A través del titulo “Hegel y los griegos” nos habla la totalidad de la filosofía en su historia. Y esto ocurre ahora, en una época en que la disolución de la filosofía se hace evidente, pues ella emigra hacia la logística, la psicología y la sociología. Estos campos independientes de investigación, como formas de funcionamiento y como instrumentos de éxito del mundo político-económico, es decir del mundo técnico en un sentido esencial, conquistan una importancia siempre creciente y un influjo en múltiples direcciones. Heideggeriana: HegelGregos
Más la incontenible disolución de la filosofía, determinada por causas remotas, no es todavía el final del pensar. Es más bien algo diferente, lo cual se sustrae a una aclaración válida para todo el mundo. En lo que se dirá enseguida quisiéramos meditar por un momento sobre ello, intentando despertar la atención para el asunto cardinal del pensar. El asunto del pensar está en juego. Asunto significa aquí: lo que por sí mismo exige un escudriñamiento. Para poder corresponder a semejante exigencia, es necesario que nos dejemos rozar por el asunto del pensar, y que nos aprestemos a dejar que el pensar se transforme bajo la determinación de su asunto. Heideggeriana: HegelGregos
El final de la filosofía está caracterizado por la disolución de sus disciplinas en ciencias autónomas, cuya renovada unidad se viene preparando con la cibernética. No obstante, si se quisiera evaluar la disolución de la filosofía en las ciencias y su separación mediante la cibernética como un fenómeno de mera caída, entonces se habría perdido con ello la visión temática de aquello que se mienta con el final de la filosofía. Heideggeriana: AssuntoPensar
Porque la cibernética sin poder saberlo, ni pensarlo, se mantiene subordinada a la citada transformación de la presencia de lo presente, es que únicamente ella debe ser aducida como característica del final de la filosofía. Esta misma se basa en que, con la disponibilidad de lo presente se ha alcanzado la última posibilidad en la transformación de la presencia. A partir de allí se tornan disponibles para el representar los diferentes recintos de lo presente. Las disciplinas del pensar arregladas conforme a ello, pueden dirigirse independientemente hacia su cultivo. La disolución de la filosofía se despliega como una tarea disponible, cuya unidad de ser es disuelta por el surgimiento de la cibernética. Heideggeriana: AssuntoPensar