«yo soy»

Interlocutor: Antes de despertar yo era inconsciente. Maharaj: ¿En qué sentido? ¿Por haber olvidado o por no haber experimentado? ¿No experimenta usted aunque esté inconsciente? ¿Puede usted existir sin conocer? Un lapso en la memoria: ¿es una prueba de no existencia? ¿y puede usted hablar válidamente sobre su propia no existencia como una experiencia efectiva? Usted no puede decir siquiera que su percepción no existía. ¿No se despertó usted al ser llamado? Y al despertar, ¿no fue la sensación de «yo soy» lo que vino primero? Alguna semilla de consciencia debe haber estado existiendo incluso durante el sueño o el desvanecimiento. Al despertar la experiencia se desarrolla así: «Yo soy – el cuerpo – en el mundo». Puede parecer que surge en sucesión pero de hecho es todo simultáneo, una única idea de tener un cuerpo en un mundo. ¿Puede haber la sensación de «yo soy» sin ser alguien? La Sensación de «Yo soy»

Interlocutor: Yo soy siempre alguien con sus recuerdos y hábitos. No conozco ningún otro «yo soy». Maharaj: ¿Quizás algo le impide a usted conocer? Cuando no conoce algo que otros conocen, ¿qué hace usted? La Sensación de «Yo soy»

Interlocutor: ¿Qué beneficio hay en saber que yo no soy el cuerpo? Maharaj: Decir que usted no es el cuerpo no es completamente cierto. En un sentido usted es todos los cuerpos, corazones y mentes y mucho más. Profundice dentro de la sensación de «yo soy» y encontrará. ¿Cómo encuentra usted una cosa que ha perdido u olvidado? La mantiene en su mente hasta que la recupera. La sensación de ser, de «yo soy» es lo primero que emerge. Pregúntese de dónde viene, o sólo obsérvela con calma. Cuando la mente permanece en el «yo soy» sin moverse, usted entra en un estado que no puede ser verbalizado pero que puede ser experimentado. Todo lo que necesita hacer es insistir una y otra vez. Después de todo la sensación de «yo soy» está siempre con usted, sólo que usted le ha adjuntado todo tipo de cosas – cuerpo, sensaciones, pensamientos, ideas, posesiones etc. Todas esas auto-identificaciones son extraviatorias. Debido a ellas usted se toma por lo que no es. La Sensación de «Yo soy»

Interlocutor: ¿Entonces qué soy yo? Maharaj: Es suficiente saber lo que usted no es. Usted no necesita saber lo que usted es. Puesto que, mientras que conocimiento signifique descripción en términos de lo que ya se conoce, ya sea por percepción, o por conceptualización, no puede haber ninguna cosa tal como conocimiento de sí mismo, pues lo que usted es no puede ser descrito, excepto como negación total. Todo lo que puede decir es: «yo no soy esto, yo no soy eso», usted no puede decir a sabiendas «esto es lo que yo soy». Eso es una insensatez. Lo que puede señalar como «esto» o «eso» no puede ser usted mismo. Ciertamente, usted no puede ser otro «algo». Usted no es nada perceptible o imaginable. Sin embargo, sin usted no puede haber ni percepción ni imaginación. Usted observa al corazón sentir, a la mente pensar, al cuerpo actuar; el acto mismo de percibir muestra que usted no es lo que percibe. ¿Puede haber percepción, experiencia, sin usted? Una experiencia debe «pertenecer». Alguien debe venir y declararla como suya propia. Sin un experimentador la experiencia no es real. Es el experimentador el que imparte realidad a la experiencia. Una experiencia que usted no puede tener, ¿de qué valor es para usted? La Sensación de «Yo soy»

Interlocutor: La sensación de ser un experimentador, la sensación de «yo soy», ¿no es también una experiencia? Maharaj: Obviamente, toda cosa experimentada es una experiencia. Y en toda experiencia surge el experimentador de ella. La memoria crea la ilusión de la continuidad. En realidad cada experiencia tiene su propio experimentador y la sensación de identidad se debe al factor común en la raíz de todas las relaciones experimentador-experiencia. Identidad y continuidad no son lo mismo. De la misma manera que cada flor tiene su propio color, aunque todos los colores son causados por la misma luz, así muchos experimentadores aparecen en la presenciación indivisa e indivisible, cada uno separado en la memoria, idéntico en la esencia. Esta esencia es la raíz, el fundamento, la «posibilidad» atemporal y aespacial de toda experiencia. La Sensación de «Yo soy»

Interlocutor: ¿Qué ve usted? Maharaj: Yo veo lo que usted también podría ver, aquí y ahora, si no fuera por el enfoque incorrecto de su atención. Usted no se presta ninguna atención a usted mismo. Su mente está toda con las cosas, las gentes y las ideas, nunca con usted mismo. Póngase a usted mismo en el foco, devenga consciente de su propia existencia. Vea como funciona usted, observe los motivos y los resultados de sus acciones. Estudie la prisión que ha construido en torno a usted mismo, por inadvertencia. Al saber lo que usted no es, usted llega a conocerse a usted mismo. La vía de vuelta a usted mismo es a través de la negación y del rechazo. Una cosa es cierta: lo real no es imaginario, no es un producto de la mente. La sensación de «yo soy» no es continua, aunque es un indicador útil; muestra dónde buscar, pero no qué buscar. Solo obsérvela. Una vez que usted está convencido de que no puede decir verdaderamente nada sobre usted mismo excepto «yo soy», y de que nada que puede ser señalado, puede ser usted mismo, la necesidad del «yo soy» ha terminado – usted ya no intenta verbalizar lo que usted es. Todo lo que necesita es deshacerse de la tendencia a definirse a usted mismo. Todas las definiciones se aplican solo a su cuerpo y a sus expresiones. Una vez que desaparece esta obsesión con el cuerpo, usted revertirá a su estado natural, espontáneamente y sin esfuerzo. La única diferencia entre nosotros es que yo soy presenciador de mi estado natural, mientras usted está aturdido. Lo mismo que el oro convertido en ornamentos no tiene ninguna ventaja sobre el oro en polvo, excepto cuando la mente lo establece así, de igual modo nosotros somos uno en el ser – diferimos solo en apariencia. Lo descubrimos siendo serios, buscando, indagando, preguntando cada día y cada hora, dando la propia vida a este descubrimiento. La Obsesión con el Cuerpo

Interlocutor: ¡Tenacidad y honestidad son dones, ciertamente! Yo no tengo ni rastro de ellos. Maharaj: Todo vendrá a medida que usted avance. Dé primero el primer paso. Todas las bendiciones vienen de dentro. Vuelva adentro. «Yo soy», usted lo sabe. Sea con ello todo el tiempo que pueda permitirse, hasta que revierta a ello espontáneamente. No hay ninguna vía más simple ni más fácil. Lo que Nace debe Morir

Interlocutor: Hay muchos libros interesantes escritos por gentes aparentemente muy competentes, en los que se niega la ilusoriedad del mundo (aunque no su transitoriedad). Según ellos, existe una jerarquía de seres, desde el más bajo al más alto; en cada nivel la complejidad del organismo permite y refleja la profundidad, la amplitud y la intensidad de la consciencia, sin ninguna culminación visible o cognoscible. Una ley suprema gobierna por todas partes: la evolución de las formas por el crecimiento y el enriquecimiento de la consciencia y la manifestación de sus potencialidades infinitas. Maharaj: Esto puede ser así, o no. Incluso si es así, lo es solo desde el punto de vista de la mente, pero de hecho el universo entero (mahadakasha) existe solo en la consciencia (chidakasha), mientras que yo tengo mi estación en lo Absoluto (paramakasha). En el ser puro emerge la consciencia; en la consciencia el mundo aparece y desaparece. Todo lo que es, es mí mismo; todo lo que es, es mío. Antes de todos los comienzos, después de todos los finales – yo soy. Todo tiene su ser en mí, en el «yo soy», que brilla en todo ser vivo. Incluso el no ser es impensable sin mí. Ocurra lo que ocurra, yo debo estar ahí para presenciarlo. La Mente

Interlocutor: ¿En su consciencia? Maharaj: Toda idea de «yo» y «mío», incluso de «yo soy» está en la consciencia. La Mente

Interlocutor: ¿Cómo se hace? Maharaj: Deseche todos los pensamientos excepto uno: el pensamiento «yo soy». La mente se rebelará al comienzo, pero con paciencia y perseverancia cederá y se tranquilizará. Una vez que esté tranquilo, las cosas comenzarán a acontecer espontáneamente y completamente naturales, sin ninguna interferencia de su parte. El Sí Mismo Está Más Allá de la Mente

Interlocutor: Yo he nacido, y moriré. Maharaj: ¿Puede usted decir verdaderamente que no era antes de nacer y puede usted decir cuando esté muerto: «Ahora ya no soy»?. Usted no puede decir desde su propia experiencia que usted no es. Usted solo puede decir «yo soy». Los demás tampoco pueden decirle que «usted no es». El Sí Mismo Está Más Allá de la Mente

Interlocutor: No hay ningún «yo soy» en el sueño profundo. Maharaj: Antes de hacer afirmaciones tan perentorias, examine cuidadosamente su estado de vigilia. Descubrirá pronto que está lleno de vacíos, cuando la mente se queda en blanco. Note cuán poco recuerda incluso cuando está plenamente despierto. Usted no puede decir que no estuvo consciente durante el sueño. Simplemente, no recuerda. Un vacío en la memoria no es necesariamente un vacío en la consciencia. El Sí Mismo Está Más Allá de la Mente

Interlocutor: ¿Cómo puedo deshacerme de esta idea? Maharaj: Si confía en mí, crea cuando le digo que usted es la presenciación pura que ilumina la consciencia y su contenido infinito. Dése cuenta de esto y viva de acuerdo con ello. Si no me cree, entonces vaya al interior, indagando «¿qué soy yo?», o enfoque su mente sobre «yo soy», lo cual es ser puro y simple. La Presenciación

Interlocutor: Puesto que la realidad está siempre con nosotros, ¿en qué consiste la realización de sí mismo? Maharaj: La realización es únicamente lo opuesto de la ignorancia. Tomar el mundo como real y el sí mismo de uno como irreal es ignorancia, la causa del sufrimiento. Conocer el sí mismo como la única realidad y todo lo demás como temporal y transitorio es liberación, paz y gozo. Todo esto es muy simple. En lugar de ver las cosas como las imagina, aprenda a verlas como son. Cuando pueda ver todo como ello es, también se verá a usted mismo como usted es. Es como limpiar un espejo. El mismo espejo que le muestra el mundo como es, también le mostrará su propio rostro. El pensamiento «yo soy» es el paño de pulir. Úselo. La Presenciación y la Consciencia

Interlocutor: ¿Pero sigue siendo una persona? Maharaj: Cuando usted mismo cree ser una persona, ve personas por todas partes. En realidad no hay personas, solo entramados de recuerdos y de hábitos. En el momento de la realización cesa la persona. La identidad permanece, pero la identidad no es una persona, es inherente a la realidad misma. La persona no tiene ningún ser en sí misma; es un reflejo en la mente del presenciador, del «yo soy», que también es un modo del ser. Lo Supremo, la Mente y el Cuerpo

Interlocutor: Eso no hace que la imagen sea sin causa. La película está ahí, y los actores con los técnicos, el director, el productor, los diversos operarios. El mundo está gobernado por la causalidad. Todo está entrelazado. Maharaj: Por supuesto, todo está entrelazado. Y por lo tanto todo tiene innumerables causas. El universo entero contribuye a la menor de las cosas. Una cosa es como es porque el mundo es como es. Vea, usted se ocupa de ornamentos de oro y yo – del oro. Entre los diferentes ornamentos no hay ninguna relación causal. Cuando usted refunde un ornamento para hacer otro, no hay ninguna relación causal entre los dos. El factor común es el oro. Pero usted no puede decir que el oro es la causa. No puede ser llamado una causa, pues no causa nada por sí mismo. Se refleja en la mente como «yo soy», como el nombre y la forma particular del ornamento. Sin embargo, todo es únicamente oro. De la misma manera la realidad hace todo posible y sin embargo nada de lo que hace que una cosa sea lo que es, su nombre y su forma, viene de la realidad. ¿Pero por qué preocuparse tanto de la causación? ¿Qué importan las causas, cuando las cosas mismas son transitorias? Deje venir lo que viene e ir lo que se va – ¿por qué aferrarse a las cosas e indagar sobre sus causas? Las Apariencias y la Realidad

Interlocutor: Sin el poder de Dios no puede hacerse nada. Ni siquiera usted estaría sentado ahí hablándonos sin Él. Maharaj: Todo es Su obra, sin duda. ¿Qué importancia tiene para mí, puesto que yo no quiero nada? ¿Qué puede Dios darme o quitarme? Lo que es mío es mío y era mío incluso cuando Dios no era. Por supuesto, es una cosa muy pequeña, una mota – la sensación de «Yo soy», el hecho de ser. Éste es mi propio lugar, nadie me lo ha dado. La tierra es mía; lo que crece en ella es de Dios. El Jnani

Interlocutor: ¿No hay ningún Dios aparte de usted? Maharaj: ¿Cómo puede haberlo? «Yo soy» es la raíz, Dios es el árbol. ¿A quién he de adorar yo, y para qué? El Jnani

Interlocutor: Puedo no recordar, pero eso no refuta el que yo sea ocasionalmente inconsciente. Maharaj: ¿Por qué no se aparta usted de la experiencia al experimentador y se da cuenta de la plena significación de la única afirmación verdadera que puede hacer: «yo soy»? La No Deseación, la Dicha Más Alta

Interlocutor: ¿Cómo se hace? Maharaj: No hay ningún «cómo» ahí. Permanezca atento a la sensación de «yo soy», sumérjase en ella, hasta que su mente y sensación devengan uno. Mediante intentos repetidos encontrará el justo equilibrio de la atención y de la afección y su mente se establecerá firmemente en el pensamiento-sensación de «yo soy». Cualquier cosa que piense, diga o haga, esta sensación de ser, inmutable y entrañable, permanece como el trasfondo siempre presente de la mente. La No Deseación, la Dicha Más Alta

Interlocutor: ¿Cómo va uno más allá de la mente? Maharaj: Hay muchos puntos de partida – todos ellos conducen a la misma meta. Usted puede comenzar con un trabajo no egoísta, abandonando los frutos de la acción; puede entonces dejar el pensamiento y acabar dejando todos los deseos. Aquí, el abandono (tyaga) es el factor operativo. O, puede no preocuparse por ninguna cosa que usted quiera, o piense, o haga y permanecer sólo en el pensamiento y la sensación de «yo soy», enfocando «yo soy» firmemente en su mente. Todo tipo de experiencias pueden venirle – permanezca inamovible en el conocimiento de que todo lo que es perceptible es transitorio, y de que solo el «yo soy» dura. La No Deseación, la Dicha Más Alta

Interlocutor: Por favor, dígame cual senda hacia la realización de sí mismo es la más corta. Maharaj: Ninguna vía es corta o larga, pero algunas gentes tienen más seriedad y otras menos. Yo puedo hablarle sobre mí mismo. Yo era un hombre simple, pero confié en mi Gurú. Lo que él me dijo que hiciera, eso hice. Me dijo que me concentrara sobre «yo soy» – eso hice. Me dijo que yo soy más allá de todo lo perceptible y concebible – yo le creí. Le di mi corazón y mi alma, toda mi atención y todo mi tiempo libre (yo tenía que trabajar para mantener a mi familia). Como resultado de la fe y de la aplicación seria, realicé mi sí mismo (swarupa) en tres años. Usted puede escoger cualquier vía que le convenga; su seriedad determinará el grado del progreso. La No Deseación, la Dicha Más Alta

Interlocutor: ¿Ninguna sugerencia para mí? Maharaj: Establézcase firmemente en la presenciación de «yo soy». Esto es el comienzo y también el fin de toda la tarea. La No Deseación, la Dicha Más Alta

Interlocutor: Yo soy lo que sé que yo soy. Maharaj: ¡Usted no puede decir que usted es lo que usted piensa que es! Sus ideas sobre usted mismo cambian de día en día y de momento en momento. Su imagen de usted mismo es la cosa más cambiante que usted tiene. Es sumamente vulnerable, y está a merced de cualquier recién llegado. Una privación, la pérdida de un trabajo, un insulto, y su imagen de usted mismo, a la que llama su persona, cambia profundamente. Para saber lo que usted es, debe investigar y saber primero lo que usted no es. Y para saber lo que usted no es, usted debe observarse cuidadosamente, rechazando todo lo que no está necesariamente con el hecho básico: «yo soy». Las ideas: Yo nací en un lugar determinado, a una hora determinada, de mis padres, y ahora soy fulano, que vive en, casado con, padre de, empleado por, etc., no son inherentes a la sensación de «yo soy». Nuestra actitud usual es de «yo soy esto». Separe consistente y perseverantemente el «yo soy» de «esto» o «eso», y trate de sentir lo que significa ser, sólo ser, sin ser «esto» o «eso». Todos nuestros hábitos van contra ello y la tarea de combatirlos es larga y dura a veces, pero una clara comprensión ayuda mucho. Cuanto más claramente comprenda que en el nivel de la mente usted sólo puede ser descrito en términos negativos, tanto más rápidamente llegará al final de su búsqueda y realizará su ser ilimitado. Para Saber Lo que usted Es, Descubra Lo que usted No Es

Interlocutor: Las gentes hablan de ver a Dios. Maharaj: Cuando usted ve el mundo usted ve a Dios. No hay ningún ver a Dios, aparte del mundo. Más allá del mundo, ver a Dios es ser Dios. La luz por la cual usted ve el mundo, que es Dios, es la pequeña chispa: «yo soy», aparentemente tan pequeña, y sin embargo lo primero y lo último en todo acto de conocimiento y de amor. La Realidad está en la Objetividad

Interlocutor: ¿Cómo puedo yo ver el mundo como Dios? ¿Qué quiere decir ver el mundo como Dios? Maharaj: Es como entrar en una habitación obscura. Usted no ve nada – usted puede tocar, pero no ve – ningún color, ningún contorno. La ventana se abre y la habitación se inunda de luz. Colores y formas vienen al ser. La ventana es el dador de luz, pero no su fuente. El sol es la fuente. Similarmente, la materia es como la habitación oscura; la consciencia – la ventana – inunda la materia de sensaciones y de percepciones, y lo supremo es el sol, la fuente de la materia y de la luz. La ventana puede estar cerrada, o abierta, el sol brilla siempre. Eso es toda la diferencia para la habitación, pero no para el sol. Sin embargo, todo esto es secundario para la pequeña cosa que es el «yo soy». Sin el «yo soy» no hay nada. Todo conocimiento es sobre el «yo soy». Las ideas falsas sobre este «yo soy» conducen a la esclavitud, el conocimiento justo conduce a la liberación y a la felicidad. La Realidad está en la Objetividad

Interlocutor: ¿Es «yo soy» y «hay» lo mismo? Maharaj: «Yo soy» denota lo interior, «hay» – lo exterior. Ambos se basan en la sensación de ser. La Realidad está en la Objetividad

Interlocutor: Yo sólo estoy intentando comprender. Usted está hablándonos de la Persona, el Sí mismo y lo Supremo (vyakti, vyakta, avyakta). La luz de la Presenciación Pura, (prajna) enfocada como «yo soy» en el Sí mismo (jivatma), ilumina como consciencia (chetana) la mente (antahkarana), y como vida (prana) vitaliza el cuerpo (deha). Todo esto está muy bien hasta donde llegan las palabras. Pero cuando se trata de distinguir en mí mismo la persona del Sí mismo, y el Sí mismo de lo Supremo, todo es confuso. Maharaj: La persona no es nunca el sujeto. Usted puede ver una persona, pero usted no es la persona. Usted es siempre lo Supremo que aparece en un punto dado del tiempo y del espacio como el presenciador, un puente entre la presenciación pura de lo Supremo y la consciencia múltiple de la persona. Lo Supremo es Más Allá de Todo

Interlocutor: No obstante, todas ellas dicen «yo soy». Maharaj: Únicamente porque usted se identifica con ellas. Una vez que usted se da cuenta de que nada de cuanto aparece ante usted puede ser usted, ni puede decir «yo soy», usted está liberado de todas su «personas» y de sus demandas. La sensación de «yo soy» es suya propia. Usted no puede separarse de ella, pero puede impartírsela a algo, como cuando dice: yo soy joven, yo soy rico, etc. Tales autoidentificaciones son patentemente falsas y son la causa de esclavitud. Lo Supremo es Más Allá de Todo

Interlocutor: ¿No es posible entonces ninguna acción intencional? Maharaj: Todo lo que digo es que la consciencia contiene todo. En la consciencia todo es posible. Usted puede tener causas, si así lo quiere, en su mundo. Otro puede contentarse con una sola causa – la voluntad de Dios. La causa raíz es sólo una: la sensación de «yo soy». Lo Supremo es Más Allá de Todo

Interlocutor: El mundo está lleno de deseos. Todo el mundo desea una cosa u otra. ¿Quién es el deseador? ¿La persona o el sí mismo? Maharaj: El sí mismo. Todos los deseos, santos y no santos, vienen del sí mismo, todos ellos penden de la sensación de «yo soy». Lo Supremo es Más Allá de Todo

Interlocutor: ¿Pero hay algo más allá del Sí mismo? Maharaj: Fuera del Sí mismo no hay nada. Todo es uno y todo está contenido en «yo soy». En los estados de vigilia y de sueño es la persona. En el sueño profundo y en turiya es el Sí mismo. Más allá de la alerta atención de turiya hay la gran paz silente de lo Supremo. Pero de hecho todo es uno en esencia y relativo en apariencia. En la ignorancia el veedor deviene lo visto y en la sabiduría es la visión. ¿Pero por qué interesarse en lo Supremo? Conozca al conocedor y todo será conocido. Lo Supremo es Más Allá de Todo

Interlocutor: Esta es mi pregunta: ¿Cómo encontrar la vía hacia el propio ser de uno? Maharaj: Abandone todas las preguntas excepto una: «¿Quién soy yo»? Después de todo, el único hecho del que usted está seguro es que usted es. El «yo soy» es cierto. El «yo soy esto» no lo es. Esfuércese por encontrar lo que usted es en realidad. ¿Quién soy yo?

Interlocutor: ¿Por qué Dios me ha hecho como yo soy? Maharaj: ¿De qué Dios está usted hablando? ¿Qué es Dios? ¿Acaso no es la luz misma por la cual usted hace la pregunta? «Yo soy» mismo es Dios. La búsqueda misma es Dios. Al buscar usted descubre que usted no es ni el cuerpo ni la mente, y que el amor del sí mismo en usted es por el sí mismo en todo. Los dos son uno. La consciencia en usted y la consciencia en mí, aparentemente dos, una en realidad, busca la unidad y eso es amor. ¿Quién soy yo?

Interlocutor: ¿Cómo voy a encontrar ese amor? Maharaj: ¿Qué ama usted ahora? El «yo soy». Déle su corazón y su mente, no piense en nada más. Esto, cuando es sin esfuerzo y natural, es el estado más alto. En él, el amor mismo es el amante y el amado. ¿Quién soy yo?

Interlocutor: ¿Por cuál signo sabré que estoy más allá del pecado y de la virtud? Maharaj: Cuando esté libre de todo deseo y de todo temor, libre de la idea misma de que usted es una persona. Alimentar las ideas: «Yo soy un pecador, yo no soy un pecador», es pecado. Identificarse uno mismo con lo particular es todo el pecado que hay. Lo impersonal es real, lo persona aparece y desaparece. «Yo soy» es el Ser impersonal. «Yo soy esto» es la persona. La persona es relativa y el Ser puro – fundamental. ¿Quién soy yo?

Interlocutor: Todo el mundo dice «yo soy». El hombre realizado también dice «yo soy». ¿Dónde está la diferencia? Maharaj: La diferencia está en el significado que se da a las palabras «yo soy». En el hombre realizado la experiencia: «yo soy el mundo, el mundo es mío» es supremamente válida – piensa, siente y actúa integralmente y en unidad con todo lo que vive. Puede no conocer siquiera la teoría y la práctica de la realización de sí mismo y haber nacido y haber sido criado libre de nociones religiosas y metafísicas. Pero no tendrá la menor tacha en su comprensión y compasión. La Vida es Amor y el Amor es Vida

Interlocutor: ¿Cómo acaba uno con esta sensación de separatividad? Maharaj: Al enfocar la mente en «yo soy», en la sensación de ser, «yo soy fulano» se disuelve, «yo soy solo un presenciador» permanece, y eso también se sumerge en «yo soy todo». Entonces el todo deviene el Uno, y el Uno – usted mismo, no está separado de mí. Abandone la idea de un «yo» separado y la pregunta «¿de quién es la experiencia?» no surgirá. Dios es el Omnihacedor, el Jnani es un No hacedor

Interlocutor: Usted habla desde su propia experiencia. ¿Cómo puedo hacerla mía? Maharaj: Usted habla de mi experiencia como diferente de su experiencia, debido a que cree que nosotros estamos separados. Pero no lo estamos. En un nivel más profundo mi experiencia es su experiencia. Indague profundamente dentro de usted mismo y la encontrará fácil y simplemente. Vaya usted en la dirección de «yo soy». Dios es el Omnihacedor, el Jnani es un No hacedor

Interlocutor: Para olvidar, uno debe saber. ¿Sabía yo quien soy yo, antes de haberlo olvidado? Maharaj: Por supuesto. El olvido de sí mismo es inherente al conocimiento de sí mismo. La consciencia y la inconsciencia son dos aspectos de una sola vida. Ambos coexisten. Al conocer el mundo usted olvida el sí mismo – al conocer el sí mismo usted olvida el mundo. ¿Qué es el mundo después de todo? Una colección de recuerdos. Aférrese a una sola cosa, a saber, aférrese a «yo soy» y deje partir todo lo demás. Esto es sadhana. En la realización no hay nada que atrapar ni nada que olvidar. Todo se conoce, nada se recuerda. Aférrese a «Yo soy»

Interlocutor: Usted dice que en la raíz del mundo está el olvido de sí mismo. Para olvidar debo recordar: ¿Qué he olvidado recordar? Yo no he olvidado que yo soy. Maharaj: Este «yo soy» también puede ser una parte de la ilusión. Aférrese a «Yo soy»

Interlocutor: Pero usted está de acuerdo en que vivir una vida – vivir sólo la monótona vida del mundo, nacer para morir y morir para nacer – hace avanzar al hombre únicamente por su peso muerto, lo mismo que el río encuentra su camino hacia el mar únicamente por el peso del volumen del agua que recoge. Maharaj: Antes de que el mundo fuera, la consciencia era. En la consciencia el mundo viene al ser, en la consciencia dura y en la consciencia pura se disuelve. En la raíz de todo, está la sensación de «yo soy». El estado de mente: «hay un mundo» es secundario, para ser yo no necesito el mundo, el mundo me necesita. La Personalidad, un Obstáculo

Interlocutor: Yo soy un hijo adoptado. A mi padre no lo conozco. Mi madre murió cuando yo nací. Mi padre adoptivo, para agradar a mi madre adoptiva, que era estéril, me adoptó – casi por accidente. Es un hombre simple – un propietario y conductor de camiones. Mi madre se ocupa de la casa. Ahora tengo 24 años. Desde hace dos años y medio me dedico a viajar, sin descanso, buscando. Quiero vivir una vida buena, una vida santa. ¿qué tengo hacer? Maharaj: Vuelva a casa, encárguese del negocio de su padre, cuide de sus padres en su ancianidad. Cásese con la muchacha que le está esperando, sea leal, sea simple, sea humilde. Oculte su virtud, viva silentemente. Los cinco sentidos y las tres cualidades (gunas) son sus ocho pasos en el yoga. Y «yo soy» es el Gran Recordador (mahamantra). Usted puede aprender de ellos todo lo que necesita saber. Esté atento, inquiera sin cesar. Eso es todo. La Personalidad, un Obstáculo

Interlocutor: ¿No pueden coexistir, como coexisten el tumulto de las olas y la quietud de la profundidad en el océano? Maharaj: Más allá de la mente (chit) no hay ninguna cosa tal como la experiencia. La experiencia es un estado dual. Usted no puede hablar de la realidad como una experiencia. Una vez que se comprende esto, usted ya no buscará el ser y el devenir como separados y opuestos. En realidad son uno e inseparables, como raíces y ramas del mismo árbol. Ambos pueden existir solo en la luz de la consciencia, que, nuevamente, surge en el despertar de la sensación de «yo soy». Este es el hecho primordial. Si usted lo pierde, usted pierde todo. Lo que es sin Comienzo Comienza Siempre

Interlocutor: ¿Es falsa la convicción: «Yo soy Eso»? Maharaj: Por supuesto. La convicción es un estado mental. En «Eso» no hay ningún «yo soy». Con la emergencia de la sensación de «yo soy», «Eso» se obscurece, como con la salida del sol las estrellas se esfuman. Pero lo mismo que con el sol viene la luz, así también con la sensación de sí mismo viene la dicha (chidananda). La causa de la dicha se busca en el «no-yo» y así comienza la esclavitud. Lo que es sin Comienzo Comienza Siempre

Interlocutor: ¿Está causado el soñar por el pensamiento? Maharaj: Todo es un juego de ideas. En el estado libre de ideación (nirvikalpa samadhi) no se percibe nada. La idea raíz es: «yo soy». Esta idea raíz quiebra el estado de consciencia pura y es seguido por las innumerables sensaciones y percepciones, sentimientos e ideas cuya totalidad constituye Dios y Su mundo. El «yo soy» permanece como el presenciador, pero es por la voluntad de Dios por lo que todo acontece. Vivir es el único Propósito de la Vida

Interlocutor: Usted nos aconseja concentrarnos sobre «yo soy». ¿Es esto también una forma de atención? Maharaj: ¿Qué otra cosa puede ser? Dedique su atención indivisa a lo más importante en su vida – usted mismo. De su universo personal usted es el centro – sin conocer el centro, ¿qué más puede conocer? No Infravalore la Atención

Interlocutor: ¿Quiere usted decir que esto fue suficiente? Maharaj: ¿Qué más se necesita hacer? Era mucho recordar al Gurú y sus palabras. Mi consejo para usted es aún menos difícil que esto – solo recuérdese a usted mismo. «Yo soy» es suficiente para sanar su mente y llevarle a usted más allá. Tenga solo alguna confianza. Yo no le engaño a usted. ¿Por qué iba a hacerlo? ¿Acaso quiero algo de usted? Deseo su bien – tal es mi naturaleza. ¿Por qué iba yo a engañarle? El sentido común también le dirá que para dar cumplimiento a un deseo debe mantener su mente puesta en él. Si quiere conocer su verdadera naturaleza, debe tenerse a usted mismo en la mente todo el tiempo, hasta que el secreto de su ser se revele. La Vida es el Gurú Supremo

Interlocutor: Como las cuentas de un collar, los acontecimientos siguen a los acontecimientos – por siempre. Maharaj: Todos ellos están enhebrados en la idea básica: «yo soy el cuerpo». Pero incluso ésta es un estado mental y no dura. Viene y va como todos los demás estados. La ilusión de ser el cuerpo-mente está aquí, debido solo a que no se investiga. La no investigación es el hilo en el que están enhebrados todos los estados de la mente. Es como la oscuridad en una habitación cerrada. Esta ahí – aparentemente. Pero cuando la habitación se abre – ¿adónde va? No va a ninguna parte, debido a que no estaba ahí. Todos los estados de la mente, todos los nombres y formas de existencia tienen su raíz en la no indagación, en la no investigación, en la imaginación y en la credulidad. Es justo decir «yo soy», pero decir «yo soy esto», «yo soy eso», es un signo de no indagación, de no examen, de debilidad mental o de letargia. Todo Acontece por Sí mismo

Interlocutor: ¿Se trata de que lo conocido y el conocedor devengan uno? Maharaj: Ambos son ideas en la mente y palabras que las expresan. No hay ningún sí mismo en ellos. El sí mismo no es ninguno de ambos, ni está entre ambos, ni más allá de ambos. Buscarlo en el nivel mental es fútil. Deje de buscar, y vea – es aquí y ahora – es ese «yo soy» que usted conoce tan bien. Todo lo que necesita hacer es dejar de considerarse a usted mismo dentro del campo de la consciencia. A menos de que usted ya haya considerado estas cuestiones cuidadosamente, escucharme a mí una vez más no servirá de nada. Olvide sus pasadas experiencias y logros, permanezca desnudo, expuesto a los vientos y a las lluvias de la vida y usted tendrá una posibilidad. El Gurú Más Grande es su Sí mismo Interior

Interlocutor: Imagine usted un cuenco de ghee (mantequilla clarificada india). Cuando el cuenco se rompe, el ghee permanece y puede ser transferido a otro cuenco. El cuenco viejo tenía su propio olor, el nuevo tiene el suyo. El ghee llevará los olores de un cuenco a otro. De la misma manera la identidad personal se transfiere de un cuerpo a otro cuerpo. Maharaj: Todo eso está muy bien. Cuando hay el cuerpo, sus peculiaridades afectan a la persona. Sin el cuerpo nosotros tenemos la identidad pura en la sensación de «yo soy». Pero cuando usted renace en un cuerpo nuevo, ¿dónde está el mundo experimentado anteriormente? Matar Daña al Matador, no al Matado

Interlocutor: Una idea, por supuesto. ¿Cómo puede un cerebro recordar lo que no ha experimentado? Maharaj: Usted ha respondido a su propia pregunta. ¿Por qué jugar con las ideas? Conténtese con aquello de lo que está seguro. Y la única cosa de la que puede estar seguro es de «yo soy». Permanezca con ello, y rechace todo lo demás. Esto es Yoga. Matar Daña al Matador, no al Matado

Interlocutor: El patrón es significativo e importante. Tiene su propio valor. Al decir que un diseño tejido es meramente hilos coloreados usted elude lo más importante – su belleza. O al describir un libro como papel con manchas de tinta en él, usted elude el significado. La identidad es valiosa porque es la base de la individualidad; eso que nos hace únicos e irremplazables. «Yo soy», es la intuición de la singularidad. Maharaj: Sí y no. Identidad, individualidad, singularidad – son los aspectos más valiosos de la mente, pero solo de la mente. «Yo soy todo lo que hay» es también una experiencia igualmente válida. Lo particular y lo universal son inseparables. Son los dos aspectos de lo sin nombre, como se ve desde fuera y desde dentro. Desafortunadamente, las palabras solo mencionan, pero no transmiten. Intente ir más allá de las palabras. Matar Daña al Matador, no al Matado

Interlocutor: Los Jainas creen en una multiplicidad de presenciadores siempre separados. Maharaj: Esa es su tradición basada en la experiencia de algunas grandes personas. El único presenciador se refleja a sí mismo en los innumerables cuerpos como «yo soy». Mientras los cuerpos duran, por muy sutiles que sean, «yo soy» aparece como muchos. Más allá del cuerpo solo hay el Uno. Matar Daña al Matador, no al Matado

Interlocutor: La fe que usted tiene en usted mismo, ¿no es también la forma de un deseo? Maharaj: Cuando digo: «yo soy», no quiero decir una entidad separada con un cuerpo como su núcleo. Quiero decir la totalidad del ser, el océano de la consciencia, el universo entero de todo lo que es y conoce. Yo no tengo nada que desear pues yo soy completo siempre. Matar Daña al Matador, no al Matado

Interlocutor: Yo no soy una proyección suya, ni usted es una proyección mía. Yo soy por mi derecho propio, no meramente como una creación de usted. Esta ruda filosofía de imaginaciones y proyecciones no me atrae. Usted está privándome de toda realidad. ¿Quién es la imagen de quién? ¿Es usted mi imagen o yo soy la de usted? ¡O yo soy una imagen en mi propia imagen! No, algo no marcha bien en alguna parte. Maharaj: Las palabras revelan su vaciedad. Lo real no puede describirse, debe experimentarse. Yo no puedo encontrar palabras mejores para lo que yo sé. Lo que digo puede sonar ridículo. Pero lo que las palabras intentan transmitir es la verdad más alta. Todo es uno, por mucho que nosotros juguemos con las palabras. Y todo se hace para agradar a la única fuente y meta de todos los deseos, a quien todos nosotros conocemos como el «yo soy». Matar Daña al Matador, no al Matado

Interlocutor: Si la realidad es mi naturaleza real, ¿cómo puedo yo no estar dispuesto siempre? Maharaj: La no disposición quiere decir miedo. Usted tiene miedo de lo que usted es. Su destino es el todo. Pero usted tiene miedo de perder su identidad. Esto es puerilidad, aferrarse a los juguetes, a sus deseos y miedos, opiniones e ideas. Abandónelo todo y permanezca dispuesto a que lo real se manifieste. Esta automanifestación tiene su mejor expresión en las palabras: «yo soy». Nada más tiene ser. De esto usted tiene una certeza absoluta. Más allá del Sufrimiento y del Placer hay Dicha

Interlocutor: «Yo soy», por supuesto, pero «yo sé» también. Y yo sé que yo soy fulano, el poseedor del cuerpo, en relaciones múltiples con otros poseedores. Maharaj: Todo es memoria traída al ahora. Más allá del Sufrimiento y del Placer hay Dicha

Interlocutor: ¿Cómo puede usted llegar a conocer un estado de ser puro, que no es ni consciente ni inconsciente? Todo conocimiento está solo en la consciencia. ¿Puede haber un estado tal como la suspensión de la mente? ¿Aparece la consciencia entonces como el presenciador? Maharaj: El presenciador solo registra aconteceres. En la suspensión de la mente se disuelve incluso el sentido de «yo soy». No hay ningún «yo soy» sin la mente. Más allá del Sufrimiento y del Placer hay Dicha

Interlocutor: Sin la mente quiere decir sin pensamientos. «Yo soy», como pensamiento, se desvanece. «Yo soy», como la sensación de ser, permanece. Maharaj: Toda experiencia se desvanece con la mente. Sin la mente no puede haber ningún experimentador ni experiencia. Más allá del Sufrimiento y del Placer hay Dicha

Interlocutor: Todo esto es muy interesante, sin duda, pero mi objetivo es más simple. Yo quiero más placer y menos sufrimiento en la vida. ¿Qué tengo que hacer? Maharaj: Mientras hay consciencia, debe haber placer y sufrimiento. Está en la naturaleza del «yo soy», de la consciencia, identificarse a sí misma con los opuestos. Más allá del Sufrimiento y del Placer hay Dicha

Interlocutor: ¿Qué locura? Maharaj: La de pensar que usted ha nacido y que morirá, que es un cuerpo que manifiesta una mente y todas las demás insensateces. En mi mundo nadie nace y nadie muere. Algunos salen de viaje y regresan, otros no le dejan nunca. ¿Qué diferencia hay puesto que viajan a tierras de sueños, cada uno de ellos envuelto en su propio sueño? Solo el despertar es importante. Es suficiente conocer el «yo soy» como realidad y también como amor. Solo el Sí mismo es Real

Interlocutor: ¿Pero cuál es el factor de la maduración? Maharaj: El recuerdo de sí mismo, la presenciación de «yo soy» le madura poderosa y rápidamente. Abandone a todas las ideas sobre usted mismo y simplemente sea. La Ignorancia puede ser Reconocida, no Jnana

Interlocutor: Nosotros lo llamamos Dios. Maharaj: Dios es solo una idea en su mente. El hecho es usted. La única cosa que usted sabe con certeza es: «Aquí y ahora yo soy». Quite el «aquí y ahora», el «yo soy» permanece, inaprehensible. El mundo existe en la memoria, la memoria está en la consciencia; la consciencia existe en la presenciación y la presenciación es el reflejo de la luz sobre las aguas de la existencia. «Yo soy» es Verdadero, todo lo demás es Inferencia

Interlocutor: ¿Está el presenciador de la ignorancia separado de la ignorancia? Decir: «yo soy ignorante» ¿no es una parte de la ignorancia? Maharaj: Por supuesto. Todo lo que puedo decir verdaderamente es: «yo soy», todo lo demás es inferencia. Pero la inferencia ha devenido un hábito. Destruya todos los hábitos de pensar y de ver. La sensación de «yo soy» es la manifestación de una causa más profunda, que usted puede llamar sí mismo, Dios, Realidad o por cualquier otro nombre. El «yo soy» está en el mundo; pero es la llave que puede abrir la puerta de salida del mundo. La luna que danza en el agua se ve en el agua, pero es causada por la luna en el cielo y no por el agua. «Yo soy» es Verdadero, todo lo demás es Inferencia

Interlocutor: ¿Cómo rompe uno el hechizo? Maharaj: Afirme su independencia en pensamiento y acción. Después de todo, todo depende de su fe en usted mismo, en la convicción de que lo que ve y oye, piensa y siente es real. ¿Por qué no cuestiona su fe? Sin ninguna duda, este mundo es pintado por usted en la pantalla de la consciencia y es enteramente su propio mundo privado. Solo su sensación de «yo soy», aunque está en el mundo, no es del mundo. Usted no puede cambiar por ningún esfuerzo de lógica o de imaginación el «yo soy» en «yo no soy». La negación misma de su ser lo afirma. Una vez que se da cuenta de que el mundo es su propia proyección, usted es libre de él. ¡No necesita liberarse de un mundo que no existe, excepto en su propia imaginación! Sea como sea la pintura, bella o fea, usted es quien la pinta y no está sujeto a ella. Dése cuenta de que no hay nadie que se la imponga a usted, de que se debe al hábito de tomar lo imaginario por real. Vea lo imaginario como imaginario y sea libre del miedo. Lo mismo que los colores de esta alfombra son manifestados por la luz, pero la luz no es el color, así el mundo es causado por usted, pero usted no es el mundo. Eso que crea y sustenta el mundo, usted puede llamarlo Dios o providencia, pero finalmente usted es la prueba de que Dios existe, no al revés. Pues, antes de que pueda hacerse ninguna pregunta sobre Dios, usted debe estar aquí para hacerla. «Yo soy» es Verdadero, todo lo demás es Inferencia

Interlocutor: Dios es una experiencia en el tiempo, pero el experimentador es atemporal. Maharaj: Incluso el experimentador es secundario. Primero es la infinita expansión de la consciencia, la posibilidad eterna, el potencial inmensurable de todo lo que fue, es y será. Cuando usted mira algo, es lo último lo que usted ve, pero imagina que ve una nube o un árbol. Aprenda a mirar sin imaginación, a escuchar sin distorsión: eso es todo. Deje de atribuir nombres y formas a lo esencialmente sin nombre y sin forma, dése cuenta de que todo modo de percepción es subjetivo, de que lo que se ve o se oye, se toca o se huele, se siente o se piensa, se espera o se imagina, está en la mente y no en la realidad, y experimentará paz y liberación del temor. La sensación de «yo soy» se compone de luz pura y de la sensación de ser. El «yo» está aquí incluso sin el «soy». Igualmente, la luz pura está aquí tanto si usted dice «yo» como si no lo dice. Devenga consciente de esa luz pura y nunca la perderá. La eseidad en el ser, la presenciación en la consciencia, el interés en cada experiencia – eso no es descriptible, aunque es perfectamente accesible, pues no hay nada más. «Yo soy» es Verdadero, todo lo demás es Inferencia

Interlocutor: ¿No permanece «yo soy»? Maharaj: La palabra «permanece» no se aplica aquí. «Yo soy» es siempre nuevo. Usted no necesita recordar para ser. Como una cuestión de hecho, antes de que usted pueda experimentar algo, debe haber la sensación de ser. Al presente su ser está mezclado con la experiencia. Todo lo que necesita es desenredar el ser de la madeja de las experiencias. Una vez que ha conocido el ser puro, sin ser esto o eso, lo discernirá entre las experiencias y ya no será extraviado por los nombres y las formas. La autolimitación es la esencia misma de la personalidad. Lo que Viene y Va no tiene ningún Ser

Interlocutor: Todo lo que usted dice se apoya sobre su asumición de que el mundo es su propia proyección. Usted admite que usted se refiere a su mundo subjetivo, personal, el mundo que se le da a usted a través de sus sentidos y de su mente. En ese sentido cada uno de nosotros vive en un mundo de su propia proyección. Estos mundos privados apenas se tocan entre ellos y surgen y se sumergen en el «yo soy» en su centro. Pero ciertamente detrás de estos mundos privados debe haber un mundo objetivo común, del que los mundos privados son meras sombras. ¿Niega usted la existencia de un tal mundo objetivo, común a todos? Maharaj: La realidad no es ni subjetiva ni objetiva, ni mente ni materia, ni tiempo ni espacio. Estas divisiones necesitan a alguien a quien acontecer, un centro consciente separado. Pero la realidad es todo y nada, la totalidad y la exclusión, la plenitud y la vacuidad, plenamente consistente, absolutamente paradójica. Usted no puede hablar sobre ella, solo puede perder su sí mismo en ella. Cuando usted niega la realidad a algo, llega a un residuo que no puede ser negado. Toda conversación sobre jnana es un signo de ignorancia. Es la mente la que imagina que no sabe y que después llega a saber. La realidad no sabe nada de estas contorsiones. Incluso la idea de Dios como el creador el falsa. ¿Debo yo mi ser a algún otro ser? Debido a que yo soy, todo es. Lo que Viene y Va no tiene ningún Ser

Interlocutor: ¿Se me permite preguntar cómo llegó usted a su presente condición? Maharaj: Mi maestro me dijo que me aferrara tenazmente a la sensación de «yo soy» y que no me separara de ella ni siquiera un momento. Yo hice lo mejor que pude para seguir su consejo y en un tiempo relativamente corto me di cuenta dentro de mí mismo de la verdad de su enseñanza. Todo lo que hice fue recordar su enseñanza, su rostro, sus palabras constantemente. Esto puso fin a la mente; en la quietud de la mente me vi a mí mismo como yo soy – ilimitado. La Presenciación es Libre

Interlocutor: Búsqueda significa carencia, necesidad, incompletud e imperfección. Maharaj: No, significa negación y rechazo de lo incompleto y de lo imperfecto. La búsqueda de la realidad es ella misma el movimiento de la realidad. De una cierta manera, toda búsqueda lo es de la felicidad real, o de la felicidad de lo real. Pero aquí por búsqueda queremos decir la búsqueda de uno mismo como la raíz del ser consciente, como la luz más allá de la mente. Esta búsqueda no acabará nunca, mientras que la sed incesante de todo lo demás debe terminar, para que el progreso real tenga lugar. Uno tiene que comprender que la búsqueda de la realidad, o de Dios, o del Gurú, y la búsqueda del sí mismo, son lo mismo; cuando se encuentra uno, se encuentran todos. Cuando «yo soy» y «Dios es» devienen indistinguibles en su mente, entonces acontecerá algo y sabrá sin ningún rastro de duda que Dios es debido a que usted es, que usted es debido a que Dios es. Los dos son uno. La Presenciación es Libre

Interlocutor: Usted me dijo que puedo ser considerado bajo tres aspectos: el personal (vyakti), el suprapersonal (vyakta) y el impersonal (avyakta). El avyakta es el «yo» puro, universal y real; el vyakta es su reflexión en la consciencia como «yo soy»; el vyakti es la totalidad de los procesos físicos y vitales. Dentro de los estrechos confines del momento presente, lo suprapersonal es consciente de la persona a la vez en el espacio y en el tiempo; no solo de una persona, sino de la larga serie de personas ensartadas en el hilo del karma. Esencialmente, es a la vez el presenciador y el residuo de las experiencias acumuladas, la sede de la memoria, y el hilo conector (sutratma). Es el carácter del hombre que la vida construye y conforma de nacimiento en nacimiento. Lo universal es más allá de todos los nombres y formas, más allá de la consciencia y del carácter, puro ser no consciente de sí mismo. ¿He transcrito sus puntos de vista correctamente? Maharaj: En el nivel de la mente – sí. Más allá del nivel mental ninguna palabra se aplica. La Presenciación de Sí mismo es el Presenciador

Interlocutor: Sin embargo, siento que no estoy tan desvalido como usted me hace aparecer. Siento que puedo hacer todo lo que puedo pensar, solo que no sé cómo. No es la fuerza lo que me falta sino el conocimiento. Maharaj: ¡No conocer los medios es admitidamente tan malo como no tener la fuerza! Pero dejemos el tema por el momento; después de todo no es importante por qué nos sentimos desvalidos, mientras veamos claramente que por el momento estamos desvalidos. Yo tengo ahora 74 años. Y sin embargo siento que soy un niño. Siento claramente que a pesar de todos los cambios soy un niño. Mi Gurú me dijo: «ese niño, que eres tú incluso ahora, es tu sí mismo real (swarupa). Retorna a ese estado de ser puro, donde el “yo soy” está todavía en su pureza antes de contaminarse con “yo soy esto” o “yo soy eso”. Tu carga es solo de falsas autoidentificaciones – abandónalas todas». Mi Gurú me dijo: «Confía en mí. Te digo: tú eres divino. Tómalo como la verdad absoluta. Tu dicha es divina, tu sufrimiento es divino también. Todo viene de Dios. Recuérdalo siempre. Tú eres Dios, solo se hace tu voluntad». Yo le creí y pronto me di cuenta de cuan maravillosamente verdaderas y exactas eran sus palabras. Yo no condicioné mi mente con el pensamiento: «yo soy Dios, yo soy maravilloso, yo soy más allá». Simplemente seguí su instrucción, que era enfocar la mente en el ser puro «yo soy» y permanecer en él. Yo solía sentarme durante horas, sin nada en mi mente excepto el «yo soy» y pronto la paz y la dicha y un profundo amor omniabarcante devinieron mi estado normal. En él todo desapareció – mí mismo, mi Gurú, la vida que yo vivía, el mundo de mi entorno. Solo quedó la paz y un insondable silencio. Sea Indiferente al Sufrimiento y al Placer

Interlocutor: ¿Cómo me voy a pensar a mí mismo fuera cuando mis pensamientos vienen y van como quieren? Su cháchara sin fin me distrae y me agota. Maharaj: Observe sus pensamientos como observa el tráfico de la calle. Las gentes vienen y van; usted registra sin respuesta. Puede no ser fácil al comienzo, pero con alguna práctica encontrará que su mente puede funcionar en muchos niveles al mismo tiempo y puede ser consciente de todos ellos. Es solo cuando ha volcado el interés en algún nivel particular, cuando su atención se queda atrapada en él y usted se apaga en los otros niveles. Incluso entonces el trabajo en los niveles apagados continúa, fuera del campo de la consciencia. No luche con sus recuerdos y pensamientos; intente solo incluir en su campo de atención éstas otras cuestiones más importantes, como «¿quién soy yo?», «¿cómo aconteció que yo nací?», «¿de dónde viene este universo que me rodea?», «¿Qué es real y que es momentáneo?». Ningún recuerdo persistirá, si pierde el interés en él; es el lazo emocional el que perpetúa la esclavitud. Usted está siempre buscando el placer, evitando el sufrimiento, siempre tras de la felicidad y de la paz. ¿No ve que es su búsqueda misma de la felicidad la que le hace sentirse miserable? Inténtelo al revés: indiferente al sufrimiento y al placer, ni pidiendo, ni rechazando, dé toda su atención al nivel en el que «yo soy» es atemporalmente presente. Pronto se dará cuenta de que la paz y la felicidad están en su naturaleza misma y que lo que perturba es solo buscarlas a través de algunos canales particulares. Evite la perturbación, eso es todo. No hay ninguna necesidad de buscar; usted no buscaría lo que ya tiene. Usted mismo es Dios, la Realidad Suprema. Para comenzar, confíe en mí, confíe en el Maestro. Esto le permite dar el primer paso – y entonces su confianza se ve justificada por su propia experiencia. En toda marcha en la vida la confianza inicial es esencial; sin ella puede hacerse poco. Toda comprensión es un acto de fe. ¡Incluso su pan cotidiano usted lo come en base a la confianza! Recordando lo que le he dicho, logrará todo. Se lo digo otra vez: usted es la realidad omnipenetrante, omnitrascendente. Compórtese en consecuencia: piense, sienta y actúe en armonía con el todo, y la experiencia efectiva de lo que digo amanecerá en usted inmediatamente. No se necesita ningún esfuerzo. Tenga fe y actúe con ella. Se lo ruego, vea que yo no quiero nada de usted. Es en su propio interés que hablo. Debido a que por encima de todo se ama a usted mismo, usted se quiere a usted mismo seguro y feliz. No se avergüence de ello, no lo niegue. Es natural y bueno amarse a sí mismo. Solo que debe saber qué ama usted exactamente. No es el cuerpo lo que usted ama, es la vida – percibir, sentir, pensar, hacer, amar, esforzarse, crear. Lo que usted ama es esa Vida, la cual es usted, la cual es todo. Realícela en su totalidad, más allá de todas las divisiones y limitaciones, y todos sus deseos se fundirán en ella, pues lo más grande contiene a lo más pequeño. Encuéntrese por tanto a usted mismo, pues al encontrar eso usted lo encuentra todo. Todo el mundo está contento de ser. Pero pocos conocen la plenitud de ello. Usted llega a conocer morando en su mente en «yo soy», «yo conozco», «yo amo» – con la voluntad de alcanzar el significado más profundo de estas palabras. Sea Indiferente al Sufrimiento y al Placer

Interlocutor: ¿Puedo pensar «yo soy Dios»? Maharaj: No se identifique a usted mismo con una idea. Si entiende por Dios lo No Conocido, entonces diga meramente: «yo no sé lo que yo soy». Si usted conoce a Dios como conoce a su sí mismo, no necesita decirlo. Lo mejor es la simple sensación de «yo soy». More en ella pacientemente. Aquí paciencia es sabiduría; no considere el fracaso. No puede haber ningún fracaso en esta tarea. Sea Indiferente al Sufrimiento y al Placer

Interlocutor: Ciertamente debe de haber algo en común entre los muchos puntos de consciencia que somos. Maharaj: ¿Dónde están los muchos puntos? En su mente. Usted insiste en que su mundo es independiente de su mente. ¿Cómo puede serlo? Su deseo de conocer las mentes de otras gentes se debe a su no conocimiento de su propia mente. Primero conozca su propia mente y encontrará que la cuestión de otras mentes ya no se plantea en absoluto, pues no hay otras gentes. Usted es el factor común, el único lazo entre las mentes. Ser es consciencia; «yo soy» se aplica a todos. Abandone Todo y Usted Gana Todo

Interlocutor: Sin embargo, usted debe creer en haber vivido antes. Maharaj: Las escrituras dicen eso, pero yo no sé nada sobre ello. Yo me conozco a mí mismo como yo soy; como yo aparezco o apareceré no está dentro de mi experiencia. No es que yo no recuerde. Es que no hay nada que recordar. La reencarnación implica un sí mismo que se reencarna. No hay ninguna cosa tal. El paquete de recuerdos y de esperanzas, llamado el «yo», se imagina a sí mismo existiendo perennemente y crea el tiempo para dar acomodo a su falsa eternidad: Para ser, yo no necesito ningún pasado ni ningún futuro. Toda experiencia nace de la imaginación; yo no imagino, de modo que a mí mismo ningún nacimiento ni muerte acontecen. Solo aquellos que se piensan a sí mismos nacidos pueden pensarse a sí mismos renacidos. Usted me está acusando de haber nacido – ¡yo no me reconozco culpable! Todo existe en la presenciación y la presenciación ni muere ni renace. Es la realidad inmutable misma. Todo el universo de la experiencia nace con el cuerpo y muere con el cuerpo; tiene su comienzo y su fin en la presenciación, pero la presenciación no conoce ningún comienzo, ni ningún fin. Si lo piensa cuidadosamente y lo medita durante largo tiempo, llegará a ver la luz de la presenciación en toda su claridad y el mundo desaparecerá de su visión. Es como mirar a un bastoncillo de incienso encendido; usted ve el bastoncillo y el humo primero; cuando usted nota el punto ígneo, se da cuenta de que tiene el poder de consumir montañas de bastoncillos y de llenar el universo de humo. Atemporalmente, el sí mismo se actualiza a sí mismo sin agotar sus posibilidades infinitas. En el símil del bastoncillo de incienso, el bastoncillo es el cuerpo y el humo es la mente. Mientras la mente está ocupada con sus contorsiones, no percibe su propia fuente. Entonces viene el Gurú y vuelve su atención hacia la chispa de dentro. Por su naturaleza misma la mente está vuelta hacia fuera; siempre tiende a buscar la fuente de las cosas entre las cosas mismas; el que se le diga a uno que busque la fuente dentro es, de alguna manera, el comienzo de una nueva vida. La presenciación ocupa el lugar de la consciencia; en la consciencia hay el «yo», que es consciente, mientras que la presenciación es indivisa; la presenciación es consciente de sí misma. El «yo soy» es un pensamiento, mientras la presenciación no es un pensamiento; no hay ningún «yo soy consciente» en la presenciación. La consciencia es un atributo, mientras la presenciación no lo es; uno puede ser presenciación de ser consciente, pero no consciente de ser presenciación. Dios es la totalidad de la consciencia, pero la presenciación es más allá de todo – del ser y del no ser. Al Surgir la Consciencia, Surge el Mundo

Interlocutor: Cuando se le pregunta a usted por los medios de la realización de sí mismo, invariablemente enfatiza la importancia de que la mente more en la sensación de «yo soy». ¿Dónde está el factor causal? ¿Por qué debe resultar este pensamiento particular en la realización de sí mismo? ¿Cómo me afecta a mí la contemplación de «yo soy»? Maharaj: El factor mismo de la observación altera al observador y a lo observado. Después de todo, lo que impide la visión dentro de la verdadera naturaleza de uno es la debilidad y estrechez de la mente y su tendencia a pasar por alto lo sutil y a enfocar solo lo grosero. Cuando sigue mi consejo e intenta mantener su mente en la noción de «yo soy» solo, usted deviene plenamente consciente de su mente y de sus desvaríos. La presenciación, al ser armonía lúcida (sattva) en acción, disuelve la estupidez y aquieta la agitación de la mente y de modo pausado pero firme cambia su substancia misma. Este cambio no necesita ser espectacular; puede que apenas se note; sin embargo es un cambio profundo y fundamental desde la obscuridad a la luz, desde la inadvertencia a la presenciación. La Perfección, el Destino de Todo

Interlocutor: ¿Debe ser la fórmula «yo soy»? ¿No funcionará alguna otra sentencia? Si yo me concentro en «hay una mesa», ¿no servirá al mismo propósito? Maharaj: Como un ejercicio de concentración – sí. Pero no le llevará más allá de la idea de una mesa. Usted no está interesado en mesas, quiere conocerse a usted mismo. Para esto mantenga firmemente en el foco de la conciencia la única pista que tiene: su certeza de ser. Sea con ella, juegue con ella, medite sobre ella, cave profundamente en ella, hasta que la concha de la ignorancia se rompa y usted emerja en el reino de la realidad. La Perfección, el Destino de Todo

Interlocutor: ¿Hay algún lazo causal entre mi enfoque del «yo soy» y la ruptura de la concha? Maharaj: El impulso a encontrarse a uno mismo es un signo de que usted está dispuesto. El impulso siempre viene desde dentro. A menos de que haya llegado su tiempo, no tendrá ni el deseo ni la fuerza para emprender la indagación de sí mismo con todo su corazón. La Perfección, el Destino de Todo

Interlocutor: Hay una cosa que no puedo entender. Usted habla del sí mismo interior como sabio y bueno y bello y en todo modo perfecto, y de la persona como un mero reflejo sin ningún ser suyo propio. Por otra parte, usted se toma muchas molestias para ayudar a la persona a realizarse a sí misma. Si la persona es tan insignificante, ¿por qué estar tan interesado en su bienestar? ¿A quién le importa una sombra? Maharaj: Usted ha introducido la dualidad donde no hay ninguna. Hay el cuerpo y hay el Sí mismo. Entre ellos está la mente, en la que el Sí mismo se refleja como «yo soy». Debido a las imperfecciones de la mente, a su rudeza y agitación, a su falta de discernimiento y de visión, ella se toma a sí misma por el cuerpo, no por el Sí mismo. Todo lo que se necesita es purificar la mente a fin de que pueda realizar su identidad con el Sí mismo. Cuando la mente se sumerge en el Sí mismo, el cuerpo no presenta ningún problema. Sigue siendo lo que es, un instrumento de cognición y de acción, la herramienta y la expresión del fuego creativo interior. El valor último del cuerpo es que sirve para descubrir el cuerpo cósmico, que es el universo en su totalidad. Cuando usted se da cuenta de usted mismo en la manifestación, continúa descubriendo que usted es siempre más de lo que había imaginado. La Perfección, el Destino de Todo

Interlocutor: ¿Cómo puedo deshacer un nudo que está enteramente por debajo del nivel de mi consciencia? Maharaj: Siendo con usted mismo, el «yo soy»; observándose a usted mismo en su vida diaria con interés alerta, con la intención de comprender más bien que de juzgar, en la plena aceptación de cualquier cosa que emerja, debido a que ella está ahí, usted anima a la profundidad a salir a la superficie y enriquece su vida y su consciencia con sus energías cautivas. Éste es el gran trabajo de la presenciación; quita los obstáculos y libera las energías comprendiendo la naturaleza de la vida y de la mente. La inteligencia es la puerta a la liberación y la atención alerta es la madre de la inteligencia. El Deseo y el Temor son Estados Egocentrados

Interlocutor: Hace cuarenta años J. Krishnamurti dijo que hay solo vida y que toda charla sobre personalidades e individualidades no tiene ningún fundamento en realidad. Él no intentó describir la vida – dijo meramente que mientras que la vida no necesita y no puede ser descrita, sí puede ser plenamente experimentada, si se suprimen los obstáculos a su experiencia. El principal escollo se encuentra en nuestra idea del tiempo y en nuestra adicción a él, en nuestro hábito de anticipar un futuro a la luz del pasado. La suma total del pasado deviene el «yo fui», lo esperado para el futuro deviene el «yo seré» y la vida es un constante esfuerzo por pasar desde lo que «yo fui» a lo que «yo seré». El momento presente, el «ahora» es perdido de vista. Maharaj habla de «yo soy». ¿Es una ilusión, como «yo fui» y «yo seré», o hay algo real en ello? Y si el «yo soy» es también una ilusión, ¿cómo se libera uno de él? La noción misma de «yo soy» libre de «yo soy» es una absurdidad. ¿Hay algo real, algo duradero, en el «yo soy» a diferencia del «yo fui» o «yo seré», los cuales cambian con el tiempo, a medida que los recuerdos crean nuevas expectativas? Maharaj: El presente «yo soy» es tan falso como el «yo fui» y el «yo seré». Es meramente una idea en la mente, una impresión dejada por la memoria, y la entidad separada que crea es falsa. Este hábito de referirse a un falso centro debe ser suprimido; la noción: «yo veo», «yo siento», «yo pienso», «yo hago», debe desaparecer del campo de la consciencia; lo que queda cuando lo falso ya no es, es real. En lo Supremo, el Presenciador aparece

Interlocutor: ¿Qué son todas estas grandes palabras sobre la eliminación del sí mismo? ¿Cómo puede el sí mismo eliminarse a sí mismo? ¿Qué tipos de acrobacias metafísicas pueden conducir a la desaparición del acróbata? Finalmente reaparecerá, enormemente orgulloso de su desaparición. Maharaj: Usted no necesita dar caza al «yo soy» para matarlo. No puede hacerlo. Todo lo que necesita es un sincero anhelo de la realidad. Nosotros lo llamamos atma-bhakti, el amor de lo Supremo: o moksha-sankalpa, la determinación a librarse de lo falso. Sin el amor y la voluntad inspiradas por el amor, no se puede hacer nada. Hablar meramente sobre la Realidad sin hacer nada al respecto es auto-derrotarse. Debe haber amor en la relación entre la persona que dice «yo soy» y el observador de ese «yo soy». Mientras el observador, el sí mismo interior, el sí mismo «más alto», se considere a sí mismo aparte del observado, del sí mismo «más bajo», lo desprecie y lo condene, la situación es sin esperanza. Solo cuando el observador (vyakta) acepta a la persona (vyakti) como una proyección o manifestación de sí mismo, y, por así decir, toma al sí mismo dentro del Sí mismo, la dualidad del «yo» y «esto» desaparece, y en la identidad de lo exterior y de lo interior la Suprema Realidad se manifiesta. Esta unión del veedor y de lo visto acontece cuando el veedor deviene consciente de sí mismo como el veedor; él no está meramente interesado en lo visto, lo cual él es de todos modos, sino que está interesado también en su estar interesado, prestando atención a la atención, presenciando su ser consciente. La presenciación afectuosa es el factor crucial que trae a la Realidad al punto de enfoque. En lo Supremo, el Presenciador aparece

Interlocutor: Hay maestros que no quieren hablar del sí mismo más alto y del sí mismo más bajo. Se dirigen al hombre como si solo existiera el sí mismo más bajo. Ni el Buddha ni Cristo mencionaron nunca un sí mismo más alto. J. Krishnamurti también se esfuerza en evitar cualquier mención del sí mismo más alto. ¿Por qué es así? Maharaj: ¿Cómo puede haber dos sí mismos en un solo cuerpo? El «yo soy» es uno. No hay ningún «yo soy más alto» y «yo soy más bajo». Todo tipo de estados de mente se presentan a la presenciación y hay identificación de sí mismo con ellos. Los objetos de observación no son lo que parecen ser y las actitudes con las que son recibidos no son lo que necesitan ser. Si usted piensa que el Buddha, Cristo o Krishnamurti hablan a la persona, usted está equivocado. Ellos saben bien que el vyakti, el sí mismo exterior, no es más que una sombra del vyakta, el sí mismo interior, y ellos se dirigen y amonestan al vyakta solamente. Le dicen que preste atención al sí mismo exterior, que le guíe y que le ayude, que se sienta responsable de él; brevemente, que sea plenamente presenciador de él. La presenciación viene de lo Supremo y penetra el sí mismo interior; el supuesto sí mismo exterior es solo esa parte del ser de uno de la que uno no es presenciador. Uno puede ser consciente, pues todos los seres son conscientes, pero uno no es siempre presenciador. Lo que está incluido en la presenciación deviene lo interior y participa de lo interior. Usted puede ponerlo diferentemente: el cuerpo define el sí mismo exterior, la consciencia el interior, y en la presenciación pura se contacta lo Supremo. En lo Supremo, el Presenciador aparece

Interlocutor: Hay el cuerpo y hay mí mismo. Yo conozco el cuerpo. Aparte de él, ¿qué soy yo? Maharaj: No hay ningún «yo» aparte del cuerpo, ni tampoco hay ningún mundo. Los tres aparecen y desaparecen juntos. En la raíz está la sensación de «yo soy». Vaya más allá de ella. La idea: «yo no soy el cuerpo» es meramente un antídoto para la idea «yo soy el cuerpo», la cual es falsa. ¿Qué es ese «yo soy»? A no ser que se conozca a usted mismo, ¿qué más puede conocer? En lo Supremo, el Presenciador aparece

Interlocutor: De lo que dice concluyo que sin el cuerpo no puede haber ninguna liberación. Si la idea: «yo no soy el cuerpo» conduce a la liberación, la presencia del cuerpo es esencial. Maharaj: Completamente exacto. Sin el cuerpo, ¿cómo puede venir al ser la idea: «yo no soy el cuerpo»? La idea «yo soy libre» es tan falsa como la idea «yo soy esclavo». Encuentre el «yo soy» común a ambas y vaya más allá. En lo Supremo, el Presenciador aparece

Interlocutor: ¿Por qué debo imaginarme a mí mismo tan infeliz? Maharaj: Usted lo hace solo por hábito. Cambie sus maneras de sentir y de pensar, haga inventario de ellas y examínelas estrechamente. Usted está en la esclavitud por inadvertencia. La atención libera. Da por supuestas muchas cosas. Empiece a cuestionar. Las cosas más evidentes son las más dudosas. Hágase a usted mismo preguntas tales como «¿He nacido yo realmente?» «¿Soy yo realmente fulano?» «¿Cómo sé yo que yo existo?» «¿Quiénes son mis padres?» «¿Me han creado ellos a mí, o los he creado yo a ellos?» «¿Debo creer todo lo que se me dice sobre mí mismo?» «¿Quién soy yo, en cualquier caso?». Usted ha puesto mucha energía en construir una prisión para usted mismo. Ponga otra tanta para demolerla. De hecho, la demolición es fácil, pues lo falso se disuelve cuando es descubierto. Todo pende de la idea «yo soy». Examínela muy exhaustivamente. Ella está en la raíz de todos los trastornos. Es una suerte de piel que le separa de la realidad. Lo real está a la vez dentro y fuera de la piel, pero la piel misma no es real. Esta idea de «yo soy» no ha nacido con usted. Usted podía haber vivido muy bien sin ella. Vino más tarde debido a su autoidentificación con el cuerpo. Creó una ilusión de separación donde no había ninguna. Le hizo un extranjero en su propio mundo e hizo que el mundo fuera para usted ajeno y enemigo. Sin la sensación de «yo soy» la vida continúa. Hay momentos en los que estamos sin la sensación de «yo soy», en paz y dichosos. Con el retorno del «yo soy» comienza el trastorno. La Noción de Ser un Hacedor es Esclavitud

Interlocutor: ¿Cómo tiene que librarse uno de la sensación de «yo»? Maharaj: Debe tratar con la sensación de «yo» si quiere librarse de ella. Obsérvela en operación y en paz, cómo comienza y cuándo cesa, lo que quiere y cómo lo obtiene, hasta que usted vea claramente y comprenda plenamente. Después de todo, todos los Yogas, sean cuales sean su fuente y su carácter, tienen solo una meta: salvarle de la calamidad de la existencia separada, de ser solo un punto insignificante en un vasto y hermoso cuadro. Usted sufre debido a que se ha enajenado a usted mismo de la realidad y ahora busca un escape de esta enajenación. No puede escapar de sus propias obsesiones. Solo puede dejar de alimentarlas. Es porque el «yo soy» es falso por lo que quiere continuar. La Realidad no necesita continuar – sabiéndose a sí misma indestructible, es indiferente a la destrucción de las formas y expresiones. Para fortalecer y estabilizar el «yo soy» nosotros hacemos todo tipo de cosas – todo en vano, pues el «yo soy» tiene que ser reconstruido de instante en instante. Es un trabajo que no cesa y la única solución radical es disolver la sensación separativa de «yo soy tal y tal persona» de una vez por todas. El ser permanece, pero no el auto-ser. La Noción de Ser un Hacedor es Esclavitud

Interlocutor: Yo tengo aspiraciones espirituales definidas. ¿No debo trabajar para su cumplimiento? Maharaj: Ninguna ambición es espiritual. Todas las ambiciones son por amor del «yo soy». Si quiere hacer progresos reales debe abandonar toda idea de logro personal. Las ambiciones de los presuntos Yogis son descabelladas. El deseo de un hombre por una mujer es la inocencia misma comparado con la codicia de una dicha personal perpetua. La mente es un fraude. ¡Cuánto más piadosa parece, tanto peor será el engaño! La Noción de Ser un Hacedor es Esclavitud

Interlocutor: La mente recuerda. Esto significa continuidad. Maharaj: La memoria es siempre parcial, no fiable y evanescente. Ella no explica el fuerte sentido de identidad que impregna la consciencia, la sensación de «yo soy». Encuentre lo que está en la raíz de ello. Una Mente Serena es Todo lo que Usted Necesita

Interlocutor: ¿En cuál dirección tengo que mirar? Maharaj: ¡Todas las direcciones están dentro de la mente! Yo no le estoy pidiendo que mire en alguna dirección particular. Solamente mire fuera de todo lo que acontece en su mente y tráigalo a la sensación de «yo soy». El «yo soy» no es una dirección. Es la negación de toda dirección. Finalmente, incluso el «yo soy» tendrá que partir, pues usted no necesita estar afirmando lo que es evidente. Traer la mente a la sensación de «yo soy» meramente ayuda a apartar la mente de todo lo demás. Una Mente Serena es Todo lo que Usted Necesita

Interlocutor: Por supuesto, yo sé que yo soy. Pero no sé lo que eso quiere decir. Maharaj: Lo que usted toma por el «yo» en el «yo soy» no es usted. Saber que usted es, es natural; saber lo que usted es, es el resultado de mucha investigación. Tendrá que explorar todo el campo de la consciencia e ir más allá de ella. Para esto debe encontrar el maestro adecuado y crear las condiciones necesarias para el descubrimiento. Hablando generalmente, hay dos caminos: el externo y el interno. O bien vive con alguien que conoce la Verdad y se somete enteramente a su guía e influencia moldeadora, o bien busca el guía interior y sigue a la luz interior dondequiera que le lleve. En ambos casos sus deseos y temores personales deben ser desechados. Usted aprende ya sea por proximidad o ya sea por investigación, la vía pasiva o la vía activa. O bien se deja llevar por el río de la vida y del amor representado por su Gurú, o bien hace sus propios esfuerzos, guiado por su estrella interior. En ambos casos debe avanzar, debe ser serio. Son raras las gentes que tienen la suerte de encontrar a alguien digno de confianza y de amor. La mayoría de ellos deben tomar la vía dura, la vía de la inteligencia y de la comprensión, de la discriminación y del desapego (viveka-vairagya). Ésta es la vía abierta a todos. Toda Búsqueda de Felicidad es Miseria

Interlocutor: ¿Qué soy yo si no soy humano? Maharaj: Eso que le hace pensar que usted es un humano no es humano. No es más que un punto de consciencia sin dimensiones, una nada consciente; todo lo que puede decir sobre usted mismo es: «yo soy». Usted es ser puro – presenciación – felicidad. Darse cuenta de esto es el fin de toda búsqueda. Usted llega a ello cuando ve que todo lo que usted piensa ser es solo imaginación, y permanece en la presenciación pura de lo transitorio como transitorio, de lo imaginario como imaginario, de lo irreal como irreal. No es en absoluto difícil, pero se necesita desapego. Es el hecho de aferrarse a lo falso lo que hace tan difícil ver lo verdadero. Una vez que comprende que lo falso necesita tiempo y que lo que necesita tiempo es falso, usted está más cerca de la Realidad, la cual es atemporal, siempre en el ahora. La eternidad en el tiempo es mera repetitividad, como el movimiento de un reloj. Fluye desde el pasado al futuro interminablemente, una perpetuidad vacía. La Realidad es lo que hace al presente tan vital, tan diferente del pasado y del futuro, los cuales son meramente mentales. Si usted necesita tiempo para lograr algo, ello debe ser falso. Lo real es siempre con usted, usted no necesita esperar para ser lo que usted es. Únicamente, no debe permitir que su mente salga de usted mismo a buscar. Cuando quiera algo, pregúntese a usted mismo: ¿realmente lo necesito?, y si la respuesta es no, entonces abandónelo. Toda Búsqueda de Felicidad es Miseria

Interlocutor: Así pues, usted dice que debo intentar detener el pensamiento y permanecer firme en la idea: «yo soy». Maharaj: Sí, y todos los pensamientos que vengan a usted en conexión con el «yo soy», vacíelos de todo significado, no les preste ninguna atención. La Experiencia no es la Cosa Real

Interlocutor: Deseo fuerte, fe fuerte – viene a ser lo mismo. Estas gentes no confían ni en sus padres ni en la sociedad, ni siquiera en sí mismos. Todo lo que tocan se convierte en cenizas. Déles una experiencia absolutamente genuina, indudable, más allá de las argumentaciones de la mente y ellos le seguirán a usted hasta el fin del mundo. Maharaj: ¡Pero yo no estoy haciendo nada más! Incansablemente atraigo su atención al único factor incontrovertible – el de ser. Ser no necesita ninguna prueba – prueba todo lo demás. Con solo que profundicen en el hecho de ser y descubran la vastedad y la gloria a la que el «yo soy» es la puerta, y crucen la puerta y vayan más allá, su vida se llenará de felicidad y de luz. Créame, el esfuerzo requerido es como si fuera nada cuando se compara con los descubrimientos a los que se llega. La Experiencia no es la Cosa Real

Interlocutor: Sí, ¿pero cuál es la sadhana para lograr el estado natural? Maharaj: Aférrese a la sensación de «yo soy» con exclusión de todo lo demás. Cuando la mente deviene así completamente silente, brilla con una luz nueva y vibra con un conocimiento nuevo. Todo ello viene espontáneamente, usted solo necesita aferrarse al «yo soy». Lo mismo que al emerger del sueño profundo o de un estado de rapto se siente descansado y sin embargo no puede explicar por qué ni cómo ha llegado a sentirse tan bien, de la misma manera con la realización usted se siente completo, pleno, libre del complejo placer-dolor, y sin embargo no siempre capaz de explicar lo que ha acontecido, por qué ni cómo. Solo puede ponerlo en términos negativos: «Ya no hay nada mal en mí». Es solo por comparación con el pasado como sabe que usted está fuera de él. De otro modo – usted es solo usted mismo. No intente transmitirlo a otros. Si puede hacerlo, no es la cosa real. Sea silente y obsérvelo expresarse a sí mismo en la acción. La Transitoriedad es la Prueba de la Irrealidad

Interlocutor: Algunas experiencias sensoriales que se relacionan conmigo mismo. Maharaj: Ni siquiera eso. Solo sabe que usted reacciona. ¿Quién reacciona y a qué?, usted no lo sabe. Al contacto, usted sabe que usted existe, – «yo soy». El «yo soy esto», «yo soy eso» son imaginarios. Dios es el Fin de Todo Deseo y Conocimiento

Interlocutor: Yo debo comenzar con alguna verdad absoluta. ¿Hay alguna? Maharaj: Sí, la hay, la sensación: «yo soy». Comience con eso. Dios es el Fin de Todo Deseo y Conocimiento

Interlocutor: Pero la persona no quiere ser eliminada. Maharaj: La persona es meramente el resultado de una incomprensión. En realidad, no hay ninguna cosa tal. Las sensaciones, los pensamientos y las acciones corren ante el observador en sucesión inacabable, dejando su rastro en el cerebro y creando una ilusión de continuidad. Un reflejo del observador en la mente crea la sensación de «yo» y la persona adquiere una existencia aparentemente independiente. En realidad no hay ninguna persona, solo el observador idenficándose a sí mismo con el «yo» y lo «mío». El maestro dice al observador: usted no es esto, no hay nada de usted en esto, excepto el pequeño punto de «yo soy», que es el puente entre el observador y su sueño. «Yo soy esto, yo soy eso» es solo sueño, mientras que el «yo soy» puro tiene el sello de la realidad en él. Usted ha saboreado muchas cosas – todas se han resuelto en nada. Solo la sensación de «yo soy» ha persistido – sin cambio. Permanezca con lo que es sin cambio entre lo que cambia, hasta que sea capaz de ir más allá. En la Autopresenciación usted Aprende sobre Usted mismo

Interlocutor: ¿Viene la creación antes que la investigación? Maharaj: Primero usted crea un mundo, entonces el «yo soy» deviene una persona, que no es feliz por diversas razones. Sale en busca de la felicidad, encuentra un Gurú que le dice: «Usted no es una persona, descubra quién es usted». Él lo hace y va más allá. En la Autopresenciación usted Aprende sobre Usted mismo

Interlocutor: ¿Es el «yo soy» real o irreal? ¿Es el «yo soy» el presenciador? ¿Es el presenciador real o irreal? Maharaj: Lo que es puro, sin mezcla, sin apego, es real. Lo que es tintado, mezclado, dependiente y transitorio es irreal. No se extravíe en las palabras – una única palabra puede transmitir varios significados e incluso significados contradictorios. El «yo soy» que persigue lo agradable y que elude lo desagradable es falso; el «yo soy» que ve el placer y el dolor como inseparables ve correctamente. El presenciador que está inmerso en lo que percibe es la persona; el presenciador que se mantiene a distancia, impasible e intocado, es la atalaya de lo real, el punto en el que la presenciación, inherente a lo no manifestado, toca lo manifestado. No puede haber ningún universo sin el presenciador, no puede haber ningún presenciador sin el universo. Lo que es Puro, Sin mezcla, Sin apego, es Real

Interlocutor: El tiempo consume el mundo. ¿Quién es el presenciador del tiempo? Maharaj: El que es más allá del tiempo – lo In-nombrable. Un ascua encendida, movida en círculo con suficiente rapidez, aparece como un círculo brillante. Cuando el movimiento cesa, el ascua permanece. Similarmente, el «yo soy» en movimiento crea el mundo. El «yo soy» en paz deviene lo Absoluto. Usted es como un hombre con una linterna caminando por una galería. Solo puede ver lo que está dentro del haz de luz. El resto está en la obscuridad. Lo que es Puro, Sin mezcla, Sin apego, es Real

Interlocutor: ¿Significa eso que el universo y sus contenidos llegarán a su fin? Maharaj: El universo es su experiencia personal. ¿Cómo puede ser afectado? Usted podría haber estado dando una conferencia durante dos horas; ¿a dónde ha ido una vez terminada? Se ha sumergido en el silencio, en el que tanto el comienzo, como el medio y el fin de la conferencia coinciden juntos. El tiempo ha llegado a una detención, fue, pero ya no es. El silencio después de una vida de charla y el silencio después de una vida de silencio es el mismo silencio. La inmortalidad es la liberación de la sensación: «yo soy». Sin embargo no es extinción. Al contrario, es un estado infinitamente más real, consciente y feliz de lo que usted puede pensar. Solo la consciencia de sí mismo ya no es. La Muerte de la Mente es el Nacimiento de la Sabiduría

Interlocutor: La persona parte y solo queda el presenciador. Maharaj: ¿Quién queda para decir: «¿yo soy el presenciador?». Cuando no hay ningún «yo soy», ¿dónde está el presenciador? En el estado atemporal no hay ningún sí mismo para refugiarse. El hombre que lleva un paquete está ansioso de no perderlo – es consciente del paquete. El hombre que ama la sensación «yo soy» es consciente de sí mismo. El jnani no se aferra a nada y no puede decirse que es consciente. Y sin embargo no es no consciente. Es el corazón mismo de la presenciación. Nosotros le llamamos digambara, vestido de espacio, el Desnudo, más allá de toda apariencia. No hay ningún nombre ni forma bajo los cuales pueda decirse que existe, sin embargo él es el único que verdaderamente es. La Muerte de la Mente es el Nacimiento de la Sabiduría

Interlocutor: ¿Qué hay sobre el presenciador? ¿Es real o irreal? Maharaj: Es ambos. El último remanente de la ilusión, el primer toque de lo real. Decir: yo soy solo el presenciador es a la vez falso y verdadero: falso debido al «yo soy», verdadero debido al presenciador. Es mejor decir: «hay presenciación». En el momento en que usted dice: «yo soy», el universo entero, junto con su creador, vienen al ser. La Muerte de la Mente es el Nacimiento de la Sabiduría

Interlocutor: La he abandonado intelectualmente, pero la sensación de ser lo particular, una persona, está todavía conmigo. Yo puedo decir: «yo soy», pero lo que yo soy no puedo decirlo. Yo sé que existo, pero no sé qué existe. Cualquiera que sea la manera en que lo ponga, me enfrento con lo desconocido. Maharaj: Su ser mismo es lo real. La Verdad es Aquí y Ahora

Interlocutor: ¿Cómo voy a responder? Mi sensación de ser solo prueba que yo soy; no prueba nada que sea independiente de mí. Yo soy relativo, a la vez criatura y creador de lo relativo. La prueba absoluta de la verdad absoluta – ¿qué es, dónde está? ¿Puede ser la prueba de la realidad la mera sensación de «yo soy»? Maharaj: Por supuesto que no. «Yo soy» y «el mundo es» están relacionados y son condicionales. Se deben a la tendencia de la mente a proyectar nombres y formas. La Verdad es Aquí y Ahora

Interlocutor: Lo siento, pero parezco incapaz de expresar mi dificultad. Estoy preguntando sobre la prueba de la verdad y se me están dando los métodos de alcanzarla. Asumiendo que sigo los métodos y que alcanzo algún estado sumamente maravilloso y deseable, ¿cómo llego a saber que mi estado es verdadero? Todas las religiones comienzan con la fe y prometen algún éxtasis. ¿Es el éxtasis de lo real o el producto de la fe? Pues, si es un estado inducido, yo no tendré nada que ver con él. Tome el Cristianismo, que dice: Jesús es tu Salvador, cree y serás salvado del pecado. Cuando preguntó a un cristiano pecador, cómo es que no ha sido salvado del pecado a pesar de su fe en Cristo, responde: mi fe no es perfecta. De nuevo estamos en el círculo vicioso – sin fe perfecta – no hay salvación, sin salvación – no hay fe perfecta, y por consiguiente no hay salvación. Se imponen condiciones que son irrealizables y entonces se nos culpa por no cumplirlas. Maharaj: Usted no se da cuenta de que su presente estado de vigilia es un estado de ignorancia. Su pregunta sobre la prueba de la verdad nace de la ignorancia de la realidad. Usted contacta con sus estados sensoriales y mentales en la consciencia, en el punto de «yo soy», mientras que la realidad no tiene mediación, no se contacta, no se experimenta. Usted está tomando por supuesto la dualidad hasta tal punto, que ni siquiera la nota, mientras que para mí la variedad y la diversidad no crean separación. Usted imagina la realidad aparte de los nombres y las formas, mientras que para mí los nombres y las formas son las expresiones siempre cambiantes de la realidad y no se apartan de ella. Usted pide la prueba de la verdad mientras que para mí toda existencia es la prueba. Usted separa la existencia del ser y el ser de la realidad – mientras que para mí todo es uno. Por muy convencido que esté usted de la verdad de su estado de vigilia, usted no pretende que es permanente y sin cambio, como cuando yo hablo del mío. Sin embargo yo no veo ninguna diferencia entre nosotros, excepto que usted está imaginando cosas, mientras yo no lo hago. La Verdad es Aquí y Ahora

Interlocutor: Señor, si usted dijera: nada es verdad, todo es relativo, yo estaría de acuerdo con usted. Pero mantiene que hay la verdad, la realidad, el conocimiento perfecto, por lo tanto yo pregunto: ¿qué es y cómo lo sabe usted? ¿Y qué me hará decir a mí: «sí, Maharaj estaba en lo cierto»? Maharaj: Usted se está aferrando a la necesidad de una prueba, de un testimonio, de una autoridad. Continúa imaginando que la verdad necesita ser señalada y que se le diga a usted: «Mire, he aquí la verdad». No es así. La verdad no es el resultado de un esfuerzo, el final de un camino. Está aquí y ahora, en el anhelo y en la búsqueda mismos de ella. Está más cerca que la mente y el cuerpo, más cerca que la sensación de «yo soy». Usted no la ve debido a que mira demasiado lejos de usted mismo, fuera de su ser más íntimo. Usted ha objetivado la verdad e insiste en sus pruebas y análisis típicos, los cuales solo se aplican a las cosas y a los pensamientos. La Verdad es Aquí y Ahora

Interlocutor: Señor, si usted quiere que el cuerpo este calmo y la mente quieta, dígame cómo se hace. En la autopresenciación veo el cuerpo y la mente movidos por causas más allá de mi control. La herencia y el entorno me dominan absolutamente. El poderoso «yo soy», el creador del universo, puede ser borrado por una droga temporariamente, o por una gota de veneno – permanentemente. Maharaj: Nuevamente, se toma a usted mismo por el cuerpo. La Verdad es Aquí y Ahora

Interlocutor: Incluso si depongo este cuerpo de huesos, carne y sangre como no mí mismo, todavía sigo con el cuerpo sutil hecho de pensamientos y sensaciones, recuerdos e imaginaciones. Si depongo éstos también como no mí mismo, todavía sigo con la consciencia, la cual también es un tipo de cuerpo. Maharaj: Usted está completamente acertado, pero no necesita detenerse ahí. Vaya más allá. Ni la consciencia, ni el «yo soy» en el centro de ella son usted. Su verdadero ser es enteramente no consciente de sí mismo, completamente libre de toda autoidentificación con ninguna cosa cualquiera que sea, grosera, sutil o transcendental. La Verdad es Aquí y Ahora

Interlocutor: La mente es tan absolutamente inquieta. ¿Cuál es la vía para aquietarla? Maharaj: La confianza en el maestro. Tome mi propio caso. Mi Gurú me ordenó estar atento a la sensación de «yo soy» y no prestar atención a nada más. Yo solo obedecí. No seguí ningún curso particular de respiración o de meditación, o de estudio de las escrituras. Aconteciera lo que aconteciera, yo apartaba mi atención de ello y permanecía con la sensación de «yo soy». Puede parecer demasiado simple, incluso crudo. Mi única razón para hacerlo era que mi Gurú me dijo que lo hiciera. ¡Sin embargo funcionó! La obediencia es un poderoso disolvente de todos los deseos y temores. Solo apártese de todo lo que ocupa la mente; haga cualquier trabajo que tenga que completar, pero evite las obligaciones nuevas; manténgase vacío, manténgase a disposición, no resista a lo que viene sin ser invitado. Finalmente, usted alcanza un estado de no avidez, de no apego gozoso, de holgura y libertad interior indescriptible, y sin embargo maravillosamente real. En Paz y en Silencio usted Crece

Maharaj: Hay el cuerpo. Dentro del cuerpo parece haber un observador y fuera – un mundo bajo observación. El observador y su observación, así como el mundo observado aparecen y desaparecen juntos. Más allá de todo ello, hay el vacío. Este vacío es uno para todos. Interlocutor: Lo que dice parece simple, pero no todo el mundo lo diría. Es usted, y solo usted, quien habla de los tres y del vacío más allá. Yo solo veo el mundo, el cual incluye todo. Maharaj: Incluso el «yo soy». Saber que Usted no sabe, es Verdadero Conocimiento

Interlocutor: Incluso el «yo soy». El «yo soy» está aquí, debido a que el mundo esta aquí. Maharaj: Y el mundo está aquí, debido a que el «yo soy» está aquí. Saber que Usted no sabe, es Verdadero Conocimiento

Interlocutor: Yo puedo distinguir dos estados de mente: «yo soy» y «el mundo es»; surgen y se sumergen juntos. Las gentes dicen: «yo soy, debido a que el mundo es». Usted parece decir: «El mundo es, debido a que “yo soy”». ¿Cuál es el verdadero? Maharaj: Ninguno de ambos. Los dos son uno y el mismo estado, en el espacio y el tiempo. Más allá, hay lo atemporal. Saber que Usted no sabe, es Verdadero Conocimiento

Interlocutor: Se lo ruego, hablemos más. Maharaj: Hablar no es mi afición. A veces hablo, otras no. Que hable, o no hable, es parte de una situación dada y no depende de mí. Cuando hay una situación en la que tengo que hablar, me escucho a mí mismo hablar. En alguna otra situación puedo no escucharme a mí mismo hablar. Todo es lo mismo para mí. Bien sea que yo hable o que no hable, la luz y el amor de ser lo que yo soy no son afectados ni están bajo mi control. Ellos son, y yo sé que son. Hay una presenciación dichosa, pero nadie que sea dichoso. Por supuesto, hay un sentido de identidad, pero es la identidad de un rastro de la memoria, como la identidad de una secuencia de imágenes en la pantalla siempre presente. Sin la luz y la pantalla no puede haber ninguna imagen. Saber que la imagen es el juego de la luz en la pantalla, libera de la idea de que la imagen es real. Todo lo que tiene que hacer es comprender que usted ama al sí mismo y que el sí mismo le ama, y que la sensación de «yo soy» es el lazo entre ustedes dos, un toque de identidad a pesar de la aparente diversidad. Mire al «yo soy» como un signo de amor entre lo interno y lo externo, lo real y lo aparente. Lo mismo que en un sueño todo es diferente, excepto la sensación de «yo», que le permite decir «yo he soñado», así también la sensación de «yo soy» le permite decir «yo soy mi Sí mismo real de nuevo. Yo no hago nada, ni nada se me hace a mí. Yo soy lo que yo soy y nada puede afectarme. Yo parezco depender de todo, pero de hecho todo depende de mí». «Yo» y «Mío» son Ideas Falsas

Interlocutor: Usted está dando una cierta fecha a su realización. Ello significa que algo le aconteció en esa fecha. ¿Qué aconteció? Maharaj: La mente cesó de producir aconteceres. La antigua e incesante búsqueda se detuvo – yo no quería nada, no esperaba nada, no aceptaba nada como mío propio. No quedaba ningún «yo» por el que esforzarme. Incluso el desnudo «yo soy» se esfumó. La otra cosa que notaba era que había perdido todas mis habituales certezas. Antes yo estaba seguro de muchas cosas, ahora no estoy seguro de nada. Pero siento que no he perdido nada con no saber, debido a que todo mi conocimiento era falso. Mi no saber era en sí mismo conocimiento del hecho de que todo conocimiento es ignorancia, de que «yo no sé» es la única afirmación verdadera que la mente puede hacer. Tome la idea «yo he nacido». Puede tenerla por verdadera. No lo es. Usted jamás ha nacido, y jamás morirá. Es la idea lo que ha nacido y lo que morirá, no usted. Al identificarse a usted mismo con ella devino mortal. Lo mismo que en un cine todo es luz, así también la consciencia deviene el vasto mundo. Mire bien de cerca, y verá que todos los nombres y formas son solo olas transitorias sobre el océano de la consciencia, que solamente la consciencia puede decirse que es, pero no sus transformaciones. En la inmensidad de la consciencia una luz aparece, un minúsculo punto que se mueve rápidamente y traza formas, pensamientos, y sensaciones, conceptos e ideas, lo mismo que la pluma escribiendo sobre el papel. Y la tinta que deja un rastro es la memoria. Usted es ese minúsculo punto y por su movimiento el mundo es siempre recreado. Deje de moverse, y no habrá ningún mundo. Mire dentro y descubrirá que el punto de luz es la reflexión de la inmensidad de la luz en el cuerpo, como la sensación de «yo soy». Hay solamente luz, todo lo demás aparece. Todo Conocimiento es Ignorancia

Interlocutor: ¿Es la sensación de «yo soy» real o irreal? Maharaj: Ambos. Es irreal cuando decimos: «Yo soy esto, yo soy eso». Es real cuando entendemos: «yo no soy esto, yo no soy eso». El conocedor viene y va con lo conocido, y es transitorio; pero eso que sabe que no sabe, que está libre de memoria y de anticipación, es atemporal. Todo Conocimiento es Ignorancia

Interlocutor: ¿Es «yo soy» mismo el presenciador, o están separados? Maharaj: Sin uno el otro no puede ser. Sin embargo, no son uno. Es como la flor y su color. Sin la flor – no hay ningún color; sin el color – la flor permanece invisible. Más allá está la luz, que al contacto con la flor crea el color. Dése cuenta de que su verdadera naturaleza es solo la de la luz pura, y de que tanto lo percibido como el perceptor vienen y se van juntos. Eso que hace que ambos sean posibles, y que sin embargo no es ninguno de ambos, es su ser real, lo cual significa no ser un «esto» o un «eso», sino presenciación pura de ser y no ser. Cuando la presenciación se vuelve sobre sí misma, la sensación es de no saber. Cuando se vuelve hacia fuera, los cognoscibles vienen al ser. Decir: «yo me conozco a mí mismo» es una contradicción en los términos, puesto que lo que es «conocido» no puede ser «mí mismo». Todo Conocimiento es Ignorancia

Interlocutor: ¿De qué lado está el presenciador? ¿Es real o irreal? Maharaj: Nadie puede decir: «yo soy el presenciador». El «yo soy» es siempre presenciado. El estado de presenciación no apegada es la consciencia presenciador, el «espejo de la mente». Surge y se pone con su objeto, y así no es completamente lo real. Pero sea cual sea su objeto, permanece idéntico a sí mismo, de aquí que también es real. Participa a la vez de lo real y de lo irreal y por lo tanto es un puente entre los dos. Todo Conocimiento es Ignorancia

Interlocutor: Si todo le acontece solo al «yo soy», si el «yo soy» es lo conocido y el conocedor y el conocimiento mismo, ¿qué hace el presenciador? ¿De qué utilidad es? Maharaj: No hace nada y no es de ninguna utilidad. Todo Conocimiento es Ignorancia

Interlocutor: Entonces, ¿por qué hablamos de él? Maharaj: Porque está aquí. El puente solo sirve para un único propósito – para cruzar. Usted no edifica casas en un puente. El «yo soy» mira las cosas, el presenciador ve a través de ellas. Las ve como son – irreales y transitorias. Decir «ni mí mismo, ni mío» es la tarea del presenciador. Todo Conocimiento es Ignorancia

Interlocutor: ¡Me deja estupefacto! Maharaj: Así estaba yo. ¿Pero qué hubo ahí para sentirse estupefacto? Las palabras de mi maestro se realizaron. ¿Y qué? Él me conocía mejor de lo que me conocía yo mismo, eso es todo. ¿Por qué buscar causas? En el comienzo mismo estuve prestando alguna atención y tiempo a la sensación de «yo soy», pero solo al comienzo. Poco después mi Gurú murió, yo continúe viviendo. Sus palabras se probaron verdaderas. Eso es todo. Es todo un único proceso. Usted tiende a separar las cosas en el tiempo y entonces busca las causas. La Persona, el Presenciador y lo Supremo

Interlocutor: Yo soy el río también. Maharaj: Por supuesto, lo es. Como un «yo soy» usted es el río, que fluye entre las orillas del cuerpo. Pero también es la fuente y el océano y las nubes en el cielo. Dondequiera que hay vida y consciencia, usted es. Más pequeño que lo más pequeño, más grande que lo más grande, usted es, mientras que todo lo demás aparece. La Presenciación

Interlocutor: Sí, puedo ver que lo que se mueve y cambia es solo el «yo soy». ¿Se necesita el «yo soy»? Maharaj: ¿Quién lo necesita? Está aquí – ahora. Ha tenido un comienzo y tendrá un final. La Causa Raíz del Temor

Interlocutor: ¿Qué queda cuando el «yo soy» se va? Maharaj: Lo que no viene ni se va – queda. Es la mente siempre llena de avidez la que crea las ideas de progreso y de evolución hacia la perfección. Ella perturba y habla de orden, destruye y habla de seguridad. La Causa Raíz del Temor

Interlocutor: ¿Qué quiere que haga exactamente? Maharaj: Entregue su corazón y su mente a empollar el «yo soy», ¿qué es? ¿cómo es? ¿cuál es su fuente? ¿su vida? ¿su significado? Se parece mucho a cavar un pozo. Usted desecha todo lo que no es agua, hasta que alcanza la fuente dadora de vida. La Causa Raíz del Temor

Interlocutor: Un individuo con un sentido de la personalidad débil – ¿está más cerca de la realización del sí mismo? Maharaj: Tome el caso de un niño pequeño. El sentido de «yo soy» todavía no está formado, la personalidad es rudimentaria. Los obstáculos al conocimiento de sí mismo son pocos, pero faltan el poder y la claridad de la presenciación, su anchura y profundidad. Con el curso de los años la presenciación se hará más fuerte, pero también emergerá la personalidad latente y lo obscurecerá y lo complicará todo. Lo mismo que cuanto más dura es la madera, tanto más caliente es la llama, así también cuanto más fuerte es la personalidad, tanto más brillante es la luz generada por su destrucción. La Perfección Absoluta es Aquí y Ahora

Interlocutor: La percepción es primaria, el presenciador – secundario. Maharaj: Esto es el corazón del asunto. Mientras que usted cree que solo el mundo exterior es real, permanece su esclavo. Para devenir libre, su atención debe ser llevada al «yo soy», al presenciador. Por supuesto, el conocedor y lo conocido son uno, no dos, pero para romper el hechizo de lo conocido el conocedor debe ser llevado a la primera línea. Ninguno de ambos es primario, ambos son reflejos en la memoria de la experiencia inefable, siempre nueva y siempre ahora, indescriptible, más veloz que la mente. El Gurú Verdadero

Interlocutor: Le escucho hacer afirmaciones sobre usted mismo tales como: «Yo soy atemporal, inmutable, más allá de los atributos», etc. ¿Cómo sabe usted estas cosas? ¿Y qué le hace decirlas? Maharaj: Solo estoy intentando describir el estado antes de que el «yo soy» surgiera, pero el estado mismo, al ser más allá de la mente y de su lenguaje, es indescriptible. «Yo soy»: El Fundamento de toda Experiencia

Interlocutor: El «yo soy» es el fundamento de toda experiencia. Lo que usted está intentando describir debe ser también una experiencia, limitada y transitoria. Usted habla de usted mismo como inmutable. Yo escucho el sonido de la palabra, recuerdo su significado por el diccionario, pero la experiencia de ser inmutable yo no la tengo. ¿Cómo puedo romper la barrera y saber personalmente, íntimamente lo que significa ser inmutable? Maharaj: La palabra misma es el puente. Recuérdela, piense en ella, explórela, rodéela, mírela desde todas las direcciones, profundice en ella con seria perseverancia: soporte todas las demoras y contrariedades hasta que repentinamente la mente se dé la vuelta, se aparte de la palabra, hacia la realidad más allá de la palabra. Es como intentar encontrar a una persona conociendo solo su nombre. Llega un día en que sus indagaciones le llevan hasta él y la palabra deviene realidad. Las palabras son valiosas, pues entre la palabra y su significado hay un lazo y si uno investiga la palabra asiduamente, se cruza más allá del concepto a la experiencia en la raíz del concepto. De hecho, tales intentos repetidos de ir más allá de las palabras es lo que se llama meditación. La sadhana es solo un persistente intento de cruzar desde lo verbal a lo no verbal. La tarea parece desesperada hasta que repentinamente todo deviene claro y simple y maravillosamente fácil. Pero, mientras esté interesado en su presente manera de vivir, eludirá el salto final a lo no conocido. «Yo soy»: El Fundamento de toda Experiencia

Interlocutor: Si tengo que ir más allá de mí mismo, ¿por qué recibí la idea de «yo soy» en el primer ejemplo? Maharaj: La mente necesita un centro para trazar un círculo. El círculo puede crecer y con cada crecimiento habrá un cambio en la sensación de «yo soy». Un hombre que se ha tomado a sí mismo entre manos, un Yogi, trazará una espiral, pero el centro permanecerá, por muy vasta que sea la espiral. Entonces llega un día en que la totalidad de la empresa se ve como falsa y se abandona completamente. El punto central ya no es y el universo deviene el centro. «Yo soy»: El Fundamento de toda Experiencia

Interlocutor: Lo que usted dice es verdadero, ¿pero qué puedo hacer al respecto? Tal es en verdad la situación. Mi debilidad y embotamiento son una parte de ella. Maharaj: Basta ya. Mírese a usted mismo asiduamente – es suficiente. La puerta que le encierra es también la puerta que le conduce afuera. El «yo soy» es la puerta. Permanezca en ella hasta que se abra. De hecho, está abierta, solo que usted no está en ella. Está esperando ante puertas pintadas no existentes que nunca se abrirán. Lo No Conocido es el Hogar de lo Real

Interlocutor: ¿Cómo se atiende a lo no consciente? Maharaj: Mantenga el «yo soy» en el foco de la presenciación, recuerde que usted es, obsérvese a usted mismo incesantemente y lo no consciente fluirá a lo consciente sin ningún esfuerzo especial de su parte. Los deseos y los temores erróneos, las ideas falsas, las inhibiciones sociales están bloqueando e impidiendo a lo no consciente su libre intercambio con lo consciente. Una vez libre de mezclarse, los dos devienen uno y ese uno deviene el todo. La persona se sumerge en el presenciador, el presenciador en la presenciación, la presenciación en el ser puro, pero la identidad no se pierde, solo se pierden sus limitaciones. Se transfigura, y deviene el Sí mismo real, el sadguru, el amigo y guía eterno. Usted no puede acceder a él en el culto. Ninguna actividad externa puede alcanzar el sí mismo interior; el culto y las plegarias permanecen solo en la superficie; para ir más profundamente es esencial la meditación – el esfuerzo por ir más allá de los estados de sueño profundo, de sueño con sueños y de vigilia. Al comienzo los intentos son irregulares, después recurren cada vez más a menudo, devienen regulares, después continuos e intensos, hasta que se conquistan todos los obstáculos. Lo No Conocido es el Hogar de lo Real

Interlocutor: Una vez tuve una extraña experiencia. Yo no era, ni el mundo era, solo había luz – dentro y fuera – y una paz inmensa. Esto duró cuatro días y después volví a la consciencia cotidiana. Ahora tengo una sensación de que todo lo que sé es meramente un andamiaje, que cubre y oculta el edificio en construcción. El arquitecto, el diseño, los planos, el propósito – yo no sé nada de esto; hay alguna actividad en marcha; acontecen cosas; eso es todo lo que puedo decir. Yo soy ese andamiaje, algo muy frágil y de corta vida; cuando el edificio esté listo, el andamiaje será desmantelado y eliminado. El «yo soy» y «lo que yo soy» no son de ninguna importancia, debido a que una vez que el edificio esté listo, el «yo» partirá, sin dejar ninguna pregunta sobre sí mismo para responder. Maharaj: ¿No es usted el presenciador de todo esto? ¿No es el hecho de la presenciación el factor constante? Mantenga la Mente Silente y Usted Descubrirá

Interlocutor: En el nivel verbal todo suena muy bien. Puedo visualizarme a mí mismo como la semilla del ser, un punto en la consciencia, con mi sensación de «yo soy» pulsando, apareciendo y desapareciendo alternadamente. ¿Pero qué tengo que hacer para realizarlo como un hecho, para ir más allá, a la Realidad sin palabras, a la Realidad sin cambio? Maharaj: No puede hacer nada. Lo que el tiempo ha traído, el tiempo se lo llevará. Mantenga la Mente Silente y Usted Descubrirá

Interlocutor: ¿Por qué entonces todas estas exhortaciones a practicar el Yoga y a buscar la realidad? Hacen que me sienta capaz y responsable, mientras que de hecho es el tiempo el que hace todo. Maharaj: Éste es el fin del Yoga – realizar la independencia. Todo lo que acontece, acontece en la mente y a la mente, no a la fuente del «yo soy». Una vez que se da cuenta de que todo acontece por sí mismo (llámelo destino, o la voluntad de Dios o mero accidente), usted permanece solo como presenciador, comprendiendo y gozando, pero no perturbado. Mantenga la Mente Silente y Usted Descubrirá

Interlocutor: ¿Es el «yo soy» lo Último? Maharaj: Antes de que usted pueda decir: «yo soy», debe estar aquí para decirlo. El ser no necesita ser consciente de sí mismo. Usted no necesita saber para ser, pero debe ser para saber. Mantenga la Mente Silente y Usted Descubrirá

Interlocutor: Entre el cuerpo y la presenciación pura está el «órgano interno», antahkarana, el «cuerpo sutil», el «cuerpo mental», cualquiera que sea el nombre. Lo mismo que un espejo giratorio convierte la luz del sol en un patrón de rayos y de colores múltiples, así el cuerpo sutil convierte la simple luz del Sí mismo brillante en un mundo diversificado. Así es como he comprendido su enseñanza. Lo que no puedo entender es cómo surgió por primera vez este cuerpo sutil. Maharaj: Es creado con la emergencia de la idea «yo soy». Los dos son uno. El Conocimiento por la Mente, no es Conocimiento Verdadero

Interlocutor: ¿Cómo apareció el «yo soy»? Maharaj: En su mundo todo debe tener un comienzo y un fin. Si no es así, usted lo llama eterno. En mi visión no hay ninguna cosa tal como el comienzo o el fin – éstos están relacionados ambos con el tiempo. El ser atemporal es enteramente en el ahora. El Conocimiento por la Mente, no es Conocimiento Verdadero

Interlocutor: Usted dice que la ilusión del mundo comienza con la sensación de «yo soy», pero cuando yo pregunto sobre el origen de la sensación de «yo soy», responde que no tiene ningún origen, pues cuando se investiga se disuelve. Lo que es suficientemente sólido para construir el mundo sobre ello, no puede ser una mera ilusión. El «yo soy» es el único factor sin cambio del cual yo soy consciente; ¿cómo puede ser falso? Maharaj: No es el «yo soy» lo que es falso, sino lo que usted cree que usted es. Yo puedo ver, más allá de la menor sombra de duda, que usted no es lo que usted cree ser. Lógico o no lógico, yo no puedo negar lo evidente. Usted no es nada de lo que pueda ser consciente. Aplíquese diligentemente a desmontar la estructura que ha construido en su mente. Lo que la mente ha hecho, la mente debe deshacerlo. El Conocimiento por la Mente, no es Conocimiento Verdadero

Interlocutor: Usted no puede negar el momento presente, mente o no mente. Lo que es ahora, es. Usted puede cuestionar la apariencia, pero no el hecho. ¿Qué hay en la raíz del hecho? Maharaj: El «yo soy» está en la raíz de todas las apariencias y es el lazo permanente en la sucesión de aconteceres que llamamos vida, pero yo soy más allá del «yo soy». El Conocimiento por la Mente, no es Conocimiento Verdadero

Interlocutor: ¿Qué le hizo a usted decidirse a devenir un maestro? Maharaj: Yo fui hecho maestro al ser llamado así. ¿Quién soy yo para enseñar y a quién? Lo que yo soy, usted es, y lo que usted es – yo soy. El «yo soy» es común a todos nosotros; más allá del «yo soy» hay la inmensidad de luz y de amor. Nosotros no lo vemos debido a que miramos a otra parte; yo solo puedo señalar al cielo; ver la estrella es su propio trabajo. A algunos les lleva más tiempo ver la estrella, a otros menos; depende de la claridad de su visión y de su seriedad en la búsqueda. Éstas dos cosas deben ser suyas propias – yo solo puedo alentar. El Progreso en la Vida Espiritual

Interlocutor: ¿Quiere usted decir que todas estas glorias vendrán con el mero hecho de morar en la sensación de «yo soy»? Maharaj: Es lo simple lo que es cierto, no lo complicado. De algún modo, las gentes no confían en lo simple, en lo fácil, en lo que está siempre disponible. ¿Por qué no pone honestamente a prueba lo que digo? Puede parecer muy pequeño e insignificante, pero es como una semilla que se convierte en un poderoso árbol. ¡Concédase a usted mismo una oportunidad! El Progreso en la Vida Espiritual

Interlocutor: Soy plenamente consciente de que mi miedo de la muerte se debe a la aprensión y no al conocimiento. Maharaj: Innumerables seres humanos mueren cada segundo, el miedo y la agonía de los moribundos pende sobre el mundo como una nube. No hay que sorprenderse de que usted también tenga miedo. Pero una vez que sabe que solo el cuerpo muere y la continuidad de la memoria y la sensación de «yo soy» reflejada en ella, usted ya no tiene más miedo. Abandónese a Su Propio Sí mismo

Interlocutor: Hay un cuerpo y hay compasión y hay memoria y un número de cosas y de actitudes; colectivamente pueden ser llamados una persona. Maharaj: ¿Incluyendo la idea de «yo soy»? Abandónese a Su Propio Sí mismo

Interlocutor: El «yo soy» es como un cesto que contiene las muchas cosas que hacen a una persona. Maharaj: O, más bien, es el hilo del que el cesto está tejido. Cuando piensa en usted misma como una mujer, ¿quiere usted decir que es una mujer, o que su cuerpo se describe como femenino? Abandónese a Su Propio Sí mismo

Interlocutor: Recientemente he leído un libro escrito por un Yogi sobre sus experiencias en la meditación. Está lleno de visiones y de sonidos, de colores y de melodías, ¡todo un espectáculo y un suntuoso entretenimiento! Finalmente todo aquello se esfumó y solo quedó la sensación de una ausencia de temor extrema. No hay que sorprenderse – ¡un hombre que ha pasado por todas estas experiencias ileso, no necesita tener miedo de nada! Sin embargo, yo me preguntaba de qué utilidad es para mí un tal libro. Maharaj: De ninguna utilidad, probablemente, puesto que no le atrae. Otros puede que se impresionen. Las gentes difieren. Pero todos han de afrontar el hecho de su propia existencia. «Yo soy» es el hecho último; «¿quién soy yo»? es la pregunta última a la que cada uno debe encontrar una respuesta. Vaya Más allá de la Idea de «yo soy el cuerpo»

Interlocutor: Usted está reduciendo la sadhana a una simple atención. ¿Cómo es que otros maestros enseñan sadhanas completas, difíciles y que llevan tiempo? Maharaj: Usualmente, los Gurús enseñan las sadhanas por las que ellos mismos han alcanzado su meta, cualquiera que su meta pueda ser. Esto es enteramente natural, pues ellos conocen su propia sadhana íntimamente. A mí se me enseñó a prestar atención a mi sensación de «yo soy» y yo lo encontré supremamente efectivo. Por lo tanto, puedo hablar de ello con plena confianza. Pero a menudo las gentes vienen con sus cuerpos, cerebros y mentes tan maltrechos, pervertidos y débiles, que el estado de atención sin forma está completamente más allá de ellos. En tales casos, es más apropiado alguna muestra de seriedad más simple. La repetición de un mantra, o la contemplación de una imagen prepararán su cuerpo y su mente para una búsqueda más profunda y más directa. Después de todo, es la seriedad lo que es el factor crucial e indispensable. La sadhana es solo una vasija y debe estar llena hasta el borde de seriedad, que no es sino el amor en acción. Pues sin amor no puede hacerse nada. El Hombre no es el Hacedor

Interlocutor: No obstante, no comprendo por qué los diferentes Gurús insisten en prescribir sadhanas complicadas y difíciles. ¿No conocen nada mejor? Maharaj: Lo que importa no es lo que usted hace, sino lo que deja de hacer. Las gentes que comienzan sus sadhanas están tan febriles e inquietos, que tienen que estar muy ocupados para mantenerse a sí mismos en la senda. Una rutina absorbente es buena para ellos. Después de algún tiempo se aquietan y se apartan del esfuerzo. En la paz y en el silencio la piel del «yo soy» se disuelve y lo interior y lo exterior devienen uno. La sadhana real es sin esfuerzo. El Hombre no es el Hacedor

Interlocutor: ¿Quién presencia en la presenciación? Maharaj: Cuando hay una persona, hay también consciencia. El «yo soy», la mente, la consciencia denotan el mismo estado. Si usted dice «yo presencio», ello solo significa: «yo soy consciente de pensar que presencio». En la presenciación no hay ningún «yo soy». Usted es Más allá del Espacio y del Tiempo

Interlocutor: ¿Implica ello la aceptación por un maestro vivo perteneciente a la misma tradición? Maharaj: Aquellos que practican la sadhana de focalizar sus mentes sobre «yo soy» pueden sentirse vinculados a otros que han seguido la misma sadhana y han logrado la meta. Pueden decidir verbalizar su sensación de parentesco llamándose a sí mismos Navnaths. Ello les da el placer de pertenecer a una tradición establecida. La Mente y el Mundo no están Separados

Interlocutor: Yo no puedo verificar si yo soy la criatura o el creador del universo. Maharaj: «Yo soy» es un hecho siempre presente, mientras «yo soy creado» es una idea. Ni Dios ni el universo han venido a decirle que ellos le han creado. La mente, obsesionada por la idea de la causalidad, inventa la creación y entonces se pregunta: «¿quién es el creador?». La mente misma es el creador. Ni siquiera esto es completamente verdadero, pues lo creado y su creador son uno. La mente y el mundo no están separados. Comprenda que lo que usted piensa que es el mundo, es solo su propia mente. La Mente y el Mundo no están Separados

Interlocutor: Usted sigue diciéndome que yo estoy soñando y que ya es hora de que me despierte. ¿Cómo acontece que Maharaj, que ha venido a mí en mis sueños, no ha logrado despertarme? Él sigue empujándome y recordándome, pero el sueño continúa. Maharaj: Se debe a que no ha comprendido realmente que está soñando. Esto es la esencia de la prisión – la mezcla de lo real con lo irreal. En su estado presente solo la sensación de «yo soy» se refiere a la realidad; el «qué» y el «cómo yo soy» son ilusiones impuestas por el destino, o por accidente. La Mente y el Mundo no están Separados

Maharaj: ¿Puede usted sentarse sobre el suelo? ¿Necesita un cojín? ¿Tiene alguna pregunta que hacer? No es que haya necesidad de que pregunte, puede también estar callado. Ser, solo ser, es importante. No necesita preguntar nada, ni hacer nada. Tal manera aparentemente ociosa de pasar el tiempo es altamente considerada en la India. Significa que por el momento está libre de la obsesión: «¿y después qué?». Cuando usted no tiene prisa y la mente está libre de ansiedades, deviene serena y en el silencio puede oírse algo que ordinariamente es demasiado fino y sutil para la percepción. La mente debe estar abierta y serena para ver. Lo que nosotros estamos intentando hacer aquí es poner nuestras mentes en el estado correcto para comprender lo que es real. Interlocutor: ¿Cómo aprendemos a eliminar las preocupaciones? Maharaj: Usted no necesita inquietarse por sus preocupaciones. Solo sea. No intente estar tranquilo; no convierta «estar tranquilo» en una tarea que hay que llevar a cabo. No se inquiete por «estar tranquilo», no devenga miserable por «ser feliz». Solo presencie que usted es y permanezca presenciador – no diga: «sí, yo soy; ¿y después qué?». No hay ningún «después qué» en «yo soy». Es un estado atemporal. La Liberación de la Autoidentificación

Interlocutor: ¿Entonces, qué tengo que hacer? Maharaj: Intente ser, solo ser. La palabra de máxima importancia es «intentar». Disponga de tiempo suficiente a diario para sentarse tranquilamente e intentar, solo intentar, ir más allá de la personalidad, con sus adicciones y obsesiones. No pregunte cómo, no puede ser explicado. Siga intentando hasta que lo logre. Si persevera, no puede haber ningún fracaso. Lo que importa supremamente es la sinceridad, la seriedad; debe estar verdaderamente harto de ser la persona que usted es, y ver la urgente necesidad de librarse de esta innecesaria autoidentificación con un paquete de recuerdos y de hábitos. Esta firme resistencia contra lo innecesario es el secreto del éxito. Después de todo, usted es lo que es todos los momentos de su vida, pero nunca es consciente de ello, excepto, quizás, en el punto del despertar del sueño profundo. Todo lo que necesita es presenciarse ser, no como una afirmación verbal, sino como un hecho siempre presente. La presenciación de que usted es abrirá sus ojos a lo que usted es. Es todo muy simple. Primero de todo, establezca un contacto constante con usted mismo, sea con usted mismo todo el tiempo. En la autopresenciación fluyen todas las bendiciones. Comience como un centro de observación, de cognitividad deliberada, y conviértase en un centro de amor en acción. «Yo soy» es una minúscula semilla que se convertirá en un árbol poderoso – de manera completamente natural, sin rastro alguno de esfuerzo. La Liberación de la Autoidentificación

Interlocutor: Encuentro que los diferentes aspectos de mí mismo están en guerra entre sí y que no hay ninguna paz en mí. ¿Dónde están la libertad y el coraje, la sabiduría y la compasión? Mis acciones meramente aumentan el abismo en el que existo. Maharaj: Todo se debe a que se toma por alguien, o por algo. Deje de hacerlo, observe, investigue, haga las preguntas correctas, llegue a las conclusiones correctas y tenga el coraje de actuar en consecuencia y ver lo que acontece. Los primeros pasos pueden hacer que el techo se venga abajo sobre su cabeza, pero la conmoción se aclarará pronto y habrá paz y dicha. Usted sabe muchísimas cosas sobre usted mismo, pero al conocedor no lo conoce. Descubra quién es usted, el conocedor de lo conocido. Mire dentro diligentemente, acuérdese de recordar que lo percibido no puede ser el perceptor. Todo lo que usted ve, oye, o piensa, recuerde – usted no es lo que acontece, usted es a quien todo eso acontece. Inquiera profundamente en la sensación de «yo soy», y ciertamente descubrirá que el centro perceptor es universal, tan universal como la luz que ilumina al mundo. Todo lo que acontece en el universo, le acontece a usted, el presenciador silente. Por otra parte, todo lo que se hace, es hecho por usted, la energía universal e inagotable. Lo Percibido no puede ser el Perceptor

Interlocutor: Yo solo puedo investigar la mente con la mente. Maharaj: No faltaba más, use su mente para conocer su mente. Es perfectamente legítimo y también la mejor preparación para ir más allá de la mente. Ser, conocer y gozar es suyo. Primero dése cuenta de su propio ser. Esto es fácil debido a que la sensación de «yo soy» está siempre con usted. Entonces encuéntrese a usted mismo como el conocedor, aparte de lo conocido. Una vez que se conoce a usted mismo como ser puro, el éxtasis de la liberación es suyo. Lo Percibido no puede ser el Perceptor

Interlocutor: ¿Se puede llamar a la vía del control y de la disciplina raja yoga, y a la vía del no apego jnana yoga? ¿Y a la adoración de un ideal – bhakti yoga? Maharaj: Si le place. Las palabras indican, pero no explican. Lo que yo enseño es la vía antigua y simple de la liberación a través de la comprensión. Comprenda su propia mente y su dominio sobre usted se quebrará. La mente no comprende, la no comprensión es su naturaleza misma. La comprensión correcta es el único remedio, cualquiera que sea el nombre que le dé usted. Es lo más antiguo y también lo más reciente, pues trata la mente como es. Nada de lo que haga le cambiará, pues usted no necesita ningún cambio. Puede cambiar su mente o su cuerpo, pero es siempre algo externo a usted lo que ha cambiado, no usted mismo. ¿Por qué preocuparme en absoluto de cambiar? Dése cuenta de una vez por todas de que ni su cuerpo ni su mente, ni tampoco su consciencia es usted mismo y permanezca en paz en su naturaleza verdadera más allá de la consciencia y de la no consciencia. Ningún esfuerzo puede llevarle ahí, solo la claridad de la comprensión. Rastree sus incomprensiones y abandónelas, eso es todo. No hay nada que buscar ni nada que encontrar, pues no hay nada perdido. Relájese y observe el «yo soy». La realidad está justo detrás de él. Manténgase tranquilo, manténgase silente; ella emergerá, o más bien, le tomará en ella. Lo Percibido no puede ser el Perceptor

Interlocutor: Yo pensaba que siempre hay una posibilidad. Maharaj: En teoría – sí. En la práctica debe surgir una situación, en la que todos los factores necesarios para la realización de sí mismo estén presentes. Esto no debe desalentarle. Su permanencia en el hecho de «yo soy» pronto creará otra posibilidad. Pues la actitud atrae a la oportunidad. Todo lo que usted sabe es de segunda mano. Solo «yo soy» es de primera mano y no necesita ninguna prueba. Permanezca con ello. Lo Percibido no puede ser el Perceptor

Interlocutor: ¿Qué entiende usted al decir: yo me conozco a mí mismo como yo soy? Maharaj: Antes de la mente – yo soy. «Yo soy» no es un pensamiento en la mente; la mente me acontece a mí, yo no acontezco a la mente. Y puesto que el tiempo y el espacio están en la mente, yo soy más allá del tiempo y del espacio, eterno y omnipresente. La Comprensión conduce a la Liberación