sattva

Interlocutor: ¿Cómo fortalecer y purificar el sattva? Maharaj: El sattva es siempre puro y fuerte. Es como el sol. Puede aparecer obscurecido por nubes y polvo, pero solo desde el punto de vista del perceptor. Ocúpese de las causas del oscurecimiento, no del sol. La Meditación

Interlocutor: ¿Cuál es la utilidad de sattva? Maharaj: ¿Cuál es la utilidad de la verdad, de la bondad, de la armonía, de la belleza? Ellas son su propia meta. Se manifiestan espontáneamente y sin esfuerzo cuando las cosas son dejadas a sí mismas, cuando no se interfiere en ellas, cuando no se las elude, ni se las desea, ni se las conceptualiza, sino que sólo se experimentan en la presenciación plena. Tal presenciación es ella misma sattva. Ella no utiliza ni las cosas ni a las gentes – les da realidad. La Meditación

Interlocutor: Puesto que yo no puedo mejorar sattva, ¿tengo que ocuparme de tamas y rajas solo? ¿Cómo puedo ocuparme de ellos? Maharaj: Observando su influencia en usted y sobre usted. Preséncieles en operación, observe sus expresiones en sus pensamientos, palabras y obras, y gradualmente su poder sobre usted decrecerá y emergerá la clara luz de sattva. No es un proceso difícil ni largo; la seriedad es la única condición del éxito. La Meditación

Interlocutor: Yo puedo comprender los deseos santos (satyakama) que emanan del sí mismo. Pueden ser la expresión del aspecto de felicidad de Satchitananda (Ser – Presenciación – Felicidad) del Sí mismo. ¿Pero por qué los deseos no santos? Maharaj: Todos los deseos apuntan a la felicidad. Su forma y cualidad dependen de la psique (antahkarana). Donde predomina la inercia (tamas), encontramos perversiones. Con la energía (rajas), surgen las pasiones. Con la lucidez (sattva) el motivo detrás del deseo es la buena voluntad, la compasión, el impulso a hacer feliz más bien que a ser feliz. Pero lo Supremo es más allá de todo, y debido a su infinita permeabilidad, todos los deseos poderosos pueden ser cumplidos. Lo Supremo es Más Allá de Todo

Interlocutor: ¿Por qué la mera atención debería constituir toda la diferencia? Maharaj: Hasta ahora su vida ha sido obscura y agitada (tamas y rajas). La atención, el estado de alerta, la claridad, la vivacidad, la vitalidad, son todas manifestaciones de la integridad, de la unidad con su verdadera naturaleza (sattva). Está en la naturaleza de sattva reconciliar y neutralizar tamas y rajas y reconstruir la personalidad de acuerdo con la verdadera naturaleza del sí mismo. Sattva es el fiel servidor del sí mismo, siempre atento y obediente. No Infravalore la Atención

Interlocutor: El gran obstáculo al esfuerzo interior es el aburrimiento. El discípulo se aburre. Maharaj: La inercia y la inquietud (tamas y rajas) trabajan juntas y mantienen sojuzgada a la claridad y la armonía (sattva). Tamas y rajas deben ser conquistados antes de que sattva pueda aparecer. Todo llegará a su debido tiempo, de manera enteramente espontánea. Todo Acontece por Sí mismo

Interlocutor: Los tres gunas, sattvarajastamas, ¿están solo en la materia o están también en la mente? Maharaj: En ambas por supuesto, debido a que las dos no están separadas. Es solo lo Absoluto lo que es más allá de los gunas. De hecho, éstos no son más que puntos de vista, maneras de observar. Existen solo en la mente. Más allá de la mente todas las distinciones cesan. El Cuerpo y la Mente, son Síntomas de Ignorancia

Interlocutor: No obstante usted debe conocer el estado del hombre que ha muerto. Al menos por las propias vidas pasadas de usted. Maharaj: Hasta que encontré a mi Gurú, yo sabía muchas cosas. Ahora no sé nada, pues todo conocimiento está solo en el sueño y no es válido. Yo me conozco a mí mismo y no encuentro ninguna vida ni muerte en mí, solo puro ser – no ser esto o eso, sino solo ser. Pero en el momento en que la mente, sacando su provisión de recuerdos, comienza a imaginar, llena el espacio de objetos y el tiempo de aconteceres. Como yo no conozco ni siquiera este nacimiento, ¿cómo puedo conocer nacimientos pasados? Es la mente la que, ella misma en movimiento, ve todo en movimiento, y habiendo creado el tiempo, se inquieta por el pasado y el futuro. Todo el universo está contenido en la consciencia (maha tattva), la cual surge donde hay orden y armonía perfectos (maha sattva). Como las olas están en el océano, así están todas las cosas físicas y mentales en la presenciación. De aquí que lo más importante es la presenciación misma, no su contenido. Profundice y ensanche su presenciación de usted mismo y fluirán todas las bendiciones. No necesita buscar nada, todo vendrá a usted de la manera más natural y sin esfuerzo. Los cinco sentidos y las cuatro funciones de la mente – memoria, pensamiento, entendimiento y sí mismidad; los cinco elementostierra, agua, fuego, aire y éter; los dos aspectos de la creación – materia y espíritu, todos están contenidos en la presenciación. Al Surgir la Consciencia, Surge el Mundo

Interlocutor: ¿Proviene la consciencia de la realidad o es un atributo de la materia? Maharaj: La consciencia como tal es la contrapartida sutil de la materia. Lo mismo que la inercia (tamas) y la energía (rajas) son atributos de la materia, así la armonía (sattva) se manifiesta como consciencia. Usted puede considerarla de algún modo como una forma de energía muy sutil. Siempre que la materia se organiza en un organismo estable, la consciencia aparece espontáneamente. Con la destrucción del organismo la consciencia desaparece. Al Surgir la Consciencia, Surge el Mundo

Interlocutor: Cuando se le pregunta a usted por los medios de la realización de sí mismo, invariablemente enfatiza la importancia de que la mente more en la sensación de «yo soy». ¿Dónde está el factor causal? ¿Por qué debe resultar este pensamiento particular en la realización de sí mismo? ¿Cómo me afecta a mí la contemplación de «yo soy»? Maharaj: El factor mismo de la observación altera al observador y a lo observado. Después de todo, lo que impide la visión dentro de la verdadera naturaleza de uno es la debilidad y estrechez de la mente y su tendencia a pasar por alto lo sutil y a enfocar solo lo grosero. Cuando sigue mi consejo e intenta mantener su mente en la noción de «yo soy» solo, usted deviene plenamente consciente de su mente y de sus desvaríos. La presenciación, al ser armonía lúcida (sattva) en acción, disuelve la estupidez y aquieta la agitación de la mente y de modo pausado pero firme cambia su substancia misma. Este cambio no necesita ser espectacular; puede que apenas se note; sin embargo es un cambio profundo y fundamental desde la obscuridad a la luz, desde la inadvertencia a la presenciación. La Perfección, el Destino de Todo

Interlocutor: Sí, en occidente todo es tamas y rajas. En la India hay más sattva, más armonía y equilibrio. Maharaj: ¿No puede usted ir más allá de los gunas? ¿Por qué escoger sattva? Sea lo que usted es dondequiera que esté y no se preocupe de los gunas. Lo que es Puro, Sin mezcla, Sin apego, es Real

Interlocutor: Antes de que la chispa se encienda y después, ¿cuál es la diferencia? Maharaj: Antes de que la chispa se encienda no hay ningún presenciador para percibir la diferencia. La persona puede ser consciente, pero no presenciadora de ser consciente. Está completamente identificada con lo que piensa y siente y experimenta. La obscuridad que hay en ella es de su propia creación. Cuando la obscuridad es cuestionada, se disuelve. El deseo de cuestionar es plantado por el Gurú. En otras palabras, la diferencia entre la persona y el presenciador es la misma que hay entre no conocerse y conocerse a uno mismo. El mundo visto en la consciencia tiene que ser de la naturaleza de la consciencia, cuando hay armonía (sattva); pero cuando la actividad y la pasividad (rajas y tamas) aparecen, obscurecen y distorsionan y usted ve lo falso como real. La Muerte de la Mente es el Nacimiento de la Sabiduría

Interlocutor: ¿Cuál es el lazo entre atma y sattva, entre el sí mismo y la armonía universal? Maharaj: El mismo que hay entre el sol y sus rayos. La armonía y la belleza, la comprensión y la afección son todas expresiones de la realidad. Es la realidad en acción, el impacto del espíritu sobre la materia. Tamas obscurece, rajas distorsiona, sattva armoniza. Con la maduración del sattva todos los deseos y temores llegan a su fin. El ser real se refleja en la mente no distorsionada. La materia es redimida, el espíritu – revelado. Los dos se ven como uno. Son siempre uno, pero la mente imperfecta los veía como dos. La perfección de la mente es la tarea humana, pues la materia y el espíritu se encuentran en la mente. En Paz y en Silencio usted Crece

Interlocutor: ¿Hay algún progreso en su condición? Cuando compara al usted mismo de ayer con el usted mismo de hoy, ¿se encuentra a usted mismo cambiado, haciendo progresos? ¿Crece su visión de la realidad en amplitud y profundidad? Maharaj: La realidad es inmutable y sin embargo está en constante movimiento. Es como un poderoso río – fluye y sin embargo está aquí – eternamente. Lo que fluye no es el río con su lecho y sus orillas, sino su agua; así también el guna sattva, la armonía universal, juega sus juegos contra tamas y rajas, las fuerzas de la obscuridad y de la desesperación. En sattva hay siempre cambio y progreso, en rajas hay cambio y regresión, mientras que tamas representa el caos. Los tres gunas juegan eternamente unos contra otros – es un hecho y no puede haber ninguna disputa con un hecho. Todo Conocimiento es Ignorancia

Interlocutor: ¿Debo yo siempre embotarme con tamas y desesperarme con rajas? ¿Qué hay sobre sattva? Maharaj: Sattva es la irradiación de su naturaleza real. Puede encontrarla siempre más allá de la mente y de sus múltiples mundos. Pero si quiere un mundo, debe aceptar los tres gunas como inseparables – materia – energía – vida – uno en esencia, distinto en apariencia. Ellos se mezclan y fluyen – en la consciencia. En el tiempo y el espacio hay flujo eterno, nacimiento y muerte de nuevo, avance, retiro, otra vez avance, de nuevo retiro – aparentemente sin comienzo y sin fin; la realidad es atemporal, sin cambio, sin cuerpo, sin mente; la presenciación es dicha. Todo Conocimiento es Ignorancia

Interlocutor: Es todo una cuestión de gunas. Donde predominan tamas y rajas, debe haber guerra. Donde gobierna sattva, habrá paz. Maharaj: Póngalo como quiera, viene a ser lo mismo. La sociedad está construida sobre motivos. Ponga buena voluntad en los cimientos y no necesitará trabajadores sociales especializados. La Perfección Absoluta es Aquí y Ahora

Interlocutor: El mundo está mejorando. Maharaj: El mundo ha tenido todo el tiempo para mejorar, sin embargo no lo ha hecho. ¿Qué esperanza hay para el futuro? Por supuesto, ha habido y habrá periodos de armonía y de paz, cuando sattva estaba en ascendencia, pero las cosas son destruidas por su propia perfección. Una sociedad perfecta es necesariamente estática, y por lo tanto, se estanca y decae. Desde la cima todos los caminos llevan hacia abajo. Las sociedades son como las gentes – nacen, crecen hasta un punto de relativa perfección y entonces decaen y mueren. La Perfección Absoluta es Aquí y Ahora

Interlocutor: Usted ha dicho que la realidad está más allá del conocimiento y de la enseñanza de lo real. ¿No es el conocimiento de la realidad lo supremo mismo y la enseñanza la prueba de su obtención? Maharaj: El conocimiento de lo real, o del sí mismo, es un estado de mente. Enseñar a otro es un movimiento en la dualidad. Ambos conciernen solo a la mente; el guna sattva no deja de ser un guna. El Gurú Verdadero

Interlocutor: Esta constante repetición de unas pocas palabras, ¿no es un tipo de locura? Maharaj: Es una locura, pero una locura deliberada. Toda repetitividad es tamas, pero repetir el nombre de Dios es sattvatamas debido a su elevado propósito. A causa de la presencia de sattva, todo tamas se consumirá y tomará la forma de un completo desapasionamiento, desapego, abandono, distanciamiento, inmutabilidad. Tamas deviene el firme fundamento sobre el que puede vivirse una vida integrada. Su Meta es Su Gurú

Interlocutor: Me doy cuenta. Para ser humano no debo ser egoísta. Mientras soy egoísta, soy subhumano, solo un humanoide. Maharaj: Así pues, nosotros somos todos subhumanos y solo unos pocos raros son humanos. Pocos o muchos, es nuevamente la «claridad y la caridad» lo que nos hace humanos. Los subhumanos – los «humanoides» – están dominados por tamas y rajas, y los humanos por sattva. La claridad y la caridad es sattva según afecta a la mente y a la acción. Pero lo real es más allá de sattva. Desde que le conozco, usted parece estar siempre detrás de ayudar al mundo. ¿Cuánto le ha ayudado? La Mente y el Mundo no están Separados