciente. Es el corazón mismo de la presenciación. Nosotros le llamamos digambara, vestido de espacio, el Desnudo, más allá de toda apariencia. No hay ningún nombre ni forma bajo los cuales pueda decirse que existe, sin embargo él es el único que verdaderamente es. La Muerte de la Mente es el Nacimiento de la Sabiduría

Interlocutor: Hay tantos Yogas, ¿cuál elegir? Maharaj: Por supuesto, cada jnani sugerirá la vía de su propio logro como la que conoce más íntimamente. Pero la mayoría de ellos son muy liberales y adaptan su consejo a las necesidades del buscador. Todas las vías le llevan a usted a la purificación de la mente. La mente impura es opaca a la verdad; la mente pura es transparente. La verdad puede verse a su través fácil y claramente. La Verdad es Aquí y Ahora

Interlocutor: ¿Estaba genuinamente libre del deseo y del conocimiento, o personificaba a un jnani de acuerdo con la imagen dada por su Gurú? Maharaj: No se me dio ninguna imagen, ni yo tampoco tenía ninguna. Mi Gurú jamás me dijo lo que tenía que esperar. Todo Conocimiento es Ignorancia

Interlocutor: ¿Cómo puedo distinguir quién es un santo real y quién no lo es? Maharaj: Usted no puede hacerlo, a menos que tenga una clara visión del corazón del hombre. Las apariencias son engañosas. Para ver claramente, su mente debe ser pura y desapegada. A menos que se conozca a usted mismo bien, ¿cómo puede conocer a otro? Y cuando se conoce a usted mismo – usted es el otro. Deje a los demás en paz por algún tiempo y examínese a usted mismo. Hay tantas cosas que no sabe de usted mismo – ¿qué es, quién es, cómo llegó a nacer, qué está haciendo ahora y por qué, a dónde va, cuál es el significado y el propósito de su vida, de su muerte, de su futuro? ¿Tiene usted un pasado, tiene un futuro? ¿Cómo llegó a vivir en medio de la inquietud y de la aflicción, mientras su ser entero se afana por la felicidad y la paz? Éstas son cuestiones de peso y tienen que ser atendidas primero. Usted no tiene ninguna necesidad, ni tiempo para descubrir quién es un jnani y quién no lo es. Su Meta es Su Gurú

Interlocutor: ¡Así pues, incluso un jnani tiene sus problemas! Maharaj: Sí, pero ya no son de su propia creación. Su sufrimiento no está envenenado por un sentido de culpa. No hay nada malo en el sufrimiento por los pecados de los demás. Su Cristianismo se basa en esto. Abandone los Recuerdos y las Expectativas

Interlocutor: Se me dijo que encontrara a un jnani para poder aprender de él el arte de obtener jnana, y ahora se me dice que todo el planteamiento es falso, que no puedo reconocer a un jnani, y que tampoco puede conquistarse jnana con medios apropiados. ¡Es todo tan confuso! Maharaj: Todo se debe a su completa incomprensión de la realidad. Su mente está embebida en los hábitos de evaluación y de adquisición, y no admitirá que lo incomparable e inasequible está esperando atemporalmente el reconocimiento dentro de su propio corazón. Todo lo que tiene que hacer es abandonar todos los recuerdos y expectativas. Manténgase a usted mismo disponible, en total desnudez y nadidad. Abandone los Recuerdos y las Expectativas

Interlocutor: ¿Quién tiene que hacer el abandono? Maharaj: Dios lo hará. Solo vea la necesidad de ser abandonado. No resista, no se aferre a la persona por la que se toma usted. Debido a que se imagina ser una persona, toma al jnani como una persona también, solo que un poco diferente, mejor informado y más poderoso. Usted puede decir que él es eternamente consciente y feliz, pero eso está lejos de expresar toda la verdad. No confíe en las definiciones ni en las descripciones – son groseramente extraviadoras. Abandone los Recuerdos y las Expectativas

Interlocutor: ¿Cómo procede el jnani cuando necesita que se haga algo? ¿Hace planes, decide los detalles y los lleva a cabo? Maharaj: Un jnani comprende una situación completamente y sabe en el acto lo que se necesita hacer. Eso es todo. El resto acontece por sí mismo, y hasta cierto punto inconscientemente. La identidad del jnani con todo lo que es, es tan completa, que como él responde al universo, así el universo le responde a él. Está supremamente confiado en que una vez que una situación ha sido conocida, los aconteceres discurrirán según la respuesta adecuada. El hombre ordinario está personalmente interesado, calcula sus riesgos y posibilidades, mientras el jnani permanece distanciado, seguro de que todo acontecerá como debe; y no importa mucho lo que acontezca, pues finalmente el retorno al equilibrio y a la armonía es inevitable. El corazón de las cosas está en paz. El Jnani no Atrapa ni Retiene

Interlocutor: He visto a gentes supuestamente realizadas reír y llorar. ¿No muestra esto que no están libres del deseo y del temor? Maharaj: Pueden reír y llorar de acuerdo con las circunstancias, pero interiormente están fríos y lúcidos, observando desapegadamente sus propias reacciones espontáneas. Las apariencias son engañosas, y tanto más en el caso de un jnani. El Jnani no Atrapa ni Retiene

Interlocutor: No le comprendo. Maharaj: La mente no puede comprender, pues la mente está entrenada para atrapar y retener mientras que el jnani no atrapa ni retiene. El Jnani no Atrapa ni Retiene

Interlocutor: Si la presenciación es omnipenetrante, ¿entonces un hombre ciego, una vez realizado, puede ver? Maharaj: Usted está mezclando la sensación con la presenciación. El jnani se conoce a sí mismo como él es. Él es también consciente de que su cuerpo está tullido y de que su mente está privada de un orden de percepciones sensoriales. Pero no es afectado por la disponibilidad de la vista, ni tampoco por su ausencia. El Jnani no Atrapa ni Retiene

Interlocutor: Mi pregunta es más específica; cuando un hombre ciego deviene un jnani, ¿se le restaurará la vista o no? Maharaj: A menos que sus ojos y cerebro sufran una renovación, ¿cómo puede ver? El Jnani no Atrapa ni Retiene

Interlocutor: ¿Pero sufrirán una renovación? Maharaj: Pueden sufrirla o pueden no sufrirla. Todo depende del destino y de la gracia. Pero un jnani dispone de un modo de percepción espontánea, no sensorial, que le hace conocer las cosas directamente, sin la intermediación de los sentidos. Él es más allá de lo perceptual y de lo conceptual, más allá de las categorías del tiempo y del espacio, del nombre y de la forma. Él no es ni lo percibido ni el perceptor, sino el factor simple y universal que hace posible el percibir. La realidad está dentro de la consciencia, pero no es la consciencia ni ninguno de sus contenidos. El Jnani no Atrapa ni Retiene