Interlocutor: Yo no puedo hacer ni lo uno ni lo otro. Maharaj: Purifíquese usted por una vida bien ordenada y útil. Observe sus pensamientos, sus sentimientos, sus palabras y sus acciones. Eso aclarará su visión. La Presenciación
Interlocutor: ¿Y cuál es la visión del conocedor? Maharaj: Hay solo luz y la luz es todo. Todo lo demás no es más que una imagen hecha de luz. La imagen está en la luz y la luz está en la imagen. Vida y muerte, sí mismo y no sí mismo – abandone todas esas ideas. No son de ninguna utilidad para usted. Las Apariencias y la Realidad
Interlocutor: Su universo parece contener toda experiencia posible. El individuo traza una línea a través de él y experimenta estados agradables y desagradables. Esto da lugar a la interrogación y a la búsqueda, lo cual amplía la visión y permite al individuo ir más allá de su mundo angosto y autocreado, limitado y egocéntrico. Este mundo personal puede ser cambiado – en el tiempo. El universo es atemporal y perfecto. Maharaj: Tomar la apariencia por la realidad es un pecado grave y la causa de todas las calamidades. Usted es la presenciación – consciencia omnipenetrante, eterna e infinitamente creativa. Todo lo demás es local y pasajero. No olvide lo que usted es. Mientras tanto trabaje para contento de su corazón. El trabajo y el conocimiento deben ir mano a mano. Las Apariencias y la Realidad
Interlocutor: ¿Pero hay algo más allá del Sí mismo? Maharaj: Fuera del Sí mismo no hay nada. Todo es uno y todo está contenido en «yo soy». En los estados de vigilia y de sueño es la persona. En el sueño profundo y en turiya es el Sí mismo. Más allá de la alerta atención de turiya hay la gran paz silente de lo Supremo. Pero de hecho todo es uno en esencia y relativo en apariencia. En la ignorancia el veedor deviene lo visto y en la sabiduría es la visión. ¿Pero por qué interesarse en lo Supremo? Conozca al conocedor y todo será conocido. Lo Supremo es Más Allá de Todo
Interlocutor: Algunos Mahatmas (seres iluminados) mantienen que el mundo no es ni un accidente ni un juego de Dios, sino el resultado y la expresión de un grandioso plan de trabajo cuya finalidad es el despertar y el desarrollo de la consciencia por todo el universo. Desde la no vida a la vida, desde la inconsciencia a la consciencia, desde el embotamiento a la brillante inteligencia, desde la no comprehensión a la claridad – esa es la dirección en la cual el mundo se mueve incesante e inexorablemente. Por supuesto, hay momentos de reposo y de aparente obscuridad, en los que el universo parece estar durmiendo, pero el reposo se acaba y se reasume el trabajo sobre la consciencia. Desde nuestro punto de vista, el mudo es un valle de lágrimas, un lugar para escapar de él tan pronto como sea posible y por todos los medios posibles. Para los seres iluminados el mundo es bueno pues sirve a un propósito bueno. Ellos no niegan que el mundo es una estructura mental y que finalmente todo es uno, pero ven y dicen que la estructura tiene un significado y que sirve a un propósito supremamente deseable. Lo que nosotros llamamos la voluntad de Dios no es un antojo caprichoso de una deidad juguetona, sino la expresión de una necesidad absoluta de creer en amor y sabiduría y poder, de actualizar los infinitos potenciales de la vida y de la consciencia. Lo mismo que un jardinero cultiva flores desde una minúscula semilla hasta una perfección gloriosa, así, en Su propio jardín, Dios hace crecer, entre los demás seres, a algunos hombres hasta el grado de superhombres, que conocen y aman y trabajan junto con Él. Cuando Dios reposa (pralaya), aquellos cuyo crecimiento no se completó, devienen inconscientes por un tiempo, mientras que los perfectos, que han ido más allá de todas las formas y contenidos de la consciencia permanecen conscientes del silencio universal. Cuando llega el tiempo de la emergencia de un nuevo universo, los durmientes se despiertan y comienza su trabajo. Los más avanzados se despiertan primero y preparan el terreno para los menos avanzados – que encuentran así formas y modelos de comportamiento adecuados a su posterior crecimiento. Así discurre la historia. La diferencia con su enseñanza es ésta: usted insiste en que el mundo no es bueno y que se debe escapar de él. Ellos dicen que el disgusto por el mundo es una etapa pasajera, necesaria, aunque temporaria, y que pronto es remplazada por un amor omnipenetrante, y una firme voluntad de trabajar con Dios. Maharaj: Todo lo que usted dice es cierto para la vía de salida (pravritti). Para la vía de retorno (nivritti) anonadarse a uno mismo es necesario. Mi estación es donde nada es (paramakasha); las palabras no llegan ahí, ni los pensamientos. Para la mente, ello es todo oscuridad y silencio. Entonces la consciencia comienza a bullir y despierta a la mente (chidakasha), la cual proyecta el mundo (mahadakasha), construido de memoria e imaginación. Una vez que el mundo viene al ser, todo lo que usted dice puede ser así. Está en la naturaleza de la mente imaginar objetivos, esforzarse hacia ellos, buscar medios y vías, desplegar visión, energía y coraje. Estos son atributos divinos y yo no los niego. Pero yo tengo mi estación donde no existe ninguna diferencia, donde las cosas no son, ni tampoco las mentes que las crean. Ahí yo estoy en casa. Acontezca lo que acontezca, no me afecta – las cosas actúan sobre las cosas, eso es todo. Libre de la memoria y de la expectación, yo soy fresco, inocente y cordial. La mente es el gran operario (mahakarta) y necesita reposo. No necesitando nada, yo soy sin temor. ¿De quién tener miedo? No hay ninguna separación, nosotros no somos sí mismos separados. Hay solo un Sí mismo, la Realidad Suprema, en la que lo personal y lo impersonal son uno. Dios es el Omnihacedor, el Jnani es un No hacedor
Interlocutor: Nuestro ser real está siempre con nosotros, dice usted. ¿Cómo es que nosotros no lo notamos? Maharaj: Sí, usted es siempre lo Supremo. Pero su atención está fijada en las cosas, físicas o mentales. Cuando su atención se retira de una cosa y aún no se ha fijado en otra, en el intervalo usted es puro ser. Cuando a través de la práctica de la discriminación y del desapego (viveka-vairagya), usted pierde la visión de los estados sensoriales y mentales, el ser puro emerge como el estado natural. Dios es el Omnihacedor, el Jnani es un No hacedor
Interlocutor: Su universo puede ser perfecto. Mi universo personal está mejorando. Maharaj: Su universo personal no existe por sí mismo. Es meramente una visión limitada y distorsionada de lo real. No es el universo el que necesita mejora, sino su modo de mirar. Aférrese a «Yo soy»
Interlocutor: Si vivir solo la propia vida de uno libera, ¿por qué, entonces, no se liberan todos? Maharaj: Todos están siendo liberados. Que usted viva no es lo que importa, lo que importa es cómo vive usted. La idea de la iluminación es de suma importancia. El solo hecho de saber que hay tal posibilidad cambia por completo la visión de uno. Actúa como una cerilla encendida en un montón de serrín. Todos los grandes maestros no hicieron nada más. Una chispa de verdad puede quemar una montaña de mentiras. Lo opuesto también es verdad. El sol de la verdad permanece oculto detrás de la nube de la identificación de sí mismo con el cuerpo. La Personalidad, un Obstáculo
Interlocutor: ¿Cuál es este factor constante? Maharaj: Que yo le dé diversos nombres y que lo señale de diferentes maneras no le ayudará mucho, a menos de que usted tenga la capacidad de ver. Un hombre miope no verá el loro en la rama de un árbol, por mucho que usted le anime a verlo. Como mucho verá el dedo de usted que apunta. Primero purifique su visión, aprenda a ver en lugar de mirar, y usted percibirá el loro. También debe estar anhelante de ver. Usted necesita tanto la claridad como la seriedad para el conocimiento de sí mismo. Usted necesita madurez de corazón y de mente, la cual viene a través de la aplicación seria, en la vida diaria, de lo que usted ha comprendido, por poco que sea. No hay ninguna cosa tal como el compromiso en el Yoga. Si usted quiere pecar, peque de todo corazón y abiertamente. Los pecados también tienen sus lecciones que enseñar al pecador serio, lo mismo que las virtudes – al santo serio. Es la mezcla de los dos lo que es tan desastroso. Nada puede bloquearle a usted tan efectivamente como el compromiso, pues evidencia una falta de seriedad, sin la cual no puede hacerse nada. No Infravalore la Atención
Interlocutor: ¿Cómo puede estar tan seguro de usted mismo? ¿Cómo puede saber que lo que usted dice es verdadero? Maharaj: No es de mí mismo de quien estoy seguro, estoy seguro de usted. Todo lo que necesita es dejar de buscar fuera lo que solo puede ser encontrado dentro. Ponga su visión en orden antes de obrar. Usted está sufriendo de incomprensión aguda. Clarifique su mente, purifique su corazón, santifique su vida – ésta es la vía más rápida hacia un cambio de su mundo. La Vida es el Gurú Supremo
Interlocutor: No es por la instrucción por lo que estoy preguntando ahora, sino por los resultados. Usted tuvo ambos. Usted está dispuesto a decirnos todo sobre la instrucción, pero cuando se llega a los resultados, usted se niega a compartir. O bien nos dice que su estado es más allá de las palabras, o bien que no hay ninguna diferencia; que donde nosotros vemos una diferencia, usted no ve ninguna. En ambos casos a nosotros se nos deja sin ninguna visión de su estado. Maharaj: ¿Cómo puede usted tener alguna visión de mi estado cuando no tiene ninguna visión del suyo propio? Cuando falta el instrumento mismo de la visión, ¿no es importante encontrarlo primero? Es como un hombre ciego que quiere aprender a pintar antes de recuperar la vista. Usted quiere conocer mi estado – ¿pero conoce usted el estado de su esposa o de su sirviente? La Práctica Espiritual es Voluntad Sostenida y Resostenida
Interlocutor: Solo estoy pidiendo algunas indicaciones. Maharaj: Bien, voy a darle una clave muy significativa – donde usted ve diferencias, yo no las veo. Para mí es suficiente. Si usted piensa que no es suficiente, yo solo puedo repetirlo; es suficiente. Píenselo profundamente y llegará a ver lo que yo veo. Usted parece querer una visión instantánea, olvidando que el instante es precedido siempre por una larga preparación. El fruto cae repentinamente pero la maduración lleva tiempo. Después de todo, cuando hablo de confiar en mí, es solo por un tiempo breve, justo el tiempo suficiente para que usted comience a moverse. Cuanto más serio sea usted, tanta menos creencia necesita, pues pronto encontrará justificada su fe en mí. ¡Usted quiere de mí que yo le pruebe que soy digno de confianza! ¿Cómo puedo hacerlo y por qué debería hacerlo? Después de todo, lo que le estoy ofreciendo es el acceso operacional, tan corriente en la ciencia occidental. Cuando un científico describe un experimento y sus resultados, usualmente usted acepta sus afirmaciones en base a la confianza y repite su experimento como él lo describe. Una vez que usted logra los mismos resultados o resultados similares, ya no necesita confiar más en él; confía en su propia experiencia. Animado por ello, usted continúa y llega finalmente a resultados sustancialmente idénticos. La Práctica Espiritual es Voluntad Sostenida y Resostenida
Interlocutor: Usted dice que nosotros somos uno. ¿No es esto suficiente? Maharaj: Yo soy uno con usted. ¿Es usted uno conmigo? Si usted lo es, no hará preguntas. Si usted no lo es, si no ve lo que yo veo, ¿qué puedo hacer yo más allá de mostrarle la manera de mejorar su visión? La Práctica Espiritual es Voluntad Sostenida y Resostenida
Interlocutor: Dénos al menos alguna visión del contenido de su mente mientras usted vive su vida cotidiana. Comer, beber, hablar, dormir – ¿cómo se siente todo esto en usted? Maharaj: Las cosas comunes de la vida: yo las experimento lo mismo que usted. La diferencia está en lo que no experimento. No experimento miedo ni codicia, odio ni cólera. No pido nada, no rechazo nada, no guardo nada. En estas cuestiones yo no transijo. Quizás es ésta la diferencia más destacable entre nosotros. Yo no transigiré, yo soy fiel a mí mismo, mientras que usted tiene miedo de la realidad. La Práctica Espiritual es Voluntad Sostenida y Resostenida
Interlocutor: ¿Cuál es el estado de mente día a día y hora a hora de un hombre realizado? ¿Cómo ve, oye, come, bebe, está despierto y dormido, trabaja y descansa? ¿Qué prueba hay de que su estado es diferente del nuestro? Aparte del testimonio verbal de las supuestas gentes realizadas, no hay ninguna manera de verificar su estado objetivamente. ¿No hay algunas diferencias observables en sus respuestas fisiológicas y nerviosas, en su metabolismo, o en las ondas del cerebro, o en su estructura psicosomática? Maharaj: Usted puede encontrar diferencias, o puede que no las encuentre. Todo depende de su capacidad de observación. Sin embargo, las diferencias objetivas son las menos importantes. Lo que importa es su visión, su actitud, que es de total desapego, de total no mezclarse, de permanecer aparte. Desarrolle la Actitud de Presenciador
Interlocutor: Cuando era más joven, tuve experiencias extrañas, breves pero memorables, de ser nada, simplemente nada, y sin embargo plenamente consciente. Pero el peligro es que uno tiene el deseo de recrear desde la memoria los momentos que han pasado. Maharaj: Todo esto es imaginación. En la luz de la consciencia acontecen todo tipo de cosas y es necesario no dar especial importancia a ninguna. La vista de una flor es tan maravillosa como la visión de Dios. Dejémoslas en paz. ¿Por qué recordarlas y convertir después la memoria en un problema? Sea gentil con ellas; no las divida en elevadas y bajas, internas y externas, duraderas y transitorias. Vaya más allá, retorne a la fuente, vaya al sí mismo que es el mismo acontezca lo que acontezca. Su debilidad se debe a su convicción de que usted ha nacido en el mundo. En realidad el mundo es siempre recreado en usted y por usted. Vea todo como emanando de la luz que es la fuente de su propio ser. Encontrará que en esa luz hay amor e infinita energía. La Ignorancia puede ser Reconocida, no Jnana
Interlocutor: Puedo comprender que la persona es una construcción mental, un nombre colectivo para un conjunto de recuerdos y de hábitos. Pero, aquel a quien la persona le acontece, el centro de presenciación, ¿es mental también? Maharaj: Lo personal necesita una base, un cuerpo con el que identificarse a uno mismo, al igual que un color necesita de una superficie sobre la cual aparecer. La visión del color es independiente del color – es la misma, sea cual sea el color. Uno necesita un ojo para ver un color. Los colores son muchos, el ojo es uno. Lo personal es como la luz en el color y también en el ojo, que es simple, única, indivisible e imperceptible, excepto en sus manifestaciones. No que no sea cognoscible, aunque sí es imperceptible, no objetivable, inseparable. Ni material ni mental, ni objetiva ni subjetiva, es la raíz de la materia y la fuente de la consciencia. Más allá del mero vivir y morir, es la Vida omni-inclusiva, y omni-exclusiva, en la que el nacimiento es muerte y la muerte es nacimiento. La Presenciación de Sí mismo es el Presenciador
Interlocutor: Comprendo lo que usted dice, pero emocionalmente no puedo aceptarlo. Esta visión meramente idealista de la vida me repele profundamente. No puedo pensarme a mí mismo como permanentemente en un estado de sueño. Maharaj: ¿Cómo puede estar permanentemente en un estado causado por un cuerpo impermanente? La incomprensión se basa en su idea de que usted es el cuerpo. Examine la idea, vea sus contradicciones inherentes, dése cuenta que su existencia presente es como una lluvia de chispas, donde cada chispa dura un segundo y la lluvia misma – un minuto o dos. Ciertamente una cosa cuyo comienzo es el fin, no puede tener ningún medio. Respete sus términos. La realidad no puede ser momentánea. Es atemporal, pero la atemporalidad no es duración. La Presenciación de Sí mismo es el Presenciador
Interlocutor: Sin embargo, usted debe creer en haber vivido antes. Maharaj: Las escrituras dicen eso, pero yo no sé nada sobre ello. Yo me conozco a mí mismo como yo soy; como yo aparezco o apareceré no está dentro de mi experiencia. No es que yo no recuerde. Es que no hay nada que recordar. La reencarnación implica un sí mismo que se reencarna. No hay ninguna cosa tal. El paquete de recuerdos y de esperanzas, llamado el «yo», se imagina a sí mismo existiendo perennemente y crea el tiempo para dar acomodo a su falsa eternidad: Para ser, yo no necesito ningún pasado ni ningún futuro. Toda experiencia nace de la imaginación; yo no imagino, de modo que a mí mismo ningún nacimiento ni muerte acontecen. Solo aquellos que se piensan a sí mismos nacidos pueden pensarse a sí mismos renacidos. Usted me está acusando de haber nacido – ¡yo no me reconozco culpable! Todo existe en la presenciación y la presenciación ni muere ni renace. Es la realidad inmutable misma. Todo el universo de la experiencia nace con el cuerpo y muere con el cuerpo; tiene su comienzo y su fin en la presenciación, pero la presenciación no conoce ningún comienzo, ni ningún fin. Si lo piensa cuidadosamente y lo medita durante largo tiempo, llegará a ver la luz de la presenciación en toda su claridad y el mundo desaparecerá de su visión. Es como mirar a un bastoncillo de incienso encendido; usted ve el bastoncillo y el humo primero; cuando usted nota el punto ígneo, se da cuenta de que tiene el poder de consumir montañas de bastoncillos y de llenar el universo de humo. Atemporalmente, el sí mismo se actualiza a sí mismo sin agotar sus posibilidades infinitas. En el símil del bastoncillo de incienso, el bastoncillo es el cuerpo y el humo es la mente. Mientras la mente está ocupada con sus contorsiones, no percibe su propia fuente. Entonces viene el Gurú y vuelve su atención hacia la chispa de dentro. Por su naturaleza misma la mente está vuelta hacia fuera; siempre tiende a buscar la fuente de las cosas entre las cosas mismas; el que se le diga a uno que busque la fuente dentro es, de alguna manera, el comienzo de una nueva vida. La presenciación ocupa el lugar de la consciencia; en la consciencia hay el «yo», que es consciente, mientras que la presenciación es indivisa; la presenciación es consciente de sí misma. El «yo soy» es un pensamiento, mientras la presenciación no es un pensamiento; no hay ningún «yo soy consciente» en la presenciación. La consciencia es un atributo, mientras la presenciación no lo es; uno puede ser presenciación de ser consciente, pero no consciente de ser presenciación. Dios es la totalidad de la consciencia, pero la presenciación es más allá de todo – del ser y del no ser. Al Surgir la Consciencia, Surge el Mundo
Interlocutor: Yo había comenzado con la pregunta sobre la condición de un hombre después de la muerte. Cuando su cuerpo es destruido, ¿qué le acontece a su consciencia? ¿Lleva con él sus sentidos de la visión, el oído, etc., o los deja tras de sí? Y, si pierde sus sentidos, ¿qué le ocurre a su consciencia? Maharaj: Los sentidos son meros modos de percepción. Cuando los modos más groseros desaparecen, emergen estados de consciencia más finos. Al Surgir la Consciencia, Surge el Mundo
Interlocutor: Estoy haciendo una pregunta simple: hay alrededor de cuatro mil millones de personas en el mundo y todos ellos están condenados a morir. ¿Cuál será su condición después de la muerte – no físicamente, sino psicológicamente? ¿Continuará su consciencia? ¿Y si lo hace, en cuál forma? No me diga que no estoy haciendo la pregunta correcta, o que no sabe la respuesta, o que en su mundo mi pregunta no tiene sentido; en el momento en que usted comienza a hablar sobre su mundo y mi mundo, como diferentes e incompatibles, construye un muro entre nosotros. O bien vivimos en un único mundo o su experiencia no es de ninguna utilidad para nosotros. Maharaj: Por supuesto, vivimos en un único mundo. Solo que yo lo veo como es, mientras usted no. Usted se ve a usted mismo en el mundo, mientras que yo veo al mundo en mí mismo. Para usted, usted nace y muere, mientras que para mí, el mundo aparece y desaparece. Nuestro mundo es real, pero su visión de él no lo es. No hay ningún muro entre nosotros, excepto el construido por usted. No hay nada malo en los sentidos, es su imaginación lo que le extravía a usted. Ella cubre al mundo como es, con lo que usted imagina que el mundo es – algo que existe independientemente de usted y que no obstante se ajusta estrechamente a los patrones heredados o adquiridos por usted. Hay una profunda contradicción en su actitud, que usted no ve y que es causa de aflicción. Se aferra a la idea de que usted ha nacido en un mundo de dolor y de aflicción; yo sé que el mundo es hijo del amor, y que tiene su comienzo, su crecimiento y su cumplimiento en el amor. Pero yo soy más allá del amor también. Al Surgir la Consciencia, Surge el Mundo
Interlocutor: Cuando se le pregunta a usted por los medios de la realización de sí mismo, invariablemente enfatiza la importancia de que la mente more en la sensación de «yo soy». ¿Dónde está el factor causal? ¿Por qué debe resultar este pensamiento particular en la realización de sí mismo? ¿Cómo me afecta a mí la contemplación de «yo soy»? Maharaj: El factor mismo de la observación altera al observador y a lo observado. Después de todo, lo que impide la visión dentro de la verdadera naturaleza de uno es la debilidad y estrechez de la mente y su tendencia a pasar por alto lo sutil y a enfocar solo lo grosero. Cuando sigue mi consejo e intenta mantener su mente en la noción de «yo soy» solo, usted deviene plenamente consciente de su mente y de sus desvaríos. La presenciación, al ser armonía lúcida (sattva) en acción, disuelve la estupidez y aquieta la agitación de la mente y de modo pausado pero firme cambia su substancia misma. Este cambio no necesita ser espectacular; puede que apenas se note; sin embargo es un cambio profundo y fundamental desde la obscuridad a la luz, desde la inadvertencia a la presenciación. La Perfección, el Destino de Todo
Interlocutor: Hay una cosa que no puedo entender. Usted habla del sí mismo interior como sabio y bueno y bello y en todo modo perfecto, y de la persona como un mero reflejo sin ningún ser suyo propio. Por otra parte, usted se toma muchas molestias para ayudar a la persona a realizarse a sí misma. Si la persona es tan insignificante, ¿por qué estar tan interesado en su bienestar? ¿A quién le importa una sombra? Maharaj: Usted ha introducido la dualidad donde no hay ninguna. Hay el cuerpo y hay el Sí mismo. Entre ellos está la mente, en la que el Sí mismo se refleja como «yo soy». Debido a las imperfecciones de la mente, a su rudeza y agitación, a su falta de discernimiento y de visión, ella se toma a sí misma por el cuerpo, no por el Sí mismo. Todo lo que se necesita es purificar la mente a fin de que pueda realizar su identidad con el Sí mismo. Cuando la mente se sumerge en el Sí mismo, el cuerpo no presenta ningún problema. Sigue siendo lo que es, un instrumento de cognición y de acción, la herramienta y la expresión del fuego creativo interior. El valor último del cuerpo es que sirve para descubrir el cuerpo cósmico, que es el universo en su totalidad. Cuando usted se da cuenta de usted mismo en la manifestación, continúa descubriendo que usted es siempre más de lo que había imaginado. La Perfección, el Destino de Todo
Interlocutor: Usted está seguro de usted mismo. Pero cuando las gentes vienen a mí a pedirme consejo, ¿cómo estoy seguro de que mi consejo es justo? Maharaj: Observe en qué estado está usted, desde qué nivel habla. Si habla desde la mente, puede estar equivocado. Si habla desde la plena visión en la situación, con sus hábitos mentales propios en suspenso, su consejo puede ser una verdadera respuesta. El punto principal es ser plenamente consciente de que ni usted ni el hombre frente a usted son meros cuerpos; si su presenciación es clara y plena, el error es menos probable. La Noción de Ser un Hacedor es Esclavitud
Interlocutor: ¿Dónde me conduce todo eso? Maharaj: Cuando la mente se mantiene apartada de sus preocupaciones, se torna serena. Si usted no perturba esta quietud y permanece en ella, encuentra que está impregnada de una luz y de un amor jamás conocidos por usted; y sin embargo, usted lo reconoce al momento como su naturaleza propia. Una vez que usted ha pasado a través de esta experiencia, ya nunca será el mismo hombre otra vez; la mente ingobernable puede romper su paz y obstruir su visión; pero retornarán, siempre que se siga sosteniendo el esfuerzo; hasta que llega el día en que todos los lazos se rompen, todas las ilusiones y apegos se acaban y la vida deviene supremamente concentrada en el presente. Una Mente Serena es Todo lo que Usted Necesita
Interlocutor: Estas gentes son muy críticas y suspicaces. No pueden ser de otro modo, al haber pasado por tanta instrucción y tanto desengaño. Por una parte quieren experiencia, por la otra desconfían de ella. ¡Cómo llegar a ellos, sólo Dios lo sabe! Maharaj: La visión y el amor verdaderos llegarán a ellos. La Experiencia no es la Cosa Real
Interlocutor: Cuando tienen alguna experiencia espiritual, surge otra dificultad. Se quejan de que la experiencia no dura, de que viene y se va de una manera imprevisible. Habiéndose agarrado al caramelo, quieren chuparlo todo el tiempo. Maharaj: La experiencia, por sublime que sea, no es la cosa real. Por su naturaleza misma viene y se va. La realización del Sí mismo no es una adquisición. Es más de la naturaleza de la comprensión. Una vez llegado a ella, no puede perderse. Por otra parte, la consciencia es cambiante, fluyente, sufre transformaciones de un momento a otro. No se aferre a la consciencia ni a sus contenidos. La consciencia en quietud, cesa. Intentar perpetuar un atisbo de visión, o una efusión de dicha es destructivo de lo que se quiere preservar. Lo que viene debe partir. Lo permanente es más allá de todas las venidas y partidas. Vaya a la raíz de toda experiencia, a la sensación de ser. Más allá del ser y del no ser está la inmensidad de lo real. Inténtelo una y otra vez. La Experiencia no es la Cosa Real
Interlocutor: Cuando nosotros hablamos de ayudar a la humanidad, entendemos una lucha contra el desorden y el sufrimiento. Maharaj: Usted habla meramente de ayudar. ¿Ha ayudado usted alguna vez, realmente, a un solo hombre? ¿Ha puesto alguna vez a una sola alma más allá de la necesidad de más ayuda? ¿Puede dar a un hombre carácter, basado al menos en la plena realización de sus deberes y oportunidades, si no en la visión de su verdadero ser? Cuando no sabe lo que es bueno para usted mismo, ¿cómo puede saber lo que es bueno para los demás? Busque la Fuente de la Consciencia
Interlocutor: No, no puedo. Maharaj: ¿Cómo sabe que no puede? Hay tantos cosas que está haciendo sin saber cómo lo hace. Usted digiere, hace circular su sangre y su linfa, mueve sus músculos – todo sin saber cómo. De la misma manera, usted percibe, siente, piensa sin saber el porqué ni el cómo de ello. Similarmente, usted es usted mismo sin saberlo. No hay nada mal en usted en tanto que el Sí mismo. Ello es lo que es perfectamente. Es el espejo lo que no es claro ni verdadero y, por lo tanto, le da imágenes falsas. No necesita corregirse a usted mismo – solo rectificar su idea de usted mismo. Aprenda a separarse de la imagen y del espejo, manténgase recordando: yo no soy ni la mente ni sus ideas. Hágalo pacientemente y con convicción y llegará ciertamente a la visión directa de usted mismo como la fuente del ser-conocer-amar, eterno, omniabarcante, omnipenetrante. Usted es lo infinito enfocado en un cuerpo. Ahora usted ve solo el cuerpo. Inténtelo seriamente y llegará a ver solo lo infinito. La Transitoriedad es la Prueba de la Irrealidad
Interlocutor: La experiencia de la realidad, cuando viene, ¿dura? Maharaj: Toda experiencia es necesariamente transitoria. Pero el trasfondo de toda experiencia es inmutable. Nada que pueda ser llamado un acontecer durará. Pero algunos aconteceres purifican la mente y otros la manchan. Los momentos de visión interior profunda y de amor omniabarcante purifican la mente, mientras que los deseos y los temores, las envidias y la ira, las creencias ciegas y la arrogancia intelectual ensucian y embotan la psique. La Transitoriedad es la Prueba de la Irrealidad
Interlocutor: ¿Cómo llego a saber que he logrado la perfección? Maharaj: Usted no puede conocer la perfección, solo puede conocer la imperfección. Para que el conocimiento sea, debe haber separación y desarmonía. Usted puede conocer lo que usted no es, pero no puede conocer su ser real. Lo que usted es, usted solo puede serlo. El modo de acercamiento es a través de la comprensión, la cual está en la visión de lo falso como falso. Pero para comprender, debe observar desde fuera. Dios es el Fin de Todo Deseo y Conocimiento
Interlocutor: ¿Hay algún progreso en su condición? Cuando compara al usted mismo de ayer con el usted mismo de hoy, ¿se encuentra a usted mismo cambiado, haciendo progresos? ¿Crece su visión de la realidad en amplitud y profundidad? Maharaj: La realidad es inmutable y sin embargo está en constante movimiento. Es como un poderoso río – fluye y sin embargo está aquí – eternamente. Lo que fluye no es el río con su lecho y sus orillas, sino su agua; así también el guna sattva, la armonía universal, juega sus juegos contra tamas y rajas, las fuerzas de la obscuridad y de la desesperación. En sattva hay siempre cambio y progreso, en rajas hay cambio y regresión, mientras que tamas representa el caos. Los tres gunas juegan eternamente unos contra otros – es un hecho y no puede haber ninguna disputa con un hecho. Todo Conocimiento es Ignorancia
Interlocutor: ¿Puede acontecer que la mente esté clara y en quietud y que no obstante no aparezca ningún reflejo? Maharaj: Hay que considerar el destino. Lo no consciente está en la presa del destino; de hecho, es el destino. Uno puede tener que esperar. Pero por muy pesada que sea la mano del destino, puede ser levantada con paciencia y control de sí mismo. La integridad y la pureza eliminan los obstáculos y la visión de la realidad aparece en la mente. La Persona, el Presenciador y lo Supremo
Interlocutor: Usted dijo una vez que el veedor, la visión y lo visto son una única cosa, no tres. Para mí los tres están separados. Yo no dudo de sus palabras, solo que no comprendo. Maharaj: Mire bien de cerca y verá que el veedor y lo visto solo aparecen cuando hay visión. Son atributos de la visión. Cuando dice «yo estoy viendo esto», «yo estoy» y «esto» vienen con la visión, no antes. Usted no puede tener un «esto» no visto ni un «yo estoy» que no vea. La Presenciación
Interlocutor: Puedo decir: «yo no veo». Maharaj: El «yo estoy viendo esto» ha devenido «yo estoy viendo que no veo», o «yo estoy viendo la obscuridad». La visión permanece. En la triplicidad: lo conocido, el conocimiento y el conocedor, solo el conocimiento es un hecho. El «yo estoy» y «esto» son dudosos. ¿Quién conoce? ¿Qué es conocido? No hay ninguna certeza, excepto que hay conocimiento. La Presenciación
Interlocutor: ¿Todo conocedor del Sí mismo deviene un Gurú o puede uno ser un conocedor de la Realidad sin ser capaz de llevar a otros a ella? Maharaj: Si usted sabe lo que enseña, puede enseñar lo que sabe. Aquí la visión y la maestría son uno. Pero la Realidad Absoluta es más allá de ambos. Los Gurús autoproclamados hablan de madurez y de esfuerzo, de méritos y de logros, de destino y de gracia; todo esto son meras formaciones mentales, proyecciones de una mente adicta. En lugar de ayudar obstruyen. El Gurú Verdadero
Interlocutor: ¿Qué es lo real entonces? Maharaj: El que conoce la mente como no realizada y realizada, él que conoce la ignorancia y el conocimiento como estados de la mente, él es lo real. Cuando a usted se le dan diamantes mezclados con grava, puede no ver los diamantes o puede verlos. Es la visión lo que importa. ¿Dónde está la opacidad de la grava y la belleza del diamante, sin el poder de ver? Lo conocido es solo una forma y el conocimiento es solo un nombre. El conocedor es solo un estado de la mente. Lo real es más allá. El Gurú Verdadero
Interlocutor: ¿Cómo puedo distinguir quién es un santo real y quién no lo es? Maharaj: Usted no puede hacerlo, a menos que tenga una clara visión del corazón del hombre. Las apariencias son engañosas. Para ver claramente, su mente debe ser pura y desapegada. A menos que se conozca a usted mismo bien, ¿cómo puede conocer a otro? Y cuando se conoce a usted mismo – usted es el otro. Deje a los demás en paz por algún tiempo y examínese a usted mismo. Hay tantas cosas que no sabe de usted mismo – ¿qué es, quién es, cómo llegó a nacer, qué está haciendo ahora y por qué, a dónde va, cuál es el significado y el propósito de su vida, de su muerte, de su futuro? ¿Tiene usted un pasado, tiene un futuro? ¿Cómo llegó a vivir en medio de la inquietud y de la aflicción, mientras su ser entero se afana por la felicidad y la paz? Éstas son cuestiones de peso y tienen que ser atendidas primero. Usted no tiene ninguna necesidad, ni tiempo para descubrir quién es un jnani y quién no lo es. Su Meta es Su Gurú
Interlocutor: Comprendo que la experiencia de lo real sigue a la visión de lo falso como falso. Maharaj: No hay ninguna cosa tal como la experiencia de lo real. Lo real es más allá de la experiencia. Toda experiencia está en la mente. Usted conoce lo real siendo lo real. «Yo soy»: El Fundamento de toda Experiencia
Interlocutor: Mientras estoy sentado aquí, veo la habitación, las gentes. Le veo a usted también. ¿Cómo se ve la cosa desde usted? ¿Qué ve usted? Maharaj: Nada. Yo miro, pero no veo en el sentido de crear imágenes revestidas de juicios. Yo no describo ni evalúo. Miro, le veo a usted, pero ninguna actitud ni opinión nublan mi visión. Y cuando aparto mis ojos, mi mente no deja que la memoria se entretenga, sino que en el acto queda libre y fresca para la siguiente impresión. Lo No Conocido es el Hogar de lo Real
Interlocutor: ¿Cómo apareció el «yo soy»? Maharaj: En su mundo todo debe tener un comienzo y un fin. Si no es así, usted lo llama eterno. En mi visión no hay ninguna cosa tal como el comienzo o el fin – éstos están relacionados ambos con el tiempo. El ser atemporal es enteramente en el ahora. El Conocimiento por la Mente, no es Conocimiento Verdadero
Interlocutor: ¿Qué le hizo a usted decidirse a devenir un maestro? Maharaj: Yo fui hecho maestro al ser llamado así. ¿Quién soy yo para enseñar y a quién? Lo que yo soy, usted es, y lo que usted es – yo soy. El «yo soy» es común a todos nosotros; más allá del «yo soy» hay la inmensidad de luz y de amor. Nosotros no lo vemos debido a que miramos a otra parte; yo solo puedo señalar al cielo; ver la estrella es su propio trabajo. A algunos les lleva más tiempo ver la estrella, a otros menos; depende de la claridad de su visión y de su seriedad en la búsqueda. Éstas dos cosas deben ser suyas propias – yo solo puedo alentar. El Progreso en la Vida Espiritual
Interlocutor: ¿Cómo poner la mente bajo control? ¿Y el corazón, que no sabe lo que quiere? Maharaj: Ellos no pueden trabajar en la obscuridad. Necesitan la luz de la presenciación pura para funcionar correctamente. Todo esfuerzo para controlarlos solo los someterá a los dictados de la memoria. La memoria es un buen siervo, pero un mal señor. Impide efectivamente el descubrimiento. No hay ningún lugar para el esfuerzo en la realidad. Es la egoismidad, debida a la identificación de sí mismo con el cuerpo, la que constituye el principal problema y la causa de todos los demás problemas. Y la egoismidad no puede ser eliminada por el esfuerzo, sino solo por una clara visión de sus causas y efectos. El esfuerzo es un signo de conflicto entre deseos incompatibles. Deben ser vistos como tales – solo entonces se disuelven. Vaya Más allá de la Idea de «yo soy el cuerpo»
Interlocutor: Lo que usted dice me recuerda el Dharmakaya del Buddha. Maharaj: Puede ser. Podemos prescindir de la terminología. Vea la persona que usted imagina ser como una parte del mundo que percibe dentro de su mente y mire a la mente desde fuera, pues usted no es la mente. Después de todo, su único problema es la insaciable identificación de usted mismo con todo lo que percibe. Abandone este hábito, recuerde que usted no es lo que percibe, use su poder de distanciamiento alerta. Véase a usted mismo en todo lo que vive y su comportamiento expresará su visión. Una vez que se da cuenta de que no hay nada en este mundo que pueda llamar suyo propio, usted lo mira desde fuera lo mismo que mira una comedia sobre un escenario, o una imagen en la pantalla, admirando y gozando, pero realmente impasible. Mientras se imagine a usted mismo como algo tangible y sólido, una cosa entre cosas, existiendo efectivamente en el tiempo y en el espacio, de vida breve y vulnerable, naturalmente estará preso de la ansiedad de sobrevivir y de sacar provecho. Pero cuando se conozca a usted mismo más allá del espacio y del tiempo – solo en contacto con ellos en el punto del aquí y ahora, y de otro modo omnipenetrante y omnicontinente, inaccesible, inaprehensible, invulnerable – ya no tendrá miedo. Conózcase a usted mismo como usted es – contra el miedo no hay ningún otro remedio. Tiene que aprender a pensar y a sentir según estos lineamientos, o permanecerá indefinidamente en el nivel personal del deseo y del miedo, de la ganancia y de la pérdida, del crecimiento y del declive. Un problema personal no puede ser resuelto en su propio nivel. El deseo mismo de vivir es el mensajero de la muerte, lo mismo que el anhelo de ser feliz es la señal de la aflicción. El mundo es un océano de sufrimiento y de temor, de ansiedad y desesperación. Los placeres son como los peces, pocos y veloces, vienen raramente y se van con rapidez. Un hombre de poca inteligencia cree, contra toda evidencia, que él es una excepción y que el mundo le debe la felicidad. Pero el mundo no puede dar lo que no tiene; él mismo irreal hasta la médula, es completamente inútil para la felicidad real. No puede ser de otro modo. Nosotros buscamos lo real debido a que somos infelices con lo irreal. La felicidad es nuestra naturaleza real y no descansaremos nunca hasta encontrarla. Pero raramente sabemos dónde buscarla. Una vez que ha comprendido que el mundo es solo una visión errónea de la realidad, y que no es lo que parece ser, usted se libera de sus obsesiones. Solo lo que es compatible con su ser real puede hacerle feliz y el mundo, como usted lo percibe, es su negación completa. Manténgase muy tranquilo y observe lo que viene a la superficie de la mente. Rechace lo conocido, dé la bienvenida a lo hasta ahora no conocido y rechácelo a su vez. Así, llega a un estado en el que no hay ningún conocimiento, solo ser, un estado en el que el ser mismo es conocimiento. Saber por el ser es conocimiento directo. Se basa en la identidad del veedor y lo visto. El conocimiento indirecto se basa en la sensación y la memoria, en la proximidad del perceptor y su percepto, confinado por el contraste entre los dos. Lo mismo ocurre con la felicidad. Usualmente usted tiene que estar triste para conocer la alegría y alegre para conocer la tristeza. La verdadera felicidad es incausada y ésta no puede desaparecer por falta de estimulación. No es lo opuesto de la aflicción, incluye toda aflicción y sufrimiento. Usted es Más allá del Espacio y del Tiempo
Interlocutor: ¿Si me conozco a mí mismo no desearé ni temeré? Maharaj: Durante algún tiempo los hábitos mentales pueden proseguir a pesar de la nueva visión, los hábitos de añorar el pasado conocido y de temer el futuro no conocido. Cuando usted sabe que éstos son solo de la mente, puede ir más allá de ellos. Mientras tiene todo tipo de ideas sobre usted mismo, se conoce a usted mismo a través de la niebla de estas ideas; para conocerse a usted mismo como es, abandone todas las ideas. Usted no puede imaginar el sabor del agua pura, solo puede descubrirlo abandonando todos los sabores. Mientras esté interesado en su presente manera de vivir, no la abandonará. El descubrimiento no puede venir mientras se aferre a lo familiar. Solo cuando usted se da plena cuenta de la inmensa aflicción de su vida y se rebela contra ella, puede encontrarse una salida. La Liberación de la Autoidentificación
Interlocutor: ¿Estamos tan totalmente solos? Maharaj: Oh no, no lo estamos. Aquellos que tienen, pueden dar. Y tales dadores son muchos. El mundo mismo es un don supremo, mantenido por un sacrificio pleno de amor. Pero los receptores idóneos, sabios y humildes, son muy pocos. «Pedid y se os dará» es la ley eterna. Ha aprendido usted tantas palabras, ha hablado tantas palabras. Conoce todo, pero no se conoce a usted mismo. Pues el sí mismo no es conocido por medio de palabras – solo la visión directa lo revelará. Mire dentro, busque dentro. La Liberación de la Autoidentificación
Interlocutor: ¿Cómo puedo deshacerme de la mente? ¿Y es posible la vida sin mente en el nivel humano? Maharaj: No hay ninguna cosa tal como la mente. Hay ideas y algunas de ellas son erróneas. Abandone las ideas erróneas, pues son falsas y obstruyen su visión de usted mismo. Lo Percibido no puede ser el Perceptor
Interlocutor: Si yo no soy el cuerpo ni la mente, ¿cómo soy presenciador de ellos? ¿Cómo puedo percibir algo completamente ajeno a mí mismo? Maharaj: «Nada es mí mismo», es el primer paso. «Todo es mí mismo», es el siguiente. Ambos penden de la idea: «hay un mundo». Cuando ésta idea también es abandonada, usted permanece lo que usted es – el Sí mismo no dual. Usted es ello aquí y ahora, pero su visión está obstruida por sus ideas falsas sobre usted mismo. Lo Percibido no puede ser el Perceptor
Interlocutor: Sí, para conocer a Dios debo aceptar a Dios – ¡asusta pensarlo! Maharaj: Antes de poder aceptar a Dios, debe aceptarse a usted mismo, lo cual asusta más aún. Los primeros pasos en la aceptación de sí mismo no son en absoluto agradables, pues lo que uno ve no es una visión feliz. Uno necesita todo el coraje para seguir adelante. Lo que ayuda es el silencio. Mírese a usted mismo en total silencio, no se describa. Mire al ser que usted cree que es y recuerde – usted no es lo que ve. «Esto no soy yo – ¿qué soy yo?» es el movimiento de la autoindagación. No hay ningún otro medio para la liberación, todos los medios retrasan. Rechace resueltamente lo que no es usted, hasta que el Sí mismo real emerja en su gloriosa nada. La Comprensión conduce a la Liberación
Interlocutor: Si yo soy Dios, entonces el mundo que creo debe ser verdadero. Maharaj: Es verdadero en esencia, pero no en apariencia. Sea libre de deseos y de temores y al instante su visión se aclarará y verá todas las cosas como son. O, puede decir que el satoguna crea el mundo, el tamoguna lo obscurece y el rajoguna lo distorsiona. El Jnani no Atrapa ni Retiene