phobos

phóbos = medo.

vide pathos

Uma das quatro paixões principais para os estoicos (v. estoicismo) — D.L., VII, 112.


PHOBOS — TEMOR, MEDO, PAVOR, TERROR

VIDE: ANSIEDADE; ANGÚSTIA; DESESPERO; TEMOR AFETIVIDADE

EVANGELHO DE JESUS: ANDAR SOBRE ÁGUAS; FLUXO DE SANGUE; Mt 14:26; Mat 28:1-8; Mc 4:35-41; Lc 1:12; Lc 1:65


PERENIALISTAS: MEDO


CRISTOLOGIA
Padres da Igreja — em nosso site francês


PHILOKALIA
Doroteo de Gaza: TEMOR

Isaac Sírio: TEMOR

Jean-Claude Larchet: TEMOR

La primera clase de temor constituye una virtud que Adán poseía en su estado primero. En efecto, Adán estaba destinado a volverse inmortal por gracia, pero era susceptible de morir por el hecho de su libre elección si se oponía a la voluntad de Dios. Es así que Dios dice a Adán y a Eva: «Del árbol que hace conocer el bien y el mal no comerán. El día en que ustedes coman de él, morirán de muerte» (Gn 2,17). El temor (a la vez de morir y de ser separados de Dios) era uno de los medios dados por Dios al hombre para ayudarlo a guardar Su mandamiento y a preservarse de los efectos de su transgresión.

La segunda clase de temor, el temor-pasión, revela en todos los casos un apego a este mundo: a los bienes de este mundo y a su goce sensible, y también a esta vida en cuanto se piensa que debe servir para alcanzar esta clase de goce. Se puede entonces unir a esta forma de temor todo miedo a la muerte que no sería, como en el marco del temor natural, el temor de perder la vida reconocida como un bien conferido por Dios y que debe servir para unirse a Él, sino como la pérdida de los placeres sensibles de los cuales la vida permite gozar en este mundo. Esta relación esencial de la pasión del temor con la vida según este mundo, con la vida carnalmente concebida y vivida es frecuentemente resaltada en la enseñanza de los Padres. S. Isaac escribe: «Cuando (el hombre) permanece en el conocimiento y la vida del cuerpo, teme la muerte». Un apotegma relata : «Se preguntó a un Anciano: “¿Por qué yo tengo miedo marchando por el desierto?” Y él respondió: “¡Porque tú vives todavía!”». Y otro: «Un hermano preguntó a un Anciano: “¿Por qué el temor se apodera de mí cuando me sucede que debo salir solo en la noche?”. El Anciano dijo: “Porque la vida de este mundo todavía tiene valor para ti”».

Mientras que la primera clase de temor es «según la naturaleza», esta segunda clase es una pasión mala, es «contra natura (pará physin)» e «irracional (parálogos)». Proviene de que el hombre ha desviado la doble finalidad natural y normal del temor que lo adhería a su ser verdadero y a Dios, para transformarlo en temor de perder su ser caído, y ser separado del mundo sensible, perder la vida pasional y el placer que está unido a ella. En lugar de temer lo que amenaza su ser y sobre todo su ser espiritual, el hombre empieza a temer lo que pone en peligro su existencia sensible y los goces que le proporciona.

Resulta entonces que el temor según Dios y el temor «mundano» no constituyen dos actitudes diferentes por su naturaleza, sino la misma actitud fundamental orientada hacia dos fines diferentes. Esto surge claramente de las enseñanzas de los Padres en las que son presentados como excluyentes el uno del otro: si se teme algo de este mundo, es porque no se teme a Dios; a la inversa, el que teme a Dios no tiene nada que temer: «el servidor de Dios le teme sólo a Él (…) pero quien no le teme, teme aún su propia sombra» escribe por ejemplo s. Juan Clímaco. Es por esta misma razón que los Padres dicen que el temor-pasión es favorecido por la esterilidad del alma, por la pérdida de la presencia divina en ella: « tuve miedo porque estoy desnudo» confiesa Adán después de su pecado.

COMPÊNDIO DE TEOLOGIA: TEMOR


FILOSOFIA MODERNA
Heidegger: TEMOR; MEDO